ISA, empresa acusada de dejar Chile a oscuras, también opera en el Perú: ¿Qué tan posible es un apagón masivo en nuestro país?

La oscuridad de Chile refleja riesgos que la región no puede ignorar. Perú comparte operador eléctrico con el país afectado. ¿Es momento de reforzar nuestra infraestructura antes de que sea muy tarde?

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Aunque el sistema eléctrico peruano
Aunque el sistema eléctrico peruano cuenta con fortalezas significativas, los eventos extremos representan un desafío que requiere una preparación constante y una mejora continua de las estrategias de contingencia. En tanto, ISA atribuyó apagón en Chile a una activación indeseada de sus sistemas de protección

Un fallo en la infraestructura eléctrica de Chile dejó sin suministro de energía al 90% del país este martes, afectando a millones de personas desde Arica hasta la región de Los Lagos. Según informó el presidente Gabriel Boric, el incidente se originó en una falla en la línea de transmisión entre Vallenar y Coquimbo, operada por la empresa ISA InterChile, filial del conglomerado colombiano Ecopetrol. Aunque el servicio fue completamente restablecido el miércoles 26 de febrero de 2025, el evento ha generado interrogantes sobre la posibilidad de que un apagón de esta magnitud ocurra en otros países de la región, como Perú.

De acuerdo con las declaraciones del presidente Boric, el apagón fue provocado por un colapso en la red eléctrica que afectó a gran parte del territorio chileno, paralizando el transporte, interrumpiendo las comunicaciones móviles y deteniendo las actividades cotidianas. ISA InterChile, responsable de la línea afectada, es una de las principales empresas del sector energético en Chile, con una amplia presencia en América Latina, incluyendo países como Argentina, Brasil, Bolivia, Perú y Centroamérica. La compañía cuenta con 53 empresas bajo su control y emplea a más de 5.000 personas, lo que subraya su importancia en la infraestructura energética de la región.

ISA Perú es una empresa
ISA Perú es una empresa peruana que forma parte del grupo Interconexión Eléctrica. Posee la concesión para la construcción, suministro y operación de las LLTT Oroya Carhuamayo y Aguaytía-Pucallpa. En 2020, adquirió el 100% de las acciones de Orazul Energy Group en Perú. EFE/Presidencia de Chile

La robustez del sistema eléctrico peruano

En el contexto de este incidente, el presidente del Comité de Operación Económica del Sistema Interconectado Nacional (COES) de Perú, César Butrón, analizó para Infobae Perú la posibilidad de que un apagón de esta magnitud ocurra en el sistema eléctrico peruano. Según explicó, aunque no se puede descartar completamente la posibilidad de un evento similar, las características del sistema eléctrico peruano lo hacen significativamente más robusto y menos vulnerable a fallos de gran escala.

Butrón destacó que el sistema eléctrico peruano no es tan longitudinal como el chileno, lo que reduce el riesgo de que una falla en una línea de transmisión afecte a todo el país. Además, señaló que Perú tiene una menor penetración de energías renovables, como la solar y la eólica, que aunque son beneficiosas desde el punto de vista ambiental, carecen de la capacidad de reserva que ofrecen las centrales térmicas y las hidroeléctricas. Estas últimas, al contar con grandes máquinas rotativas, generan inercia, un concepto clave para la estabilidad del sistema eléctrico en caso de fallos.

César Butrón, presidente del COES.
César Butrón, presidente del COES. Ningún país está completamente exento de riesgos, lo que resalta la importancia de adoptar medidas proactivas para garantizar la seguridad y la estabilidad del suministro eléctrico en un mundo cada vez más impredecible.

La inercia, explicó Butrón, es la capacidad de las máquinas rotativas, como las de carbón o gas natural, para almacenar energía y mantener el sistema en funcionamiento durante un fallo. En el caso de Chile, la decisión de apagar progresivamente las centrales de carbón por razones ambientales ha reducido esta capacidad, dejando al sistema más expuesto a interrupciones. En contraste, Perú mantiene una combinación de centrales térmicas e hidroeléctricas que proporcionan una mayor estabilidad.

Otro factor clave es la redundancia en el sistema de transmisión. Según Butrón, la red de transmisión peruana está diseñada con múltiples rutas alternativas, lo que permite redirigir la energía en caso de fallos en una línea principal. Esto contrasta con el sistema chileno, donde la falla en una línea troncal puede tener un impacto más amplio, como ocurrió en este caso.

El mercado eléctrico peruano tiene
El mercado eléctrico peruano tiene 3 verticales de negocio: Generación (hidroeléctricas, por ejemplo), Transmisión (torres de alta tensión, por ejemplo), y Distribución (Luz del Sur, por ejemplo).

El problema con las energías renovables

A pesar de las fortalezas del sistema eléctrico peruano, Butrón reconoció que ningún país está completamente preparado para enfrentar eventos extremos, como ataques terroristas, guerras o desastres naturales de gran magnitud. En estos casos, la caída de torres de transmisión o la interrupción de líneas troncales podría generar restricciones significativas en el suministro de energía.

El experto también subrayó la importancia de los planes de contingencia, que son diseñados por el COES para responder a fallos técnicos y garantizar la recuperación del sistema en el menor tiempo posible. Sin embargo, en situaciones catastróficas, como un terremoto que afecte múltiples torres de transmisión, la recuperación podría tomar más tiempo, dependiendo de la magnitud del daño.

Chile ha registrado un crecimiento
Chile ha registrado un crecimiento del 30% en capacidad solar y eólica en 2024, así como el compromiso regional de alcanzar un 70% de energías renovables para 2030. Una hidroeléctrica es una renovable "convencional", pero si hablamos de fuentes solares, geotérmicas o eólicas, hablaríamos de "no convencionales" (RER).

Butrón enfatizó que la transmisión es el componente más sensible del sistema eléctrico, ya que por una sola línea troncal puede fluir la energía generada por varias centrales. Si una línea de transmisión falla, no hay una forma inmediata de reemplazarla, lo que puede generar un impacto significativo en el suministro. En cambio, la generación está distribuida en diferentes regiones del país, lo que reduce la probabilidad de que todas las centrales sean afectadas simultáneamente.

En Perú, las principales centrales de generación están ubicadas en diversas zonas, como Mantaro, Cerro del Águila, Carhuaquero, Talara e Ilo, lo que proporciona una mayor resiliencia frente a fallos localizados. Sin embargo, una falla en las líneas de transmisión de 500 kilovoltios, que son las principales arterias del sistema, podría tener consecuencias graves, especialmente en regiones de alta demanda como Lima, que consume casi el 50% de la energía del país.

La central hidroeléctrica del Mantaro,
La central hidroeléctrica del Mantaro, la más grande del país. El sistema eléctrico peruano (SEIN) es como una gran telaraña de suministro continuo donde cada empresa generadora aporta con su propia fuente. Cuando una cae, las otras tienen que compensar. Si la compensación tarda o no llega, se puede producir un apagón.

La vulnerabilidad del sistema eléctrico frente a desastre extremos

Erick García, exdirector de hidrocarburos del Ministerio de Energía y Minas (Minem) de Perú, explica para Infobae Perú que aún no se han determinado las razones exactas del colapso en Chile. García señaló que podría tratarse de problemas en la transmisión, fallos en la generación eléctrica o incluso la intermitencia de las energías renovables no convencionales, como la solar y la eólica.

Según el especialista en energías, uno de los principales riesgos para el sistema eléctrico peruano radica en la dependencia de la generación térmica, que utiliza gas natural como principal fuente de energía. Un fallo en el gasoducto de Camisea, operado por Transportadora de Gas del Perú (TGP), podría tener consecuencias graves para el suministro eléctrico del país.

En este sentido, destacó la importancia de contar con redundancia en el sistema energético, incluyendo almacenamiento de gas natural licuado (GNL) y medidas de contingencia para garantizar el suministro en caso de emergencias. Además, subrayó la necesidad de fortalecer la infraestructura de transmisión eléctrica y de planificar cuidadosamente la integración de energías renovables no convencionales en el sistema.

Erick García señaló que, aunque
Erick García señaló que, aunque el sistema de transmisión peruano es robusto, es fundamental que el Comité de Operación Económica del Sistema Interconectado Nacional (COES) tome medidas para evitar problemas similares a los ocurridos en Chile.

García también se suma al debate sobre el papel de las renovables no convencionales en los sistemas eléctricos de la región. Según García, aunque Chile ha impulsado significativamente el uso de las llamadas RER, esto ha generado desafíos relacionados con la intermitencia de estas fuentes. En contraste, Perú cuenta con una matriz energética más diversificada, donde más del 60% de la generación proviene de fuentes renovables, principalmente hidroeléctricas.

Finalmente, advirtió que no es recomendable forzar un cambio hacia las RER “sin una planificación adecuada”. Según el experto, es crucial que el COES determine cuánto de estas energías puede integrarse al sistema sin comprometer estabilidad, y enfatizó la necesidad de reforzar la infraestructura de transmisión con servicios complementarios que permitan una operación segura y eficiente del sistema eléctrico.

Lima representa alrededor del 50%
Lima representa alrededor del 50% del consumo de electricidad del Perú. A su vez, la energía que consume Lima se produce con plantas termoeléctricas ubicadas al sur de la ciudad, con gas natural que llega por el ducto de TGP desde Camisea (Cusco).

Las lecciones del terrorismo: ¿Quién se quedaría primero sin luz en el Perú?

El apagón en Chile ha llevado a reflexionar sobre la seguridad del sistema eléctrico en Perú. Según el especialista en energía Rafael Laca, del grupo Enerkory, aunque el sistema peruano presenta diferencias significativas con el chileno, no está exento de riesgos. Sin embargo, el especialista recordó que Perú ha enfrentado desafíos en el pasado, como los ataques terroristas durante la época de Sendero Luminoso, que afectaron severamente la infraestructura eléctrica.

“En nuestro país, tendrían que vulnerar tanto el sistema eléctrico como el de gas natural para generar un apagón de gran magnitud”, señaló Laca para Infobae Perú, quien también destacó que esta información es considerada reservada por motivos de seguridad nacional.

Rafael Laca explica que el
Rafael Laca explica que el sistema eléctrico peruano cuenta con circuitos redundantes y líneas de transmisión de alta capacidad, como las de 500 y 220 kilovoltios, lo que reduce la probabilidad de un colapso total.

Laca subrayó que el sistema eléctrico chileno es “totalmente diferente” al peruano, tanto en términos de generación como de transmisión. Mientras que Chile depende en gran medida de la importación de gas natural y de fuentes renovables como la energía solar y eólica, Perú cuenta con una reserva fría del 30% en su sistema energético, lo que incluye plantas termoeléctricas en Ilo y Mollendo.

¿Y en caso de un racionamiento por emergencia energética en Perú? Pues la ley establece que los primeros en ser desconectados serían los “clientes libres”, que incluyen grandes consumidores como las empresas mineras. Estas compañías, que suelen consumir entre 20 y 30 megavatios, serían seguidas por los clientes industriales regulados y, finalmente, por los usuarios domésticos y hospitales.

De cualquier manera, Laca también recordó que los hospitales y otros servicios esenciales están diseñados para mantenerse operativos incluso en situaciones de emergencia, gracias a la existencia de grupos electrógenos. Este enfoque busca minimizar el impacto en la población general y garantizar su continuidad.

En Chile ya acusan su
En Chile ya acusan su cambio de matriz del carbón a renovables. La recuperación del suministro eléctrico no solo depende de la infraestructura dañada, sino también de factores externos, como la disponibilidad de recursos, la accesibilidad a las zonas afectadas y la coordinación entre las entidades responsables.