La muerte de Saúl Wilfredo Limachi Avendaño (22), un soldado del Ejército de Perú, ha generado preocupación y conmoción en la ciudadanía por las circunstancias extrañas en las que perdió la vida. Familiares denunciaron que el joven habría muerto tras ser víctima de maltrato en el cuartel de Pomata, en la región Puno.
De acuerdo a la denuncia de la familia, el joven falleció el último 7 de enero en el Hospital III Salcedo de EsSalud. Llegó inconsciente a dicho nosocomio el lunes 6, pero debido a que su estado de salud ya era crítico, el personal médico de ese hospital no pudo realizarle una intervención quirúrgica.
Entre lágrimas y profundo dolor, Maximiliana Avendaño Quispe, antes de conocer la noticia de que su hijo había fallecido debido a la falta de información de parte del Ejército, exigió que este le sea devuelto sano y salvo. “Mi hijo no sabe tomar, es sano. Ahora que me lo entreguen sano. Ha ido a servir a la patria, no ha ido a morir o a enfermarse”, mencionó la madre del soldado en Radio Onda Azul.
Soldado recibió varios golpes en la cabeza
Alan Limachi, hermano del soldado, reveló en una entrevista con el medio local Lo Veo que, según el teniente Rímac, encargado del traslado de su hermano desde la base en Pomata hasta el hospital de EsSalud, este presentaba un cuadro infeccioso relacionado con meningitis y que, con la atención médica iba a mejorar. No obstante, la situación empeoró al día siguiente.
“No me dieron lo que es la información de mi hermano, siguieron manteniéndolo bajo reserva. Yo seguía solicitando la información a los del seguro, a la doctora que está atendiendo a mi hermano, al mismo teniente, pero no decían nada hasta las 11:00, cuando me piden que se le haga un exámen tomográfico en la cabeza para descarte”, mencionó Alan.
Los resultados arrojaron que el joven tenía hematomas y golpes recientes en la cabeza. “Me dijeron que esos golpes no eran mayores a un mes”, expresó Limachi, quien destacó que el especialista le advirtió que preste mayor atención a la advertencia. “Preocúpate más en este caso. Yo no te puedo dar más ayuda”, le dijo el especialista en salud.
El familiar del soldado también cuestionó las decisiones tomadas por las autoridades del cuartel donde Saúl Wilfredo prestaba servicio. “Él debió haber sido tratado en el Hospital Militar, no en un hospital de EsSalud. Hubo trabas para que se le realizara la operación porque él ya estaba delicado”, denunció Limachi.
Nueve días retenido y evidencias eliminadas
Alan Limachi detalló que su hermano era un estudiante del II Semestre de Ingeniería Agroindustrial de la Universidad Nacional del Altiplano (UNAP). El joven se había trazado como meta estudiar su carrera y a la vez servir a su patria siendo militar.
El soldado debía haber dejado el cuartel el día 29 de diciembre, según menciona su hermano, pero no regresó a casa en la fecha prevista. Durante los primeros días de enero, la familia se comunicaba con él únicamente a través del celular hasta que dejó de responder llamadas y mensajes. “Al parecer, otra persona estaba manipulando su teléfono celular, porque la forma de responder era cortante (...) Yo creo que sufrió algo, y por eso cortaron la comunicación para que no pudiera avisarnos”, indicó el familiar.
Pasaron varios días sin que su familia sepa de Saúl hasta el último lunes que su madre recibió la noticia de que el joven se encontraba grave en el hospital de EsSalud. El familiar denunció una serie de irregularidades en torno a la muerte de su hermano, y acusó al cuartel de haber intentado encubrir el caso.
“¿Por qué trataron de manejarlo así, a escondidas? ¿Por qué no se comunicó el traslado de mi hermano acá, a la ciudad de Puno, a los familiares? No se comunicó el deceso a los familiares el día de ayer. Hay varias cosas que se están obviando”, denunció.
Alan también cuestionó al cuartel de Pomata por la demora en la entrega y presunta manipulación de los teléfonos de su hermano. Según indicó, su familiar tenía tres dispositivos móviles, de los cuales dos llegaron “hurgados” y con la información borrada. “El correo Gmail ha sido vulnerado, la nube ha sido borrada, todo, los chats, las fotos. Llegó un teléfono en blanco, sin nada”, señaló. Además, lamentó que el teléfono principal, donde su hermano almacenaba la mayoría de sus archivos, aún no ha sido entregado.
La familia de Saúl Limachi pidió al Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo intervenir en el caso para garantizar que no quede impune. “Esto no es un caso aislado. ¿Cuántos casos más queremos ver en Puno? Esto no debe quedar en el olvido. Exijo que el general del Ejército y el Ministro de Defensa se pronuncien”, expresó.
El cuerpo del soldado fue trasladado hasta el Instituto de Medicina Legal de la urbanización La Capilla de Juliaca donde se practicará la necropsia de ley para determinar la causa de la muerte.