La muerte de Andrea Vidal Gómez, una joven abogada de 28 años y exasesora parlamentaria, destapó inquietantes revelaciones sobre presuntas actividades ilícitas en el corazón del Congreso de la República.
El 9 de diciembre, mientras se desplazaba en un taxi por La Victoria, fue víctima de un brutal ataque perpetrado por sicarios que dispararon más de 40 veces contra el vehículo. El conductor falleció en el acto, y Andrea, gravemente herida, fue trasladada al Hospital 2 de Mayo, donde, tras una semana en cuidados intensivos, falleció el 17 de diciembre.
Hasta septiembre de 2024, Andrea se desempeñó como asesora en la Oficina Legal y Constitucional del Congreso, bajo la dirección de Jorge Torres. Según investigaciones periodísticas, Torres Saravia estaría vinculado a una presunta red de prostitución operativa dentro del Parlamento, donde mujeres eran contratadas bajo cargos ficticios para ofrecer servicios sexuales a funcionarios. Andrea habría tenido un rol activo en este esquema, en el que contrataba a las mujeres como “secretarias” o “asesoras” por orden de Torres.
La relación laboral entre Andrea y Jorge se deterioró hace tres meses, lo que llevó a su destitución. Se especula que su asesinato podría estar relacionado con un intento de silenciarla, dado su conocimiento sobre las operaciones de la supuesta red. La Fiscalía ha iniciado una investigación preliminar para esclarecer es tos hechos y determinar responsabilidades.
Familiares y amigos recuerdan a Andrea como una mujer de carácter fuerte y dedicada a su profesión. Su madre, María Gómez, la describe como alguien dulce y afectuosa, lamentando profundamente las especulaciones y juicios emitidos contra su hija en redes sociales y la prensa.
Testimonio del enamorado de Andrea Vidal
Rodrigo Falcón Cortavarría, enamorado de Andrea durante más de 18 meses, compartió detalles de las últimas horas que pasaron juntos antes del fatídico ataque. Ambos habían pasado gran parte del día 10 de diciembre en actividades cotidianas, incluyendo una visita al cine en San Miguel para ver la película.
“Esa tarde, nos dirigimos a mi domicilio en San Miguel, donde estuvimos conversando y viendo televisión hasta que solicitó un taxi para regresar a casa de sus padres”, relató Rodrigo.
La abogada abordó el taxi conducido por el venezolano José Vargas Briceño alrededor de las 8:30 de la noche. Durante el trayecto, Rodrigo y Andrea se comunicaron por mensajes de WhatsApp. “Me envió una captura de pantalla del aplicativo que usó para pedir el taxi. Me dijo que llegaría en 17 minutos”, recordó.
Sin embargo, cerca de las 9:30 de la noche, sus mensajes dejaron de recibir respuesta. La preocupación aumentó cuando contactó al padre de Andrea, quien confirmó que tampoco había llegado a su destino.
Rodrigo decidió dirigirse al punto donde el aplicativo Find Me indicaba que estaba el taxi. Al llegar al cruce de las avenidas Santa Catalina y San Eugenio, en La Victoria, encontró una escena devastadora: el vehículo blanco lleno de impactos de bala rodeado por patrulleros y una multitud de personas.
Fue en ese momento cuando se enteró de que Andrea había sido trasladada al Hospital 2 de Mayo. “La embarqué en el taxi sin saber que sería su último viaje”, relató a la Policía Nacional del Perú (PNP).