Ministerio del Interior dio de baja a mayor PNP Harold Villar Castro

Un oficial que años atrás fue acusado de extorsión ahora está bajo escrutinio por su presunta complicidad en un caso de feminicidio, exponiendo graves fallas en la supervisión de las fuerzas del orden en el país

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Harold Villar Castro fue separado
Harold Villar Castro fue separado de la Policía Nacional tras ser señalado por su presunta complicidad en la fuga de Darwin Condori, principal sospechoso del feminicidio de Sheyla Cóndor. (Captura: Punto final)

El feminicidio de Sheyla Mayumi Cóndor ha destapado una cadena de irregularidades en la Policía Nacional del Perú (PNP), situando a varios agentes bajo investigación por presunta complicidad. Entre los implicados figura el mayor PNP Harold Sandro Villar Castro, recientemente dado de baja tras 28 años de servicio por supuestamente alertar al asesino, Darwin Condori, para que escapara antes de que se descubriera el crimen.

El rol de Harold Villar Castro

El Ministerio del Interior confirmó que Villar Castro fue destituido debido a su participación en el encubrimiento. Según las investigaciones preliminares, habría utilizado su posición para advertir a Darwin Condori de la denuncia en su contra, permitiéndole evadir la justicia temporalmente. Este accionar no solo evidencia una falta de ética, sino también un abuso del poder conferido por su cargo.

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Villar Castro, quien lideraba la comisaría UV3, fue acusado en el pasado de extorsión y de participar en una red de corrupción en Miraflores junto a otros efectivos policiales. (ATV Noticias)
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Ministerio del Interior dio de baja a mayor PNP Harold Villar Castro, acusado de dar aviso a Darwin Condori para que escape, tras 28 años de servicio. (Alonso Ramos/X)

Un historial de escándalos

No es la primera vez que el nombre de Harold Villar Castro está ligado a actividades cuestionables. Hace dos años, fue involucrado en un caso de extorsión junto al teniente Piero Moyano Pimentel y otros oficiales de la comisaría de Miraflores. En esa ocasión, fueron detenidos mientras intentaban cobrar un cupo de S/.3,000 cerca del hotel Sheraton, en el Paseo de los Héroes Navales.

La investigación reveló que formaban parte de una mafia policial conocida como la “División de Policías Extorsionadores de Miraflores”, encabezada por el comandante Joe Módica Boada. Entre los implicados también figuraban el alcalde Ricardo Muñoz y varios efectivos de la PNP, quienes trabajaban en conjunto con civiles para extorsionar a empresarios y ciudadanos. Aunque las pruebas apuntaban a su participación directa, Harold Villar logró mantenerse en la institución y posteriormente ascender.

La mafia de los policías
La mafia de los policías extorsionadores de Miraflores. (Reescribiendotitulares/X)

Un liderazgo cuestionado

A pesar de su historial, Villar Castro fue comisario en la Unidad Vecinal Número 3 (UV3), donde su gestión también generó críticas. En redes sociales se le acusó de aceptar denuncias falsas y utilizar su cargo para promover actividades populistas, como la organización de marchas por la paz. Este perfil contrasta drásticamente con las acusaciones de encubrimiento y extorsión que lo han perseguido a lo largo de su carrera.

Implicaciones en el caso de Sheyla Cóndor

La destitución de Villar Castro pone en evidencia cómo el encubrimiento y la corrupción dentro de la PNP han contribuido a perpetuar un sistema que falla en proteger a las mujeres de la violencia de género. La investigación también incluye a otros agentes, como el excomisario de Santa Luzmila, Ronal Núñez Díaz, acusado de encubrir el feminicidio al omitir información clave en la denuncia inicial.

El feminicidio de Sheyla Cóndor
El feminicidio de Sheyla Cóndor expuso redes de corrupción policial que presuntamente facilitaron la huida del principal sospechoso, a quien Villar Castro habría alertado. (Reescribiendotitulares/X)
La mafia policial en Miraflores
La mafia policial en Miraflores involucra a Villar Castro, acusado de extorsionar a empresarios y de aceptar denuncias falsas mientras se dirigía la comisaría de UV3. (Reescribiendotitulares/X)

Reacciones y demandas de justicia

El caso de Sheyla Cóndor ha generado indignación en la opinión pública y renovó las exigencias de una reforma profunda en la Policía Nacional. Organizaciones feministas y colectivos ciudadanos exigen sanciones ejemplares para todos los responsables, así como una revisión exhaustiva de los procedimientos policiales para prevenir futuros casos de feminicidio y encubrimiento.

Este caso no solo expone la complicidad de ciertos agentes en un crimen atroz, sino que también pone en evidencia la necesidad urgente de combatir la corrupción y garantizar la integridad dentro de las instituciones encargadas de velar por la seguridad ciudadana.

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