El personal profesional y técnico de la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) de Cusco se encuentra en estado de alerta permanente debido a las intensas lluvias que afectan a parques, zonas y sitios arqueológicos de la región. Esta medida responde a la necesidad de prevenir posibles emergencias en espacios patrimoniales, donde vigilantes, conservadores y especialistas trabajan activamente para salvaguardar los monumentos históricos. Entre las principales acciones realizadas, destacan las labores de conservación en cabeceras de muros y sistemas de drenaje de aguas pluviales, así como la atención constante a canales y estructuras.
En diciembre de 2024, anticipándose a las precipitaciones previstas para la temporada, se implementaron medidas específicas de mantenimiento y refuerzo en los principales sitios arqueológicos de Cusco, incluyendo Machu Picchu, Sacsayhuamán, Pisac, Ollantaytambo, Chinchero, Moray, Pikillaqta y Raqchi. “Si bien esta labor es permanente en todos los parques, zonas y sitios arqueológicos, en la presente temporada de lluvias se han emitido disposiciones para que el personal esté en estado de alerta permanente, para actuar de manera inmediata en caso de reportarse emergencias que signifiquen riesgo para los visitantes y afecten al patrimonio cultural”, explicó el director de Cultura, Jorge Moya Coháguila.
La declaratoria de alerta también incluye una invocación a la ciudadanía para colaborar con la institución cultural. “Invocamos a la ciudadanía a que coadyuve con la institución cultural, reportando cualquier afectación al patrimonio en la presente temporada de lluvias, que nos permitan atender inmediatamente en salvaguarda de nuestra herencia cultural”, señaló Moya Coháguila. Este estado de vigilancia continuará hasta fines de marzo, coincidiendo con el período de mayor intensidad de precipitaciones en la región andina.
Impacto de las lluvias intensas según el Senamhi
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) emitió una alerta que refuerza la preocupación en torno a las precipitaciones en la región Cusco y otras 15 regiones del país. De acuerdo con el aviso de corto plazo N.º 007-2025, desde el 7 de enero hasta el 8 de enero se registran lluvias intensas, descargas eléctricas y vientos fuertes, con posibilidad de granizo y nieve en zonas de la sierra sur. Las regiones más afectadas incluyen Áncash, Apurímac, Ayacucho, Cajamarca, Huancavelica, Junín, Pasco, Puno y Huánuco, entre otras.
Además, advirtió sobre el riesgo de aniegos e inundaciones debido a la acumulación de agua en periodos de 24 horas, lo que podría comprometer tanto la infraestructura como la seguridad de la población. Ante esta situación, se emitió recomendaciones para proteger los bienes y mantenerse atentos a las alertas locales. En particular, se enfatiza la necesidad de evitar el contacto con cables eléctricos o torres de alta tensión, así como abstenerse de cruzar ríos con caudales elevados.
El estado de alerta en Cusco contempla un monitoreo constante de las estructuras arqueológicas. Este seguimiento se realiza con el objetivo de prevenir daños irreparables en los monumentos que forman parte del patrimonio cultural de la humanidad. Los sistemas de drenaje han sido revisados y reforzados en los principales complejos arqueológicos, mientras que el personal técnico realiza inspecciones regulares para identificar posibles vulnerabilidades.
Machu Picchu, como uno de los destinos más visitados, cuenta con medidas adicionales de protección debido al alto flujo de turistas. Asimismo, en sitios como Sacsayhuamán, Pisac y Ollantaytambo, se implementó estrategias similares para minimizar el impacto de las lluvias. La coordinación con las autoridades locales y el cumplimiento de planes de contingencia resultan fundamentales para garantizar la preservación de estos espacios.
El Senamhi señaló la importancia de que las autoridades locales ejecuten planes de contingencia adaptados a las condiciones climáticas actuales. Esto incluye la preparación de sistemas comunitarios de alerta temprana, la organización de la población y el monitoreo permanente de ríos para prever posibles evacuaciones. Estas acciones buscan mitigar los riesgos asociados con las precipitaciones intensas y garantizar una respuesta efectiva ante cualquier emergencia.
Cronograma de reservas y venta de boletos
El Ministerio subrayó la existencia de un cronograma establecido para la adquisición de boletos durante todo el año 2025. Desde el próximo 13 de enero se podrán realizar reservas para el mes de febrero, y en días consecutivos estarán disponibles los boletos para los meses de marzo, abril, mayo y junio, hasta completar las reservas del segundo semestre. Estas medidas se enmarcan en lo indicado por la Resolución Ministerial 043-2024-MC, que regula las tarifas de ingreso a bienes patrimoniales e instituciones culturales. “El cronograma asegura un acceso más organizado y controlado a Machu Picchu, garantizando la conservación del sitio arqueológico”, apuntó el Ministerio en declaraciones recogidas por el medio.
Para el año 2025, y de acuerdo con el plan establecido en la Resolución Ministerial 000404-2024-MC, la entrada diaria máxima para los visitantes será de 4,500 personas en temporada regular, mientras que en ciertos periodos de alta afluencia el límite se ampliará hasta 5,600 personas diarias. Esta medida, según las autoridades, responde a la importancia de proteger el patrimonio arqueológico y mejorar la calidad de las visitas. “Estas cifras forman parte del Protocolo para la gestión de visitas a la Llaqta o ciudadela inca de Machu Picchu”, explicó el Ministerio de Cultura al medio citado.