La llegada del Año Nuevo suele estar marcada por luces brillantes y explosiones de colores en el cielo. Sin embargo, esta festividad también trae consigo riesgos, especialmente cuando se manipulan pirotécnicos sin precauciones.
Según los expertos en seguridad, un mal manejo puede provocar quemaduras, heridas graves o incendios. Y es que para poder disfrutar de estas fiestas sin peligro alguno, la prevención es algo que todos deben tomar en cuenta
1. La seguridad comienza en la compra
Adquirir fuegos artificiales en lugares autorizados garantiza que los productos cumplan con las normas de seguridad. Se aconseja evitar vendedores ambulantes, ya que los artículos pueden carecer de certificación y ser altamente peligrosos. Inspeccionar el estado del empaque y asegurarse de que las instrucciones estén en español es clave para reducir accidentes.
2. Espacios abiertos y alejados de inflamables
Utilizar pirotécnicos en áreas despejadas y alejadas de casas, vehículos o árboles minimiza riesgos. Las chispas pueden encender materiales inflamables, por lo que es esencial contar con un balde de agua o arena cerca para actuar rápidamente en caso de incendio. Además, se recomienda mantener a niños y mascotas a una distancia segura.
3. Prevención de quemaduras leves y graves
Las quemaduras son las lesiones más comunes durante las festividades. En caso de contacto con fuego, se debe lavar la zona afectada con agua fría y cubrirla con un paño limpio para evitar infecciones.
Nunca se deben aplicar cremas, aceites o pasta dental, ya que estos pueden empeorar la lesión. En situaciones graves, como quemaduras extensas o profundas, se debe acudir de inmediato a un centro de salud.
4. ¿Qué hacer si la ropa se incendia?
Si la ropa de una persona comienza a arder, la prioridad es sofocar las llamas. En este caso se recomienda hacer rodar a la víctima en el suelo o envolverla con una manta gruesa.
Bajo ninguna circunstancia se debe permitir que la persona corra, ya que esto avivaría el fuego. Una vez apagadas las llamas, es necesario enfriar la piel afectada con agua fría y buscar atención médica.
5. Cuidado con los ojos y las manos
Los ojos y las manos suelen ser los más afectados por explosiones accidentales. En caso de heridas o contacto con chispas, se debe evitar frotar o presionar la zona.
Si un objeto extraño ingresa en el ojo, no debe intentarse retirarlo sin asistencia médica. Proteger las manos con guantes y evitar sostener explosivos encendidos reduce el riesgo de lesiones.
6. Inspección de luces navideñas y cables eléctricos
Las luces decorativas también pueden ser fuente de accidentes. Lo aconsejable es revisar que los cables no estén desgastados o pelados, ya que esto puede provocar cortocircuitos o incendios. Se deben desenchufar las luces al salir de casa o al irse a dormir para evitar sobrecalentamientos.
Además, es importante no sobrecargar los enchufes y utilizar extensiones adecuadas para cada tipo de instalación eléctrica. Si una luz parpadea o deja de funcionar, debe ser reemplazada en lugar de intentar repararla de forma improvisada.
7. Impacto ambiental y alternativas seguras
Más allá del peligro físico, los fuegos artificiales contribuyen a la contaminación ambiental y acústica. Los expertos sugieren optar por espectáculos organizados o alternativas como luces LED y juegos de agua. Estas opciones reducen el impacto ecológico y garantizan celebraciones más seguras.
Primeros auxilios en emergencias
En caso de accidente, actuar con rapidez puede marcar la diferencia. Si la quemadura es superficial, se debe aplicar agua fría durante al menos 10 minutos y cubrir la herida con un vendaje limpio.
Para quemaduras más graves, se recomienda envolver la zona con un paño húmedo y trasladar a la víctima al centro de salud más cercano.
En situaciones en las que el rostro o las vías respiratorias se ven comprometidos, se debe priorizar la respiración de la persona y evitar el uso de remedios caseros. Además, es vital no retirar la ropa pegada a la piel quemada para prevenir mayores daños.
Recomendaciones finales para una noche segura
La prevención es la mejor herramienta para evitar accidentes durante las festividades. Elegir pirotécnicos certificados, manipularlos en zonas seguras y tener siempre agua a la mano son medidas básicas que no deben pasarse por alto.
Asimismo, desconectar luces decorativas antes de dormir y asegurarse de que los enchufes no estén sobrecargados reduce los riesgos eléctricos. Si bien los fuegos artificiales son parte de la tradición, su uso responsable garantiza que las celebraciones terminen con alegría y sin emergencias.