La posibilidad de que las comunidades campesinas de Machu Picchu exporten orquídeas a mercados internacionales toma fuerza como parte de un proyecto integral de reforestación liderado por la municipalidad distrital. El alcalde Elvis la Torre Uñacori confirmó que este plan busca dinamizar la economía local al aprovechar las 400 variedades de orquídeas que crecen en la región, fortaleciendo además la sostenibilidad ambiental.
El distrito de Machu Picchu, conocido por su riqueza cultural y natural, cuenta con un extraordinario potencial botánico: 400 variedades de orquídeas registradas en sus diversos microclimas. Este recurso será aprovechado mediante la instalación de viveros en comunidades estratégicas, adaptados a las condiciones de altitud de cada sector, con el objetivo de incrementar su producción y abrir puertas al mercado local y global.
Durante su última visita a zonas productoras, el alcalde destacó que “el sector privado ya exporta orquídeas a países como China, y con este proyecto las comunidades también podrían hacerlo”. Las plantas se comercializarían en mercados internacionales a través de acuerdos entre gobiernos, asegurando la obtención de los permisos necesarios para la exportación. Además, la municipalidad proyecta que la venta de orquídeas en mercados locales beneficiará a los agricultores y creará una fuente adicional de ingresos sostenibles.
Proyecto de reforestación en Machu Picchu
La masificación de las orquídeas forma parte de un plan integral de reforestación, diseñado para restaurar ecosistemas degradados y promover el uso de especies nativas. Entre estas, destaca la tara, que será plantada en las zonas altas del distrito. Este proyecto, que cuenta con un presupuesto estimado en más de 20 millones de soles, busca no solo mejorar la cobertura vegetal de la región, sino también proteger la biodiversidad única del área.
El levantamiento topográfico de las zonas seleccionadas para la reforestación ya está en marcha, y se espera que el perfil técnico sea aprobado en febrero. Una vez implementado, el proyecto transformará tanto los paisajes naturales como las perspectivas económicas de las comunidades involucradas.
Cooperación técnica y gubernamental
El éxito del proyecto depende en gran medida de la cooperación entre las autoridades locales y regionales, así como del apoyo técnico de entidades especializadas. La municipalidad de Machu Picchu trabaja de la mano con el gobierno regional del Cusco para afianzar los aspectos técnicos y administrativos del plan. Según el alcalde, el expediente técnico está siendo desarrollado en colaboración con “Inka Terra”, una organización que posee un orquideario con más de 300 variedades y amplia experiencia en la región.
Esta sinergia busca garantizar que los viveros sean eficientes y productivos, respetando las condiciones ambientales del lugar. Además, se prioriza la participación activa de las comunidades campesinas para asegurar que el proyecto sea sostenible a largo plazo.
Impacto socioeconómico para las comunidades locales
El proyecto beneficiará directamente a las 15 comunidades campesinas de Machu Picchu, donde habitan aproximadamente 2.500 personas. La mayoría de los residentes se dedican a la agricultura tradicional, y esta iniciativa les permitirá diversificar sus actividades económicas, añadiendo valor a sus recursos locales.
“La exportación de orquídeas abrirá nuevos horizontes para nuestras comunidades, dándoles una oportunidad para competir en mercados internacionales”, subrayó el alcalde La Torre para Andina. Este dinamismo económico podría convertir a Machu Picchu en un referente no solo turístico, sino también en la comercialización sostenible de productos naturales de alto valor.
Santuario Histórico de Machu Picchu
El anuncio del proyecto coincidió con la celebración del 44° aniversario del Santuario Histórico de Machu Picchu como área natural protegida. Durante el evento, se destacó la importancia de conservar la biodiversidad única del santuario, que no solo es patrimonio de los peruanos, sino también un tesoro mundial.
La iniciativa de reforestación y exportación de orquídeas está alineada con los principios de sostenibilidad y conservación que rigen las políticas locales. Además, refuerza el compromiso de las autoridades con la protección del ecosistema, asegurando que los recursos naturales de Machu Picchu beneficien a sus comunidades sin comprometer su riqueza para las generaciones futuras.