Científicos descubren tatuajes en momias peruanas de la cultura Chancay, de hace más de 700 años de antigüedad, exactamente de 1250 D. C.
En diálogo con Associated Press, Michael Pittman, coautor del estudio y arqueólogo de la Universidad China de Hong Kong, indicó que la tinta negra usada no es visible a simple vista, por lo que tuvieron que usar láseres para que la dermis emita un leve brillo. “Básicamente, convertimos la piel en una bombilla”, dijo el coautor Tom Kaye, de la Fundación para el Avance Científico en Sierra Vista, Arizona.
Se analizaron alrededor de 100 momias de esta civilización que surgió antes del imperio Inca, es decir, cuando el reino de España todavía no invadía esta parte del continente.
Todas las muestras tenían algún tipo de tatuaje, expone AP, en una parte de sus cuerpos, como las manos, los nudillos y los antebrazos.
Deter-Wolf, experto en tatuajes precolombinos y arqueólogo en la División de Arqueología de Tennessee, mencionó a AP que estos hallazgos fueron “útiles para aprender sobre nuevas tecnologías no destructivas que pueden ayudarnos a estudiar y documentar materiales arqueológicos sensibles”, como son las momias, en este caso.
Pittman, por su parte, señaló que el estudio se centró en cuatro individuos con tatuajes “excepcionales”, que tenían formas geométricas como triángulos y rombos. Si bien no se sabe exactamente cómo se realizaron, tienen una calidad “que se compara con los tatuajes eléctricos realmente buenos de la actualidad”, afirma Deter-Wolf.
Los resultados de este informe sobre las momias peruanas se publicaron el lunes 13 de enero en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Los tatuajes a lo largo de la historia
Según la Associated Press, los tatuajes más antiguos que se conocen están en restos de un hombre neolítico que vivió en los Alpes italianos alrededor del año 3000 a.C.
También hay ejemplares de momias del Antiguo Egipto y de otras culturas con estas características. Esto se explica en que estas técnicas eran usadas como marca de identidad, para estatus social o incluso para alejar enfermedades y mejorar las relaciones con espíritus o dioses, explica a AP Lars Krutak, arqueólogo del Museo Internacional de Arte Popular en Santa Fe, Nuevo México.
“Cuando tenemos acceso a tatuajes antiguos, nos ofrecen perspectivas emocionantes sobre formas de arte figurativo y abstracto que de otro modo no podríamos analizar”, dijo Martin Smith, arqueólogo de la Universidad de Bournemouth, quien tampoco participó en el estudio.
Los enigmáticos tatuajes de la Dama de Cao
El hallazgo de la Dama de Cao, realizado en 2006 en el complejo arqueológico de El Brujo, ubicado a unos 60 kilómetros de la ciudad de Trujillo, al norte de Perú, marcó un hito en el estudio de las culturas precolombinas. Este sitio, situado en una franja desértica entre los Andes y el océano Pacífico, es considerado una extensión del árido desierto chileno de Atacama.
Los tatuajes que cubren el cuerpo de la Dama de Cao han sido objeto de especial interés. Estos diseños, que incluyen serpientes y arañas, podrían estar relacionados con su estatus religioso o con creencias sobre la vida y la muerte.
El equipo de arqueólogos que trabajaba en El Brujo se encontró con una bóveda funeraria que contenía un fardo de más de 100 kilogramos. En su interior, esperaban hallar los restos de un alto jerarca de la cultura Mochica (o Moche), una civilización que habitó la costa norte de Perú entre los siglos I y VII d.C.
Sin embargo, tras seis meses de cuidadosa excavación, en los que se retiraron capas de mantos de algodón, láminas metálicas y pieles de animales, los investigadores se llevaron una gran sorpresa: los restos pertenecían a una mujer.
La Dama de Cao, como fue bautizada, medía aproximadamente 1,45 metros de altura y estaba rodeada de un impresionante ajuar funerario que incluía 42 narigueras de oro y plata.