Los ciudadanos de Lima Metropolitana fueron sorprendidos por una intensa lluvia de verano, este viernes 3 de enero, en pleno verano.
Bremilda Sutizal, especialista en meteorología del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), indicó que en la costa norte y centro ya se esperaba este tipo de precipitaciones. “De hoy en adelante esperamos que se presenten, pero en menor intensidad, no es la misma intensidad de ayer para hoy”, precisó a Exitosa.
Estas típicas lluvias de verano, sostiene, se dan porque se desarrollan condiciones de humedad y de precipitaciones hasta de fuerte intensidad en la sierra.
“Se ha presentado en horas de la madrugada, principalmente, las típicas lluvias de verano en la costa, en la capital, pero no solo en la capital, sino en gran parte de la costa norte también, como es por ejemplo, Piura, Chiclayo, Trujillo, Chimbote y hacia algunos puntos de la costa sur”, explicó.
Adicionalmente, señaló que los acumulados más altos se presentaron en la zona este, particularmente en La Molina, con 2 milímetros; y en Chosica, con cerca de 1 milímetro. En la zona norte, por ejemplo, en Carabayllo hubo casi 1 milímetro, mientras que en Trujillo, La Libertad, 2.4 milímetros.
Perú enfrentó su año más cálido en seis décadas
El cambio climático global marcó un hito alarmante en 2024, con temperaturas que superaron el umbral crítico de 1.5 grados Celsius respecto a los niveles preindustriales, según el Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Unión Europea (C3S). En este contexto, Perú no fue la excepción, enfrentando el año más cálido registrado en los últimos sesenta años, de acuerdo con el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi).
Según informó Senamhi, la temperatura media nacional en Perú alcanzó los 20,26℃ (68,47℉) hasta noviembre de 2024, lo que representa un aumento de 1,22℃ (2,2℉) en comparación con los valores promedio históricos para este periodo. Este incremento, que rompe con los patrones climáticos habituales, se atribuye a anomalías atmosféricas que han alterado significativamente las condiciones meteorológicas en el país.
El concepto de anomalías atmosféricas, clave para entender este fenómeno, se refiere a las desviaciones de las condiciones climáticas respecto a los valores promedio históricos. En términos simples, estas anomalías son las diferencias entre las temperaturas observadas y las esperadas según los registros históricos. Este tipo de análisis resulta fundamental para comprender los cambios climáticos y su impacto, especialmente en un contexto donde los eventos extremos son cada vez más frecuentes y severos.
A nivel global, el panorama no es menos preocupante. Según publicó C3S, la temperatura media mundial en 2024 superó con alta probabilidad el umbral de 1.5℃ (2.7℉) por encima de los niveles preindustriales, establecidos entre 1850 y 1900. Este dato, aunque transitorio, marca un punto de inflexión en la lucha contra el cambio climático, evidenciando la urgencia de tomar medidas más contundentes para mitigar sus efectos.
En el caso de Perú, las consecuencias de este aumento de temperatura no solo se limitan a registros históricos, sino que también impactan directamente en los ecosistemas, la agricultura y la vida cotidiana de sus habitantes. Las variaciones climáticas extremas, como olas de calor más intensas y prolongadas, afectan la disponibilidad de agua, los cultivos y la biodiversidad, generando desafíos significativos para las comunidades locales.
Este fenómeno no es aislado, sino parte de una tendencia global que se ha intensificado en las últimas décadas. Los datos recopilados por organismos internacionales y nacionales subrayan la necesidad de acciones inmediatas para frenar el avance del cambio climático.
En este contexto, el rol de instituciones como Senamhi y C3S es crucial para monitorear y analizar los cambios en el clima, proporcionando información clave que permita a los gobiernos y a la sociedad civil tomar decisiones informadas. Sin embargo, los desafíos son enormes, y el tiempo para actuar se reduce rápidamente.