Desde el pasado 28 de diciembre, diversas áreas costeras en el Perú se encuentran en alerta debido a los intensos oleajes anómalos que han provocado daños significativos en embarcaciones locales. La situación ya generó inquietud entre los pescadores y habitantes de la zona, quienes reportan pérdidas económicas y daños materiales. Este fenómeno incrementó de manera considerable el peligro para las actividades en el mar.
A puertas del Año Nuevo, numerosas personas se preguntan si podrán visitar, como es costumbre cada 1 de enero, las diversas playas de Lima. La Marina de Guerra del Perú ya pidió a la población no arriesgarse y mejor evitar ingresar al mar para no exponer la integridad física.
Ante el asombro y la sorpresa de varios pescadores, la concha de abanico, una especie hidrobiológica clave para la exportación y generadora de miles de empleos en todo el país, fue recogida en la playa de Pisco. Este varamiento ocurrió en la región Ica, donde este fenómeno inusual llamó la atención de la comunidad local.
Este evento coincide con los oleajes anómalos que se registran en diversas zonas del litoral peruano. Según especialistas, estas alteraciones en el comportamiento del mar, que suelen ser más frecuentes en determinadas épocas del año, impactan no solo en las actividades pesqueras, sino también en el ecosistema marino, provocando situaciones como el varamiento de especies.
Jaime Yacila, alcalde de la Municipalidad de Zorritos, advirtió sobre los peligros asociados a los recientes oleajes anómalos que afectan la región, calificándolos como un “maretazo” que ha superado lo habitual. En declaraciones a DtumbesNoticias, el edil destacó que esta situación inédita requiere medidas preventivas para evitar tragedias. “Esto nunca se había dado. Quizás mis hermanos pescadores pensaron que sería un oleaje suave, pero esto ya no es normal”, afirmó.
En respuesta a esta emergencia, la municipalidad decidió cancelar eventos sociales programados en las zonas de playa durante las festividades de fin de año. Yacila argumentó que esta decisión busca priorizar la seguridad de los ciudadanos. “Si mañana alguien se ahoga en un evento autorizado por nosotros, seremos los responsables. No podemos permitirlo”, expresó, subrayando que las playas representan un riesgo particular en las condiciones actuales.
El alcalde enfatizó que aunque las actividades privadas en domicilios siguen siendo responsabilidad de cada individuo, los eventos masivos en áreas costeras representan un peligro adicional, especialmente debido al consumo de alcohol. “Cuando uno tiene alcohol en el cuerpo, se siente invencible. Pero si te ahogas, ¿quién es el responsable?”, señaló, haciendo un llamado a la conciencia ciudadana.
El litoral de Piura atraviesa días difíciles a causa del fuerte oleaje anómalo, popularmente llamado “maretazo”, que golpea las playas y puertos del norte del Perú desde el pasado 28 de diciembre. Una de las zonas más afectadas es el muelle artesanal de El Ñuro, en la provincia de Talara, conocido internacionalmente como hogar de numerosas tortugas marinas. Sus barandas, escaleras y la infraestructura que recibe a turistas de todo el mundo resultaron seriamente dañadas tras el paso de las imponentes olas que superan los tres metros de altura.
El fuerte oleaje anómalo registrado el pasado 27 de diciembre ha causado estragos en el emblemático balneario de Máncora, ubicado en la provincia de Talara, región Piura. El comportamiento de la naturaleza afecta al sector turístico y pesquero de una de las zonas más visitadas por bañistas y locales en el norte del Perú.
Todas las actividades económicas y recreativas en el mar están suspendidas hasta al menos el 4 de enero en Talara, según informó el contralmirante César del Álamo Carrillo, jefe del distrito de Capitanía de Talara N° 1. Aunque el mar luce calmado, Del Álamo advirtió que todavía presenta movimientos anómalos. “Ninguna actividad se permite en el mar hasta -por lo menos- el día 4. El mar todavía tiene movimiento más allá de lo normal. Los turistas son bienvenidos, pero se recomienda no ingresar al mar por el momento. Pueden disfrutar de los restaurantes locales, la vista y la zona, pero -por favor- no ingrese al mar”, señaló.
El contralmirante explicó en una entrevista con RPP que la Dirección de Hidrografía y Navegación de la Marina de Guerra alertó sobre estos oleajes anómalos desde el pasado 22 de diciembre, enfatizando que se trata de eventos naturales fuera de lo común. “La autoridad marítima ha comunicado con anticipación desde el día 22. Estos son hechos naturales que hoy están sobrepasando lo que comúnmente se ve”, precisó.
Debido al maretazo, se dañó seriamente la infraestructura del muelle El Ñuro, en Talara (Piura). Las barandas han colapsado, los pisos presentan grietas y parte del techo ha sido arrancado debido a la fuerza de las olas, cuyo impacto fue registrado en diversos videos que se compartieron a través de las redes sociales.
Las costas del Perú continúan enfrentando los estragos del oleaje anómalo que afecta al litoral desde hace varios días. Según el pronóstico de la Marina de Guerra, este fenómeno se mantendrá hasta el 3 o 4 de enero, con un aumento de intensidad esperado para el miércoles 1 de enero, cuando se registrarán “oleajes moderados, con picos de fuerte intensidad”.
En Máncora, región de Piura, al menos 95 negocios, entre restaurantes y hoteles, han resultado afectados por los oleajes anómalos registrados en los últimos días. El fenómeno inundó el malecón, causando daños en infraestructura, equipamiento y bienes materiales, lo que generó importantes pérdidas económicas. Según comerciantes locales, la falta de medidas preventivas ha agravado el impacto en este conocido destino turístico.
La Dirección de Hidrografía y Navegación de la Marina de Guerra del Perú había emitido alertas sobre la posibilidad de estos oleajes, causados por sistemas de alta presión en el océano Pacífico, pero la intensidad del evento superó las expectativas. Las autoridades locales han comenzado a evaluar los daños y consideran instalar barreras temporales y reforzar estructuras vulnerables para prevenir futuros incidentes, aunque no se han definido plazos concretos.
Además de Máncora, otras localidades del litoral norte peruano han sido afectadas, complicando actividades económicas esenciales como el turismo y la pesca. Mientras persistan las condiciones adversas, se recomienda a la población y a los turistas evitar zonas costeras y acatar las disposiciones de la Marina y las autoridades locales.
A través de un enlace en Willax Televisión, se informó que, desde hace varios días, la conocida Plaza Grau (Callao) se encontraba inundada por los oleajes anómalos. En las imágenes se mostró que el mar dejó a su paso troncos, llantas, zapatillas viejas y otros residuos.
Toda esta zona turística se encuentra cercada para que los vecinos no puedan ingresar. No se vio al personal municipal que esté realizando trabajos de limpieza.
El cierre de los puertos en el litoral peruano, que podría extenderse más allá del 1 de enero de 2025 por los fuertes oleajes, ha comenzado a generar estragos en la descarga de Gas Licuado de Petróleo (GLP) en Lima. Aunque se han tomado medidas para mitigar el impacto, como el uso del terminal de Pluspetrol, en Pisco, ubicado a unos 230 kilómetros (143 millas) de la capital peruana, la emergencia climática anticipa un nuevo capítulo de escasez de este combustible debido a las cercanías de las fiestas de fin de año.
El circuito de playas de la Costa Verde, que la conforman Agua Dulce, La Herradura, Waikiki, Los Yuyos, entre otras, es de los puntos de la capital peruana más visitado durante el 1 de enero por la celebración de Año Nuevo. Son numerosos los visitantes que llegan a pasar en familia de un día de relajo y diversión. Sin embargo, en medio de las expectativas por la fecha festiva, se conoció por la Marina de Guerra del Perú que el oleaje anómalo se extenderá posiblemente hasta el fin de semana.