Un operativo de rutina llevado a cabo por la Policía de Investigaciones (PDI) en la comuna de Lampa, en la Región Metropolitana de Chile, permitió la captura de un peligroso sicario peruano, Julio Huilipan Malpartida, quien se encontraba en el país con una orden de captura internacional vigente por homicidio. Se presume que el detenido sería miembro de una organización criminal dedicada a la extorsión y los asesinatos por encargo, bajo la dirección de Frank Anthony López Quiroz, alias “Mata por gusto”, un conocido sicario peruano.
El procedimiento comenzó con una escena en pleno centro de Lampa. Según detalló el Subcomisario Felipe Quezada, de la Brigada de Investigación Criminal (Bicrim) de Lampa, “cuando estas personas se detienen el vehículo, la persona de sexo femenino desciende solicitando auxilio a funcionarios de la PDI. Paralelamente, esta persona de interés también desciende el vehículo y comienza una huida a pie”. La persecución no tardó en terminar con la detención del hombre, quien portaba una mochila con drogas y un arma de fuego cargada.
La situación empeoraba cuando se reveló que, además de la sustancia ilícita, el hombre había amenazado a su pareja con el arma que portaba. “Esta persona denuncia haber sido agredida por su conviviente, quien le habría propinado diversos golpes de puño en el rostro y la habría amenazado de muerte”, explicó la Fiscal de Talagante, Alejandra Ruiz. Esta denuncia vinculaba a Malpartida con casos de violencia intrafamiliar, pero el impacto de su captura iba mucho más allá de esta acusación.
Un sicario con un historial sangriento
La conexión de Julio Huilipan Malpartida con la violencia organizada en Perú tenía raíces profundas. Su vínculo con “Mata por gusto”, quien en 2018 ya era investigado por varios asesinatos, es conocido en el Perú. “Mata por gusto” es reconocido por su modus operandi despiadado: se especializa en asesinatos de mototaxistas, lo que les permitió formar una red de extorsión y sicariato. “Estos delincuentes tienen como modus operandi las extorsiones, sicariatos, trata de personas y la venta de drogas”, indicó el General Marco Antonio Conde, Director de Investigación Criminal de la Policía Nacional del Perú, quien habló con el canal T13 de Chile.
A pesar de que la policía peruana había perdido el rastro de Julio Huilipan en 2021, las autoridades chilenas ya lo tenían en su radar por delitos relacionados con drogas y armas. “Se tenía conocimiento por los delitos de infracción a la Ley de Armas e infracción a la Ley 20.000 de drogas”, indicó el Subcomisario Quezada. Sin embargo, fue en el momento de su detención cuando se descubrió la gravedad de la situación: el delincuente peruano tenía una alerta roja de Interpol, lo que indicaba su vinculación con investigaciones internacionales.
El Comisario Claudio Baez, de la Oficina Central Nacional de Interpol en Santiago, explicó que “una notificación roja es una herramienta con la que cuenta Interpol, mediante la cual las autoridades judiciales de un país pueden requerir a nivel internacional a un imputado en una causa penal, en este caso con fines de su detención y con fines de extradición”.
La trascendencia de la captura
El arresto de Julio Huilipan es un avance importante para la lucha contra el crimen organizado que opera en Chile, pero el impacto de sus crímenes se extiende a Perú, donde su vínculo con la organización de “Mata por gusto” ha dejado una huella de sangre. En 2022, uno de sus últimos homicidios documentados fue el asesinato de un mototaxista venezolano en Lima. La víctima, identificada como Leonardo Caripe Brito, fue ejecutada por un ajuste de cuentas relacionado con una extorsión sobre el cupo en el Mercado de Los Olivos. Las imágenes de este asesinato fueron compartidas por el propio sicario en redes sociales, mostrando la brutalidad con la que operan estos grupos.
“Ellos se organizan como bandas criminales para cometer delitos de extorsiones, sicariatos, venta de drogas”, comentó el General Conde, añadiendo que, en el caso de “Mata por gusto”, las autoridades peruanas también encontraron grandes cantidades de droga en posesión de este sicario, lo que evidenció su involucramiento en el tráfico de estupefacientes.
El panorama de criminalidad en Perú ha llevado a las autoridades a plantear una preocupante situación: la posibilidad de que los criminales que operan en el país también busquen expandir su control y sus actividades a otros territorios. “Lo que pasa es que cuando los delincuentes, que como le digo, ya en Perú están identificados, van a otro país a delinquir, primero tratan de conseguir un armamento para cometer un robo agravado o un sicariato”, explicó el General Conde, apuntando a la posibilidad de que Malpartida estuviera buscando replicar en Chile las mismas actividades que desarrollaba en Perú.