A partir del 1 de enero de 2025, la Remuneración Mínima Vital (RMV) en Perú se incrementó de S/ 1.025 a S/ 1.130, lo que representa un aumento de S/ 105. Este ajuste salarial fue anunciado por la presidenta Dina Boluarte, quien destacó que la decisión se tomó con responsabilidad y en beneficio de los peruanos, sin caer en populismos ni oportunismos políticos. Aun con el aumento, este es el quinto salario mínimo más bajo de Sudamérica.
También, a partir de este año, el salario mínimo en Argentina se establece en 286.711 pesos mensuales para empleados contratados bajo jornada completa, de acuerdo con lo dispuesto en la Ley Nº 20.744 que regula el Régimen de Contrato de Trabajo. Para quienes trabajan por jornada, el pago será de 1.434 pesos por hora. Este incremento, aunque moderado, supera los valores de diciembre de 2024, cuando el salario mínimo mensual era de 279.718 pesos y el pago por hora alcanzaba los 1.399 pesos. Sin embargo, los argentinos siguen teniendo el segundo sueldo mínimo más bajo de Sudamérica.
¿Cuál es el país de Sudamérica con el salario mínimo más bajo?
En Venezuela, el salario mínimo mensual se ha mantenido en 130 bolívares desde marzo de 2022, lo que equivale aproximadamente a USD 2,45 al tipo de cambio oficial, igual a S/ 9,27. Este monto sitúa al país con la remuneración más baja de Sudamérica.
A pesar de las expectativas de la población, no se han anunciado incrementos oficiales en el salario mínimo para 2025. El presidente Nicolás Maduro ha mencionado la intención de “indexar y recuperar los ingresos” durante este año, pero no ha proporcionado detalles específicos sobre cómo se implementarán estas medidas ni si implicarán un aumento directo del salario mínimo.
¿Cómo los venezolanos sobreviven con un sueldo mínimo tan bajo?
Para enfrentar los salarios bajos, muchos venezolanos recurren a estrategias diversas. Algunos complementan sus ingresos trabajando en empleos informales, como ventas ambulantes, servicios de transporte o trabajos de limpieza. Otros dependen de las remesas enviadas por familiares que residen en el extranjero, las cuales representan un soporte económico crucial para varias personas.
Además, muchos venezolanos ajustan su consumo al mínimo, comprando únicamente lo esencial en cantidades reducidas y dejando de lado productos no indispensables. En comunidades más pequeñas, se han desarrollado prácticas como el intercambio de bienes y servicios, reemplazando el uso de dinero en efectivo.
Por otro lado, el gobierno de Venezuela ha implementado diversas bonificaciones que complementan el salario base, aunque estas no tienen incidencia en las prestaciones sociales. Entre las principales bonificaciones se encuentran:
- Bono de Guerra Económica: Este subsidio se otorga a trabajadores del sector público y pensionados. En mayo de 2024, su monto se incrementó a USD 90 mensuales pagados en bolívares según la tasa de cambio oficial del Banco Central de Venezuela (BCV).
- Cestaticket Socialista: Conocido también como bono de alimentación, está destinado a cubrir gastos básicos de los trabajadores. Desde mayo de 2024, su valor se fijó en USD 40 mensuales, igualmente cancelados en bolívares al tipo de cambio oficial.
La suma de estas bonificaciones conforma el denominado “ingreso mínimo integral indexado”, que en mayo de 2024 alcanzó los USD 130 mensuales. Es importante destacar que, aunque estas ayudas mejoran temporalmente el ingreso de los trabajadores, no forman parte del salario base y, por lo tanto, no inciden en el cálculo de prestaciones laborales como vacaciones, utilidades o prestaciones sociales.
Esta estrategia gubernamental ha sido objeto de críticas por parte de sindicatos y expertos, quienes argumentan que, al no ajustarse el salario mínimo oficial, se desvirtúa la estructura salarial y se debilitan los derechos laborales. Además, señalan que las bonificaciones, al no estar contempladas en la legislación laboral como parte del salario, pueden ser modificadas o eliminadas discrecionalmente, generando incertidumbre entre los trabajadores.
¿Cuál es el sueldo mínimo más alto de Sudamérica?
Uruguay ostenta el salario mínimo más elevado de Sudamérica. Desde el 1 de enero de 2024, el salario mínimo en Uruguay se incrementó a 22.268 pesos uruguayos, lo que equivale aproximadamente a USD 570.