Interceptan en España casi una tonelada de cocaína enviada desde Perú en sacos de cebolla: hay 11 detenidos y un prófugo

Un cargamento proveniente de Perú encendió las alarmas de las autoridades en España. Un operativo conjunto entre la Policía Nacional española, la Policía portuguesa y la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) permitió la desarticulación de una organización dedicada al tráfico de cocaína en Europa. La droga, oculta en contenedores de cebollas, llegó al puerto de Valencia, pero el seguimiento a los movimientos de la red llevó a la incautación de casi una tonelada del estupefaciente.

El caso se convirtió en un punto clave dentro de la lucha contra el narcotráfico internacional. La sofisticación del método empleado para el transporte de la droga y la estructura delictiva que operaba desde distintos países pusieron a prueba las capacidades de los investigadores. Las pesquisas, iniciadas en noviembre de 2024, permitieron trazar el recorrido de los envíos y establecer los nexos entre los detenidos.

El operativo arrancó con el rastreo de una empresa en Portugal, identificada como destinataria de los envíos provenientes de Sudamérica. En España, la organización utilizaba otra firma para gestionar el transporte, lo que dificultaba el rastreo de las operaciones. La estrategia permitía ocultar la verdadera procedencia de la mercancía y evitar sospechas en las inspecciones aduaneras.

En diciembre, los agentes detectaron un envío de tres contenedores procedentes del Puerto de Paita, en Piura, con destino al Puerto de Valencia, en España. Los registros indicaban que transportaban sacos de cebolla, pero los movimientos inusuales de los implicados llevaron a intensificar la vigilancia. La carga fue trasladada a una nave industrial, donde la red implementó maniobras de contravigilancia con el objetivo de detectar cualquier intento de intervención policial.

El momento clave se produjo cuando los agentes irrumpieron en el almacén en el instante en que los miembros de la red extraían la droga de los contenedores. La operación permitió la incautación de 940 kilogramos de cocaína y la detención de seis personas en el lugar. Durante el registro, se hallaron dispositivos de vigilancia que transmitían imágenes en directo, lo que evidenció el nivel de seguridad con el que operaban los criminales.

Las investigaciones continuaron con el propósito de desmantelar toda la estructura y ubicar a los responsables de la importación y distribución del estupefaciente. La red operaba con una jerarquía bien definida, donde cada miembro cumplía funciones específicas para garantizar el éxito de las operaciones.

El seguimiento a la estructura delictiva llevó a la identificación de dos hermanos como los principales responsables de la logística y distribución de la droga. Uno de ellos fue detenido en el aeropuerto de Madrid-Barajas cuando intentaba abordar un vuelo con destino a Dubái, mientras que el otro fue arrestado en Algeciras.

Sin embargo, uno de los principales cabecillas logró escapar y actualmente es buscado a nivel internacional. Se trata de un narcotraficante con un amplio historial delictivo y múltiples requisitorias judiciales. Su hermano gemelo fue arrestado en Colombia meses atrás y posteriormente extraditado a España.

En total, la operación dejó once detenidos en distintas ciudades, además de la emisión de una orden internacional de detención. La incautación de casi una tonelada de cocaína representó un golpe significativo para la organización, cuyas conexiones en Europa siguen siendo objeto de investigación.

Las autoridades han resaltado el grado de especialización con el que operaba la red criminal. La utilización de empresas pantalla y la planificación detallada de los envíos demostraron el alcance de las organizaciones dedicadas al tráfico de drogas. Las técnicas empleadas para evadir controles aduaneros y la logística de distribución en el continente europeo forman parte de un entramado complejo que continúa bajo investigación.

El tráfico de cocaína desde Sudamérica hacia Europa sigue siendo una de las principales preocupaciones de las autoridades. En esta ocasión, la incautación en Valencia dejó en evidencia las estrategias utilizadas por las redes criminales para trasladar grandes cantidades de droga sin ser detectadas. La operación permitió no solo la detención de los implicados, sino también la obtención de información clave para frenar futuras actividades delictivas.