No todos tienen el lujo de haber jugado en Universitario de Deportes, Alianza Lima y Sporting Cristal; los tres grandes del Perú. Uno de ellos es Carlos Orejuela. El ‘Flaco’ se paseó por los mejores clubes nacionales, pues su racha goleadora hizo que esté en la mira de todos. Su carta de presentación son los 131 goles celebrados en Primera División y los 31 en Segunda. No es necesario decir más.
Salió de la menores de la ‘U’ y empezó ganando 60 soles, solo le alcanzaba para los pasajes. Tuvo que meterse a trabajar en una restaurante de comida rápida para poder sobrevivir. Su posición era como extremo, pero Jorge Sampaoli le hizo descubrir su lado artillero, ya que lo puso de ‘9′ en un partido y nunca más lo movió de lugar. Hincha acérrimo de los ‘cremas’, pero su profesionalismo hizo que se ponga la camiseta ‘blanquiazul’, una difícil decisión que lo llevó a salir campeón en 2006.
Fue protagonista de varios momentos icónicos del fútbol peruano, como la vez que Julio César Uribe le soltó una frase que ahora es meme: “¿Que dices Orejuela?... Ándate a la repu* que te parió”. Orejuela abrió su corazón con Infobae Perú y recordó las miles anécdotas.
- ¿Cuál es el presente de Carlos Orejuela?
Hago torneos con mi socio, empezamos con los de mi colegio. Hacemos con padres de familia de colegios de Lima, ya vamos doce. Estamos creciendo de poquitos, damos todo y siempre les hacemos sentir como profesionales. Primero comencé ‘De una’, un proyecto que recién está empezando, estoy con Daniela Fernández y Óscar del Portal. También estoy con Carlos Orozco; me entrevistó y entre broma y broma, estoy trabajando con él.
- ¿Cómo te va como comentarista deportivo?
No me vas a escuchar hablando mal de un futbolista porque yo estuve en ese lugar y no me gustaría que hablen mal de algo. Trato de hacer la crítica constructiva más que lapidaria porque todos podemos pasar por un mal momento y hasta jugar mal por todo un año, por eso no vas a ser mal futbolista. Las demás personas no saben lo que uno pasa, lo que hablaba Horacio Benincasa la otra vez, las depresiones, no todos están preparados para ser futbolista porque tienes aguantar muchas cosas que no te enseñan y en el camino aprendes.
- Un análisis de Universitario de Deportes 2024...
Veo bien a Universitario en la Copa Libertadores, está compitiendo, algo que no estaban haciendo los equipos peruanos. Yo creo que no le ha alcanzado el plantel para disputar los dos torneos, la está luchando porque en una está peleando el título y el otro está peleado por la clasificación, aún tiene las mismas chances. Bien la ‘U’ porque está sólido en defensa, pero le falta un poco más cómo afrontar ambos torneos, ya se está notando el desgaste.
- ¿Qué opinas de los delanteros ‘cremas’?
Diego Dorregaray no está en su mejor momento porque el delantero vive del gol, no sé si era el momento de que venga a la ‘U’, por el centenario y por lo que se necesitaba. La ‘U’ necesita un goleador que meta todas, que luche para lograrlo. Él trata, pero tampoco juegan para él. El ‘Tunche’ era el quinto delantero y de a poquitos se logró ganar el puesto con sus ganas. Comenzó a demostrar de que quería estar ahí y eso fue importante. Lamentablemente, en su mejor momento se lesionó y eso perjudicó a la ‘U’. Valera tuvo un bajón, tanto que el ‘Tunche’ lo pasó, obviamente eso lo hizo sentir mal. Ahorita está fuera del gol, pero ojalá se pueda destapar con Cristal. Olivares está aprovechando las oportunidades que le dan, creo que tiene que dar un poco más para demostrar que puede estar ahí.
- ¿Te hubiese gustado ver a algún delantero en especial en el Centenario?
Nadie supo que lo de Martín Cauteruccio iba a ser así, te puedo asegurar que ni los de Cristal. No sabemos si en la ‘U’ iba a encajar así tampoco. Cristal juega de otra manera. Es una moneda al aire cuando traes a un extranjero, en el sentido de cómo se va adaptar. Se pudo traer un delantero con más nivel en el sentido que pueda estar preparado en la Copa y el torneo local. Yo creo que la ‘U’ se enfocó más en el Centenario que en la Copa Libertadores. En el camino se dio cuenta que podía avanzar en la Libertadores. Y era muy tarde porque ya no podía contratar. Ahora la ‘U’ para el Clausura ya no puede contratar extranjeros, entonces está medio complicado, esperemos que le alcance.
- ¿Cómo fueron tus inicios en el fútbol?
Mi mamá no quería que sea futbolista porque antes era mal visto ser futbolista por muchos prejuicios y no era tan seguro porque a veces ni te pagaban y si lo hacían tenías que esperar mucho. Le insistí tanto a mi mamá que me dejó, pero me dijo que me tenía que solventar mis pasajes y eso. Fui a la ‘U’ y empecé a pagar 60 soles mensuales, que eran para mis pasajes porque gastaba dos soles diarios. No me alcanzaba para nada y decidí ir a Mc Donalds, me pagan dos soles la ahora, un abuso. Luego en la ‘U’ se enteraron y después de tres meses me pagaron un poco más, me ofrecieron 600 soles mensuales y obviamente dije Mc Donalds chau. Al siguiente año, ya estaba en Primera.
- Si no hubieses sido futbolista...
Vago, no sé en verdad (risas). Siempre quise ser futbolista, la tuve clara, pero fue difícil lograrlo, más aún porque recién me fui a probar a los 17 tirando para los 18 años a menores, ahora es imposible y gracias a Dios pude hacerlo.
- ¿Cuál fue tu mejor temporada?
En lo futbolístico en 2003-2004, hasta que me desgarré y me lesioné en la selección. Y en goles metí 19 goles en Cienciano, 17 en Ayacucho, 16 en Sport Boys; ya jugando de ‘9′ metí muchos más goles. Tuve al ‘Checho’ Ibarra como entrenador a los 35 años y me dio tips para cabecear. Yo le dije por qué no me enseñaste cuando jugábamos juntos, y me dijo que no porque ‘tenía que hacer los goles yo, y no te la podía dar’.
- ¿El mejor técnico que te dirigió?
El mejor que he tenido es Jorge Sampaoli, y de ahí tengo que agradecer a Roberto Challe que me dio la oportunidad de debutar y estar ahí. He tenido muy buenos como Edgardo Bauza, Paulo Autuori, hasta el mismo Jorge Espejo, lo tuve poco, pero es un buen entrenador. He tenido muy buenos entrenadores.
- ¿En cuál equipo te faltó jugar?
Para decir que jugué en todos los equipos de Lima, me faltó Deportivo Municipal, iba a llegar, pero no sé qué pasó que al final no pude. Fue en 2020, justo antes de la pandemia, Muni estaba apurado para contratar, pero lamentablemente una llamada mal hecha terminó en no contratación.
- ¿Por qué nunca diste el gran salto al exterior?
Antes no era tan fácil salir, debías de tener un buen representante para ir a Europa, debías tener a uno de Argentina y yo en esa época tenía un representante que no tenía muchos contactos. Cuando estuve en Cristal, me querían prestar, pero pedían mucho, y no se pudo concretar.
- ¿Cómo así te volviste goleador?
Yo empiezo a meter goles cuando me volví ‘9′. En 2003, metí mis primeros goles en Boys porque Sampaoli me pone de ‘9′ en el Clausura. A Piero Alva lo expulsan de un partido, juego de ‘9′ y metí dos goles. En el siguiente partido, Piero estaba suspendido, volví a ser el ‘9′, metí goles y Jorge Sampaoli me dijo ‘te quedas de ‘9′'. Descubrió que podía ser ‘9′ y metí 11 goles en 12 partidos. Tuve que aprender a hacer los movimientos que hacía como extremo, pero frente al arco, cabecear, definición, perfeccionar remates con la izquierda, acostumbrarme a patear penales porque no los pateaba. Me quedaba en los entrenamientos un rato con algunos arqueros. Al jugar de ‘9′ tienes que aprender a cubrir, que te golpeen, tener paciencia. Eso me lo enseñó el ‘Checho’ Ibarra, por eso pude hacer como 19 goles en Cienciano. He tratado de enseñarlo cuando estaba con los chicos, pero no muchos lo tienen.
- ¿El arquero que más goles le metiste?
El arquero que más goles le hice fue a Jorge Rivera, el colombiano, creo que le hice 8 o 9. Y él me tapó dos penales en mismo partido, imagínate. Contando mis goles ya habían 31 o 32 equipos que les había hecho goles.
- En una última entrevista comentaste de que no te acordabas cuando saliste campeón con Alianza Lima...
Era broma porque no soy malagradecido. Alianza me dio la oportunidad de ese año jugar el fútbol porque muy poco saben que mi hermano llamó a la ‘U’ para avisar que me iba a Alianza y no les importó. Alianza me quería de mucho tiempo, fue difícil para mí, pero tenía familia y una hija, no podía dejar de ser profesional. Primero soy profesional antes del hinchaje. El club me trató de la mejor manera, el grupo también y la hinchada va y viene, todos sabían que era de la ‘U’ y me insultaban. Los de oriente; los de sur no tanto porque tuve la oportunidad de hablar con el jefe de barra y con ‘Pepe’ Soto, y les dijo que me trataran de la mejor manera. Me dijeron que esté tranquilo porque todos saben de qué equipo eres, pero mientras te saques la mier.... por el equipo, no pasará nada. Campeoné y me fui al siguiente año a Cristal porque Sampoli me llamó.
- ¿En qué quedó el enfrentamiento que tuviste con Julio César Uribe?
Pasó ahí, quedó ahí. Al día siguiente, el ‘profe’ salió a pedir disculpas porque nombró a mi mamá. Esto es parte del fútbol, a veces uno saca de sus casillas a las personas y pasó. Obviamente, quedó para la historia y toda la vida me lo van a recordar hasta que sea viejo.
- ¿Y qué pasó con Aldo Corzo?
Fue por el momento, la calentura del partido. Cuando lo conté fue más de anécdota o de risa a que vaya a pasar algo más, sería algo tonto, ilógico que algo de la cancha se salga de ahí. No tengo ningún problema con Aldo, es capitán de la ‘U’ y como hincha estoy agradecido por todo lo que hizo por el club. Yo sabía que era hincha de la ‘U’ porque cuando jugábamos en contra, siempre me decía que quería jugar en la ‘U’.
- Sueles mencionar a tu mamá en tus anécdotas, ¿qué tan difícil son las celebraciones por el Día de la Madre tras su fallecimiento?
Es difícil porque no solo viene el Día de la Madre, justo mi mamá cumple años el 29 de abril, muere el 6 de mayo y viene el Día de la Madre; entonces tengo dos semanas duras. Pensé que mi mamá me iba a durar hasta los 90 años, nos dimos cuenta que tenía cáncer, nos agarró en época de la pandemia cuando nos dijeron que era cáncer terminal. Tengo que hacerme la idea de que no tengo papás más de tres años, es duro porque obviamente mi mamá está en mis anécdotas. Era la que no quería que juegue fútbol y, al final, recortaba mi apellido en algún lugar, la que se peleaba con los periódicos cuando me insultaban, la que trataba de ir al estadio siempre, la que me llamaba antes de los partidos durante mi carrera. Ahora, te imaginas que cuando murió y yo tenía que jugar un partido con Cienciano antes de retirarme, tuve que llamar al preparador físico para que me dé algo porque no paraba de llorar. La llamada que hacía en el bus era a mi mamá y dije mier..., me sentí mal porque ya no podía hablar con ella. Mi llamada de toda la vida, no la podía hacer. Me dolió mucho porque mi mamá no pudo ver mi despedida del fútbol, y mi papá no pudo ver mi debut. Fue muy duro para mí y por eso no quería seguir jugando fútbol, hasta el día de hoy me siento extraño.