Jefferson Farfán se sube a micro, se pierde y no paga pasaje: “Qué sensación más sabrosa”

A veces uno necesita bajarse de la camioneta lujosa, guardar los relojes caros y volver a lo básico. O al menos eso pensó Jefferson Farfán, quien sorprendió a todos —y probablemente a sí mismo— al subirse a un bus público como cualquier ciudadano más. Porque sí, la ‘Foquita’ decidió revivir esos días en los que moverse en micro era parte de la rutina diaria.

En una transmisión en vivo, el exjugador de Alianza Lima, hoy también uno de los principales inversionistas del centro comercial KM40, demostró que no ha perdido el toque popular. En lugar de aparecer rodeado de seguridad y vidrios polarizados, se enfundó una polera con capucha, gorra y lentes oscuros, y se lanzó a la aventura urbana en modo incógnito.

“Estoy con la gente aquí, con el público”, soltó mientras grababa el trayecto, con una sonrisa que no disimulaba la nostalgia. Y aunque intentó pasar desapercibido, los pasajeros lo reconocieron de inmediato. Él, lejos de incomodarse, respondió con humor: “Mi galáctico, ¿cómo estás?”.

Eso sí, no todo fue glamour sobre ruedas. En un momento, Jefferson Farfán tuvo que admitir que no reconocía la ruta. “¿Para dónde me lleva este carro?”, preguntó entre risas, como quien ya perdió la práctica de leer rutas o ubicar paraderos. Pero su confusión solo sumó a la experiencia.

Incluso, la exfigura de la selección peruana se permitió lanzar una broma coqueta a una pasajera: “Mi amiga galáctica está un poco nerviosa. Dame luz, bebé”.

También tuvo palabras de agradecimiento para la cobradora, que emocionada por tener a Farfán a bordo, decidió no cobrarle el pasaje. “Aquí está la cobradora, le agradezco. Hoy no me ha cobrado, estoy yendo gratis”, comentó el exfutbolista.

Pero no todo fue celebración. En un punto del recorrido, el micro quedó atrapado en el tráfico limeño, ese que ni las estrellas de la selección pueden esquivar. “Hay tráfico”, se quejó Jefferson Farfán con resignación, aunque rápidamente volvió a su tono optimista, como si ese pequeño contratiempo también formara parte del viaje.

Para cerrar su transmisión, el exfutbolista dejó una reflexión cargada de identidad y gratitud: “Qué sensación más sabrosa, hace tiempo no me subía a un micro. A revivir mis raíces, así empezó todo. En el micro, en la calle. Quería compartir este momento con ustedes, no se olviden de dónde vinieron. Raíz es raíz. Les mando un fuerte abrazo a todos, dame luz, bebé”.

Aunque brilló en Europa y llegó a disputar una semifinal de Champions League, Jefferson Farfán nunca ha olvidado sus raíces. El exfutbolista, ídolo de Alianza Lima y figura histórica de la selección peruana, creció en Villa El Salvador, uno de los distritos más emblemáticos de Lima.

Fue en esas pistas donde nació su picardía y potencia, cualidades que lo llevaron a convertirse en una leyenda del fútbol nacional. Allí, entre “pichangas” con amigos del barrio, comenzó a forjarse el carácter del jugador que más tarde destacaría en clubes como el PSV Eindhoven y el Schalke 04.

En marzo de 2023, un video viral en TikTok mostró a la ‘Foquita’ de regreso en su barrio, reencontrándose con sus amigos de infancia y saludando a vecinos que lo recibieron entre sonrisas, saludos y pedidos de autógrafos. El clip, compartido por la usuaria @gladysrosales15, superó el millón de vistas.

Farfán, quien se retiró del fútbol en 2022 tras ganar el bicampeonato con Alianza, demostró una vez más que el éxito no le ha hecho olvidar de dónde viene. Como él mismo ha dicho: “Raíz es raíz”. Y en su caso, esa raíz está en Villa El Salvador.