La otra brecha laboral: las mujeres están priorizando el teletrabajo antes que el aumento salarial en el Perú, ¿Por qué?

La Generación Z, conocida por su enfoque en la innovación y la transformación del entorno laboral, está marcando una nueva era en el mercado de trabajo. Sin embargo, las mujeres de esta generación continúan enfrentando desafíos imperecederos que limitan su participación y crecimiento profesional. Según el informe “Radiografía de las Mujeres en el Trabajo 2025″, elaborado por Buk, las desigualdades estructurales continúan, afectando de manera desproporcionada a las jóvenes trabajadoras.

De acuerdo con los datos presentados en el informe, la brecha de género en el ámbito laboral sigue siendo alarmante. Aunque las tasas de desempleo entre hombres y mujeres jóvenes son similares, con un 13% y un 12,9% respectivamente según cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de 2024, la disparidad se hace evidente en otros indicadores. Más del doble de mujeres jóvenes, un 28,1%, ni estudian ni trabajan, en comparación con el 13,1% de los hombres. Esta diferencia de 15 puntos porcentuales refleja las dificultades que enfrentan las mujeres para acceder al mercado laboral y mantenerse en él.

El informe de Buk destaca que la flexibilidad laboral es una de las prioridades más importantes para las mujeres de la Generación Z. Mientras que el 46% de las mujeres y el 42% de los hombres de esta generación valoran el ambiente laboral como el aspecto más relevante, las preferencias secundarias muestran diferencias significativas entre géneros. Un 40% de las mujeres prioriza la flexibilidad laboral, en contraste con el 41% de los hombres que otorgan mayor importancia al salario.

Este énfasis en la flexibilidad no está relacionado únicamente con la maternidad o la edad, sino que parece ser una característica transversal entre las mujeres jóvenes. Además, las oportunidades de desarrollo profesional también ocupan un lugar destacado en sus prioridades, con un 34% de mujeres centennials que consideran este aspecto esencial, frente al 37% de los hombres. Según el informe, las mujeres de esta generación valoran el crecimiento profesional más que las mujeres de generaciones anteriores, lo que indica un cambio en las expectativas laborales femeninas.

Otro hallazgo relevante del informe es la percepción de confianza en el entorno laboral. Según Sebastián Ausin, country manager de Buk Perú, los hombres de todas las generaciones muestran niveles más altos de confianza en sus empresas que las mujeres, con una brecha de hasta cinco puntos porcentuales. Sin embargo, las mujeres de la Generación Z presentan una mayor confianza en sus colegas en comparación con las mujeres de generaciones anteriores.

Esta percepción podría estar vinculada a un entorno laboral que, aunque todavía desigual, comienza a mostrar señales de mayor inclusión y colaboración. No obstante, la confianza en las organizaciones sigue siendo un desafío, especialmente para las mujeres jóvenes, quienes enfrentan barreras estructurales que dificultan su integración plena en el mercado laboral.

El informe “Radiografía de las Mujeres en el Trabajo 2025″ subraya que, a pesar de los avances en la redefinición de las dinámicas laborales por parte de la Generación Z, las mujeres jóvenes continúan lidiando con desigualdades estructurales que limitan su desarrollo profesional. Estas barreras no solo afectan su acceso al empleo, sino también su capacidad para mantenerse y crecer dentro de las organizaciones.

En este contexto, Sebastián Ausin enfatiza la importancia de implementar políticas de equidad de género que promuevan un mercado laboral más justo e inclusivo. Según el representante de Buk Perú, estas medidas son fundamentales para garantizar que las nuevas generaciones puedan desarrollarse en un entorno laboral que valore la diversidad y la igualdad de oportunidades.

El informe concluye que factores como la flexibilidad laboral, el acceso a oportunidades de desarrollo y la confianza en el entorno son determinantes para mejorar la experiencia profesional de las mujeres de la Generación Z. Sin embargo, para que estas prioridades se traduzcan en cambios reales, es necesario abordar las desigualdades estructurales que persisten en el mercado laboral actual.

La irrupción de la Generación Z en el ámbito laboral representa una oportunidad para transformar las dinámicas tradicionales y construir un entorno más inclusivo. Sin embargo, el camino hacia la equidad de género sigue siendo largo, y las mujeres jóvenes continúan enfrentando desafíos que requieren atención urgente por parte de las empresas y los responsables de políticas públicas.