PNP captura a “Los Malévolos de Huáscar” de SJL: banda criminal vendía droga y rendía culto a Pablo Escobar

Con antecedentes por tráfico de drogas, los líderes de la banda mantenían un santuario macabro para “proteger” sus operaciones. El Escuadrón Verde frustró sus planes tras una minuciosa vigilancia

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La PNP detuvo a tres integrantes de una banda criminal que operaba en San Juan de Lurigancho. Se les incautó droga y un altar con imágenes de Pablo Escobar, Chucky y Freddy Krueger. Youtube: Latina Noticias

En una operación ejecutada por el grupo Terna del Escuadrón Verde, la Policía Nacional intervino un inmueble en San Juan de Lurigancho que funcionaba como base de una presunta organización delictiva dedicada a la venta ilegal de drogas. En el lugar, las autoridades encontraron cientos de envoltorios con pasta básica de cocaína y clorhidrato de cocaína, además de imágenes y figuras de personajes vinculados al crimen o al terror como Pablo Escobar, Freddy Krueger, Chucky y Jason.

Los intervenidos formaban parte de una agrupación conocida como “Los Malévolos de Huáscar”, señalada por las autoridades como una de las principales distribuidoras de estupefacientes en Lima Este. Entre los detenidos figura un exconvicto, su pareja con antecedentes similares y un joven que cumplía funciones de vigilancia. El caso quedó en manos de la División de Investigación Criminal (Divincri) de la zona.

El altar del crimen

Durante el operativo, los agentes descubrieron en una repisa varias imágenes que, según indicaron, eran utilizadas por los miembros del grupo como una suerte de protección espiritual. Entre las figuras colocadas en el altar estaban las de Pablo Escobar, célebre narcotraficante colombiano; Freddy Krueger y Chucky, íconos del cine de terror; y Jason, otro personaje ficticio relacionado con el miedo. Los policías aseguraron que estos elementos formaban parte de un ritual simbólico que los implicados realizaban antes de ejecutar sus actividades ilícitas.

Durante el operativo, la Policía
Durante el operativo, la Policía halló envoltorios de PBC y clorhidrato de cocaína junto a un altar con figuras de películas de terror. Captura: Latina Noticias

En medio de velas, fotografías y estatuillas, los agentes también hallaron droga escondida entre muebles, dentro de bolsas y detrás de puertas. Según las autoridades, se trataba de un punto habitual de venta que operaba sin mayores obstáculos. La estructura de la casa permitía ocultar fácilmente los productos ilegales y dificultaba el ingreso policial, por lo que fue necesario actuar con rapidez y precisión.

“Porque es fácil trabajar con la gente”

Uno de los momentos más reveladores del operativo se dio cuando los agentes interrogaron al supuesto cabecilla, quien respondió sin rodeos. Consultado por qué se dedicaba a ese delito, el hombre replicó que lo hacía “por tonto” y porque le resultaba más sencillo “trabajar con la gente” de esa manera.

Este sujeto fue identificado como Miller Chipa Carracancha, de 38 años, conocido con el alias de “Patrón”. Había cumplido una condena anterior por tráfico de drogas. A su lado fue detenida Alicia Huerta Carrasco, de 44 años, apodada “Patico”, quien sería su pareja y cómplice directa. Ambos convivían en la vivienda intervenida y coordinaban desde allí la distribución de la droga.

El rol del campana

La Policía desarticuló una organización
La Policía desarticuló una organización familiar que traficaba cocaína y PBC. En su casa, usaban figuras de Escobar y personajes de películas de terror como símbolos de protección. Composición: Panamericana/ Infobae Perú

Para evitar que el grupo fuera sorprendido, contaban con un joven vigilante que permanecía en los exteriores del domicilio. Se trataba de Gabriel Sánchez Rubiños, de 21 años, quien tenía el apodo de “Topo”. Su función era alertar si detectaba presencia policial o movimientos sospechosos cerca del lugar. Sin embargo, durante el operativo, fue interceptado antes de que pudiera emitir alguna señal de advertencia.

Tras su captura, los agentes ingresaron a la vivienda donde hallaron envoltorios con PBC humedecida, así como bolsas con clorhidrato de cocaína listas para su comercialización. Parte del estupefaciente se encontraba camuflado entre objetos de uso doméstico y compartimentos improvisados en las paredes. La disposición del espacio hacía evidente que se trataba de un centro de acopio y distribución.

Operaban con antecedentes

Los tres intervenidos presentaban un historial vinculado al delito de tráfico de drogas. Tanto Chipa como Huerta habían sido detenidos anteriormente por el mismo motivo. A pesar de sus antecedentes, retomaron sus actividades en la zona de Huáscar, donde construyeron una red de microcomercialización con aparentes ramificaciones locales.

El caso fue asumido por la División de Investigación Criminal (Divincri) 2 de San Juan de Lurigancho, que ahora deberá determinar si existen más implicados en la red. Se sospecha que operaban con conocimiento del terreno y respaldo informal en la zona, lo cual les permitió mantenerse activos sin ser detectados por un tiempo prolongado.

Los detenidos fueron llevados a la comisaría junto a las figuras de su altar, ahora como evidencia en una investigación por tráfico ilícito de drogas en organización criminal. El inmueble, por su parte, quedó asegurado mientras se realizan las diligencias correspondientes.