Jorge Soto Yen: “El 2025 será un año de muy fuerte demanda de trabajo para la minería en el Perú”

El nuevo presidente del capítulo de Ingeniería de minas del CIP CDLIMA, Jorge Soto Yen, confía en que el panorama para la industria extractiva en los próximos años será alentador, con inversiones que romperán los US$8.400 millones entre 2025 y 2026

Guardar
Jorge Soto Yen destacó que
Jorge Soto Yen destacó que esta tendencia al alza refuerza la confianza de los inversionistas en el sector minero peruano, lo que a su vez asegura la continuidad de los proyectos en desarrollo. Créditos: CIP Lima

El Perú se encuentra en una posición privilegiada para consolidar su liderazgo en la industria minera global. Con una combinación de estabilidad jurídica, inversiones estratégicas y una creciente demanda mundial de metales, el país tiene el potencial de seguir siendo un actor clave en el mercado internacional, mientras impulsa su desarrollo económico y social.

En este sentido, el ingeniero Jorge Soto Yen, presidente electo del capítulo de Ingeniería de minas del CIP CDLIMA y exdirector de la Dirección General de Minería del Ministerio de Energía y Minas (Minem), asegura que, aunque el precio del cobre haya experimentado fluctuaciones en el pasado, la tendencia general es de crecimiento sostenido, lo que refuerza la confianza de los inversionistas en el sector minero peruano.

Comenzamos el 2024 perdiendo el segundo lugar como proveedor mundial de cobre frente al Congo. ¿Este año nos irá mejor?

Yo tengo una opinión diferente. Lo dije desde el año 2023, cuando asistí a una reunión entre Chile y Perú: el Perú se mantiene en el segundo lugar. Yo sé que, seguramente, muchos tienen una diferencia con esto, pero para mí el segundo escalón sigue siendo nuestro país, gracias a su estabilidad y sostenibilidad.

En primer lugar, en África hay un tema que no está en línea con nosotros, que tiene que ver con estudios ambientales y aprobaciones inmediatas sin revisión. Luego, hay que considerar que el Congo podrá subir un poco su producción, pero eso no va a ser sostenible en el tiempo debido a varios factores. El factor político es mucho más crítico que en el Perú. Y tercero, allí no tienes todo lo que tenemos acá en términos de empleabilidad, del trato a la persona o al ingeniero o a la mano de obra que se pueda realizar.

En ese contexto te puedo decir que el segundo lugar sigue siendo del Perú por todo lo que tenemos: estabilidad jurídica, tributaria, sostenibilidad de proyectos ahora y en el futuro. Pero eso no denota que nos quedemos en estas transiciones; siempre hay que pensar que alguien nos quiere ganar el puesto y, en eso, coincido en que debemos seguir trabajando.

¿Cuáles son las inversiones previstas en el sector para este nuevo periodo?

En 2025 y 2026, hay cerca de US$8.400 millones de inversión -habría que actualizar los montos-, con proyectos como Reposición Antamina, Corani, Raura, Tantahuatay, Chalcobamba fase I, Tía Maía y Zafranal. Estos proyectos de inversión han manifestado su interés de desarrollarse al Ministerio de Energía y Minas (Minem).

Y aquí yo quiero hacer un punto de diferencia en alguno de los proyectos, como el caso de Zafranal, que todavía está en ingeniería de detalle. Esperemos que este año se presente y se haga la aprobación respectiva, pero la inversión se irá dando de a poco.

Entonces, de esos casi US$8.400 millones, hay que considerar que cinco son proyectos de cobre. Eso nos permitiría mantenernos en el segundo puesto y seguir creciendo en producción.

Con una cartera de proyectos
Con una cartera de proyectos diversificada y una sólida posición en el mercado global, el Perú se perfila como un líder en la producción de metales estratégicos. Créditos: REUTERS/Rodrigo Garrido

¿Y para otro metales en el horizonte?

También tenemos tres proyectos polimetálicos, entre ellos para metales como el zinc, plata, plomo y algo de cobre. Por ahí alguno de los proyectos importantes serían Raura, Ampliación Huancapeti y Romina, que también ya están prácticamente aprobados todos los estudios en ingeniería de detalle, y eso significa que se van a ejecutar.

Finalmente, tenemos tres proyectos restantes: uno de plata, Corani, que viene desde hace años; Pampa del Pongo, que es de hierro y cambió su método de explotación y ahora será subterráneo; y Tantahuatay, con una inversión de cerca de US$200 millones.

¿En qué regiones se desarrollan las mayores inversiones?

Si analizamos estos 11 proyectos, en 2025-2026 podríamos hablar de que, en 2025, estaríamos en el orden de US$4.000 a US$4.500 millones ejecutables y el otro año igual. Debemos resaltar que, de estos 11 proyectos, la región Arequipa prácticamente concentra el 50% de las inversiones; entonces ese es un punto importante a tener en cuenta.

Luego, sigue Áncash, donde está reposición Antamina y ampliación a Huancapetí; pasará de 350 a cerca de 3.000 toneladas métricas por día. Esta región representa prácticamente el 26% de las inversiones.

Y tercero, vendría Apurímac con Chalcobamba fase I; y tenemos Trapiche, que también es proyecto de cobre. Esta región estaría en el orden del 12%. Es decir, tres regiones concentran el 88% de la inversión minera, marcando un hito en el desarrollo nacional. Eso es algo que debemos resaltar entre 2025 y 2026.

¿Qué tan importante son las inversiones en el sector, en materia de empleo?

A ver. ¿Qué significan inversiones de más de US$8.000 millones? En promedio, unos 20.000 puestos de trabajo, y eso hay que resaltar porque podríamos estar hablando que, en 2025, los 235.000 puestos de trabajo de la minería formal, se multiplicarán y tendremos una muy fuerte demanda de trabajo para el sector.

Por ejemplo, Tía María, por lo menos en sus dos años de construcción demandará cerca de 9.000 puestos; reposición Antamina puede requerir entre 1.500 y 2.000 puestos; Corani igual, cerca de 1.500; y reposición Tantahuatay, también. Lo mismo con el resto.

¿Qué impacto debería generar sobre el crecimiento del país?

Tener cerca de US$8.000 millones de inversión y 20.000 puestos más de trabajo en dos años significa mover el PIB cerca de un 1% en 2025 y 2026. Es decir, si venimos llegando a un 3,2% de crecimiento del país y que la minería 2024 ha aportado cerca del 1%, esto va a continuar siempre y cuando afiancemos un poco más la relación entre todas las entidades públicas y privadas, así como la sociedad civil en su conjunto.

¿Y en cuanto a precios, cuál es la proyección del cobre?

Yo hice un estudio que abarca, más o menos, los últimos 40 años del mercado el país, sobre cómo ha venido, cada cinco años, variando el precio del cobre. La tendencia siempre ha sido a subir el precio del cobre.

Es decir, ahorita estaremos en US$8.500 a US$9.000 la tonelada, cuando alguna vez llegamos a tener un pico de cerca de US$10.000. Los inversionistas tienden a seguir confiando en las inversiones en el sector por algo muy simple: el cambio de la matriz energética.

La demanda de un metal tan importante en la industria a nivel mundial significa que el precio del cobre va a estar siempre en crecimiento. El cambio de la matriz energética impulsa la confianza de los inversionistas.

Los incrementos han sido muy, muy importantes. Hubo un monto pequeño estancamiento hace 25 o 30 años, pero de ahí hemos logrado subir rápidamente los valores del metal rojo. Y esto no es algo que va a parar, sino que va a continuar, y eso lo sabemos por ciertas demandas que hoy tiene el mundo entero.

Además del cobre, el sector
Además del cobre, el sector minero peruano también apuesta por la diversificación con proyectos polimetálicos que incluyen metales como el zinc, la plata y el plomo.
Guardar