Inicio del año escolar 2025: Minedu reduce los días de clases y colegios públicos son los más afectados

La reducción de clases en las escuelas privadas están a cargo de las autoridades de dichas instituciones mientras que las públicas obedecen a las indicaciones de las autoridades públicas

El calendario de las escuelas públicas es determinado por el Ministerio de Educación.

El calendario escolar del 2025, anunciado por el Ministerio de Educación (Minedu), establece el inicio de clases para el 17 de marzo. Esta medida, formalizada mediante la Resolución Ministerial N.º 556-2024-Minedu, organiza el ciclo académico con el “objetivo de fortalecer las competencias de los estudiantes y garantizar su bienestar integral”. Sin embargo, la decisión de iniciar una semana después en comparación con el año anterior genera preocupación entre padres de familia y especialistas, especialmente en relación con la educación pública.

Este nuevo año introduce un cambio significativo: el inicio de clases en la tercera semana de marzo, a diferencia de la segunda semana utilizada en el ciclo anterior. Con el término de las actividades escolares fijado entre el 19 y 20 de diciembre, el año académico pierde cinco días lectivos en comparación con 2024. Aunque las instituciones privadas, al ser autónomas, tienden a arrancar las clases antes, este retraso impacta principalmente en las escuelas del Estado.

La normativa establece que el año escolar debe incluir un mínimo de 160 días lectivos y 30 días de gestión. Sin embargo, la reducción de días lectivos despierta inquietudes sobre cómo podría afectar la calidad del aprendizaje, especialmente en un sistema educativo que aún enfrenta retos tras las interrupciones causadas por el fenómeno climatológico en 2023.

La estructura del año escolar 2025

Año escolar 2025: esta es la fecha que inicia las solicitudes para la matrícula| Andina

De acuerdo con el Minedu, el calendario 2025 se organiza en bloques que combinan semanas de gestión y semanas lectivas. Este esquema busca optimizar el tiempo y facilitar la planificación educativa:

  • Primer bloque de gestión: del 3 al 14 de marzo.
  • Primer bloque lectivo: del 17 de marzo al 16 de mayo (9 semanas).
  • Segundo bloque de gestión: del 19 al 23 de mayo.
  • Segundo bloque lectivo: del 26 de mayo al 25 de julio (9 semanas).
  • Tercer bloque de gestión: del 28 de julio al 8 de agosto.
  • Tercer bloque lectivo: del 11 de agosto al 10 de octubre (9 semanas).
  • Cuarto bloque de gestión: del 12 al 17 de octubre.
  • Cuarto bloque lectivo: del 20 de octubre al 19 de diciembre (9 semanas).
  • Quinto bloque de gestión: del 22 al 31 de diciembre.

En total, el año académico comprende 36 semanas lectivas y 8 semanas de gestión. Este diseño organiza las actividades escolares de manera que las metas educativas puedan alcanzarse sin comprometer el tiempo de planificación y evaluación docente.

Flexibilidad para las regiones

Año escolar 2023 iniciará el 20 de marzo en varias regiones por las fuertes lluvias. (Composición)

La resolución ministerial permite a las direcciones regionales de Educación ajustar el calendario escolar según las condiciones climáticas, sanitarias o emergencias que puedan surgir. Esta medida busca proteger la seguridad de la comunidad educativa y asegurar la continuidad del aprendizaje.

En 2023, las clases fueron suspendidas en diversas regiones debido a lluvias intensas vinculadas al fenómeno climatológico. En respuesta, la flexibilidad del calendario pretende ser una herramienta para mitigar el impacto de situaciones similares en el futuro.

El documento oficial establece que las instituciones deben garantizar el cumplimiento efectivo de los días lectivos y de gestión. Esto implica descontar los feriados nacionales y otros días no laborables para evitar afectaciones en el desarrollo de las actividades académicas.

El retraso plantea un desafío para los estudiantes de escuelas públicas, donde las desigualdades en el acceso a recursos educativos son más evidentes. La reducción de días lectivos podría agravar esta situación, ampliando las brechas con las instituciones privadas, que gozan de mayor autonomía para ajustar sus calendarios escolares. Esta falta de flexibilidad en las escuelas públicas limita el tiempo para recuperar aprendizajes pendientes o aplicar estrategias pedagógicas innovadoras.

Escuelas privadas

Los chicos peruanos se preparan para el inicio de un nuevo año escolar y los padres, quienes vienen realizando considerables esfuerzos para afrontar la campaña escolar dado el flojo contexto económico que atraviesa el país, esperan que sus hijos reciban una educación de calidad que les permita desarrollarse como personas, adquirir habilidades sociales y conocimiento. Dentro de este amplio espectro, la educación en la capital del país, en Lima Metropolitana, presenta una característica particular: el 74 % de los colegios ubicados en la metrópoli responden a la educación privada, mientras que apenas el 26 % de estos son instituciones públicas.

Presupuesto en Educación

La inauguración de las primeras cuatro Escuelas Bicentenario marca un hito en el inicio del año escolar 2024 en Lima, brindando a miles de estudiantes y docentes una nueva infraestructura educativa. (Composición: Infobae)

El presupuesto asignado a la Función Educación para el 2025 alcanzará los S/48.308 millones, lo que representa el 5,1% del Producto Bruto Interno (PBI), según informó el ministro de Educación, Morgan Quero.

De este monto, el Gobierno nacional contará con S/20.585 millones, distribuidos entre el Ministerio de Educación (S/13.226 millones), organismos públicos descentralizados (S/411 millones) y universidades públicas (S/6948 millones).

Por otro lado, los Gobiernos regionales y locales, responsables de la gestión educativa en sus jurisdicciones, administrarán S/27.723 millones, equivalentes al 57 % del presupuesto total para el sector. Este enfoque descentralizado busca garantizar una mayor eficacia en la implementación de políticas educativas a nivel territorial.

En cuanto a las inversiones, se destinarán S/3714 millones a proyectos clave, entre ellos las Escuelas Bicentenario, que recibirán S/2504 millones, y programas cofinanciados con endeudamiento externo, centrados en educación superior. También se ejecutarán obras bajo modalidades como obras por impuestos y obra pública.