El 2 de marzo del 2015, sin pensarlo, fue una fecha que gestó el cambio en la selección peruana. En aquel entonces, la Federación Peruana de Fútbol llegó a un acuerdo con Ricardo Gareca para que asumiera la responsabilidad técnica de la selección nacional, que se encontraba en su momento más difícil tras un interinato deslucido con Pablo Bengoechea y un descalabro mundialista bajo el cargo del veterano Sergio Markarián.
El ‘Tigre’, recordado por estos lares como el verdugo de la clasificación a la Copa del Mundo 1986 con Argentina, aceptó el desafío “sabiendo que nos espera una tarea complicada, pero no imposible”. Lo que vino después fue una frase convertida en mandamiento a lo largo de su gestión: “Nada es imposible cuando uno cree. Y yo creo en el futbolista peruano”.
A partir de esa concepción llena de fe, nació un nuevo clima de optimismo no sólo entre la afición peruana, sino también en los deportistas que se sacrificaban al máximo para unirse a la misión de Gareca. Y así fue durante un proceso de casi ocho años con más éxitos que fracasos. Hasta que esa etapa alcanzó su cénit concluyendo con un paso inesperado hacia la vereda del frente: Chile. Y curiosamente ahí, Ricardo volvió a ser el del 2015.
“Creo en el jugador chileno”
El experimentado seleccionador argentino, cuya última experiencia a nivel de selecciones fue con Perú disputando una Copa del Mundo en Rusia 2018, no tuvo mejor idea que repetir su discurso con tintes dogmáticos a la hora de referirse a su nuevo trabajo con ‘La Roja’.
Así lo hizo saber en una extensa entrevista brindada a la revista The Coaches Voice: “Confío y creo en el jugador chileno. Y si acepté todo esto, es porque realmente tengo mucha fe”.
“Mi gran desafío es devolver a Chile a un Mundial. Y es un objetivo común: lo queremos nosotros como cuerpo técnico, lo quieren también los jugadores. Nos trajeron para ganar. Y para ello, creo que todo el aprendizaje que llevo acumulado nos va a servir”, remarcó.
De otro, Gareca está quedando muy conforme con la predisposición de su nuevo plantel destacando que “los jugadores chilenos han sido muy receptivos con nuestra idea. Están abiertos a escucharnos y nosotros, a hacerlos sentir cómodos con nuestra idea de fútbol”.
Ocho años agridulces
Cuando todos los peruanos pensaban que Gareca iba a ser eterno, a él le rondaba la idea de ponerle final a su proyecto en un momento clave. Y ese fue el fracaso de la repesca intercontinental a manos de Australia camino al Mundial Qatar 2022.
En la misma entrevista concedida reconoció que “los períodos que son muy largos tienen su consecuencia también”. “Después de etapas así, vives un vacío. Porque después son tantos los años donde estás en el día a día, con el jugador, con los dirigentes, en lo personal, en todo, que uno tiene un ‘acostumbramiento’ de las cosas en esta faceta profesional. Y siento que, a veces, no es tan aconsejable que nos guste esa continuidad”, sentenció.