Oleajes anómalos afectan el litoral peruano: 12 puertos cerrados y riesgo de nuevos eventos tras el 28 de enero

Presencia de piedras y restos marinos en áreas urbanas costeras, como la Costa Verde, dificultando el tránsito vehicular y peatonal

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Muelle en riesgo por las
Muelle en riesgo por las fuertes marejadas

Desde el pasado 21 de enero, el litoral peruano viene enfrentando la presencia de oleajes anómalos que han llevado al cierre temporal de 12 puertos, principalmente en la región de la costa central del país. Según informó la Dirección de Hidrografía y Navegación de la Marina de Guerra del Perú, el fenómeno responde a oleajes provenientes de dos direcciones distintas: primero, del noroeste, y actualmente, del suroeste.

Este último evento se vincula con una intensificación de vientos en zonas lejanas al continente, lo que genera ondas que alcanzan las costas peruanas. Aunque su intensidad se considera ligera, las restricciones se mantienen para garantizar la seguridad de las actividades marítimas y terrestres cercanas a la costa.

El capitán de fragata Enrique Barea, jefe del Departamento de Oceanografía de la Marina, explicó que este tipo de oleaje responde a factores naturales, como vientos intensos en áreas remotas. “Este oleaje ha tenido, inicialmente, una intensidad moderada, pero a partir de hoy hemos comenzado a experimentar un oleaje proveniente del sur con una intensidad ligera. Este afectará mayormente la zona sur y centro del país”, detalló.

El impacto no solo se limita a los puertos cerrados, sino que también incluye la presencia de piedras y restos marinos arrastrados por las aguas hacia zonas urbanas costeras. En la Costa Verde, por ejemplo, se han reportado obstrucciones en algunas vías, lo que representa un riesgo adicional para los conductores y transeúntes.

Medidas preventivas y recomendaciones

La playa de Máncora transformada:
La playa de Máncora transformada: Donde antes se veían turistas disfrutando de la arena, hoy solo quedan piedras y desolación.

La Marina de Guerra del Perú emitió avisos especiales con recomendaciones dirigidas a pescadores, deportistas acuáticos y conductores que transiten por zonas costeras. Entre las sugerencias, se recalca la importancia de respetar las restricciones de acceso a puertos y playas, estar atentos a los boletines oficiales y priorizar el uso de equipos de seguridad en caso de realizar actividades en el mar.

De acuerdo con los sistemas de monitoreo, el oleaje actual debería disiparse a partir del 28 de enero, devolviendo las condiciones del mar a niveles habituales. No obstante, la Dirección de Hidrografía advirtió que podrían registrarse nuevos eventos en las semanas siguientes, dado que estas fechas son propicias para la formación de oleajes anómalos tanto del norte como del sur.

“Estamos monitoreando constantemente para prever cualquier cambio. Lo más importante es que la población esté informada y actúe con responsabilidad”, puntualizó el comandante Barea.

Además de las restricciones marítimas, se mencionó la posibilidad de que ciertas zonas costeras permanezcan con accesos limitados debido a residuos arrastrados por el mar. Por ello, las autoridades reiteraron la necesidad de planificar cualquier actividad en estas áreas, considerando los avisos meteorológicos.

Efectos climáticos relacionados

Las olas llegaron alcanzar los
Las olas llegaron alcanzar los 7 metros durante el maretazo que se registró en Piura. - Crédito: Difusión

Un factor adicional que acompaña este fenómeno es el afloramiento de aguas frías, causado por el incremento de vientos en la región. Este proceso implica que el agua más fría del fondo marino ascienda a la superficie, enfriando el ambiente y generando interacciones con la atmósfera que derivan en nubosidad y neblina.

La neblina observada en los últimos días, especialmente en zonas como Lima e Ica, ha reducido significativamente la visibilidad, afectando tanto las actividades marítimas como el tránsito en carreteras cercanas al mar. “Es un fenómeno temporal, pero su impacto puede ser considerable si no se toman precauciones”, destacó el jefe de Oceanografía.

Aunque el fenómeno de los oleajes anómalos parece estar bajo control, las autoridades insisten en que la atención a los avisos oficiales y el cumplimiento de las restricciones son esenciales para evitar incidentes. Los sistemas de monitoreo continuarán evaluando el comportamiento del mar, mientras la población debe mantenerse informada para actuar con cautela.