Los fuertes oleajes anómalos que azotan la costa norte del Perú han perjudicado directamente al sector de pescadores artesanales en la región Piura, quienes viven de las pescas que pueden hacer durante el día a día. Ese es el caso de los pescadores de la localidad de Yacila, un balneario del distrito de Paita, en la región Piura. Estos trabajadores indicaron que muchos de ellos perdieron sus pequeñas embarcaciones artesanales y ya no cuentan con los recursos para hacer otras ni para reparar las que, con mucho esfuerzo, lograron salvar.
En horas de la tarde del 28 de diciembre, un grupo de pescadores artesanales indicaron que una embarcación pequeña construida con cinco palos de madera atados con sogas costaba alrededor de 500 soles en construirse por el costo de los materiales.
“Esta es una herramienta de trabajo. Un palo cuesta 100 soles. Para armar una balsa se necesitan 500 soles. El trabajo es del día a día para sacar para las mesas populares. Son más de 200 pescadores que han perdido sus balsas y se han quedado en la nada”, indicó a Latina Noticias. “Estamos esperando a que alguien se acerque a nosotros (...) Estamos desamparados”, afirmó.
Por otro lado, uno de los pescadores afirmó que el oleaje anómalo que se experimentó en las costas de Paita no tenía la misma intensidad que en otras ocasiones, sino que este fue mucho más intenso.
“Tengo 70 años y no he visto un (oleaje) anómalo como este. Prácticamente lo hemos perdido todo. Balsas, remos, redes, y solo algunas personas las han rescatado, pero ya están quebradas. Necesitamos la ayuda para todos los pescadores, no solo para un grupo, sino para todos los afectados. Esperamos que las autoridades escuchen y podamos pasar las fiestas con alguna herramientas de ayuda”, dijo al medio de comunicación.
Pescadores coordinan la creación de una olla común
El perjuicio causado a la actividad de los pescadores artesanales fue tal que algunos de ellos afirmaron no haber desayunado y estaban gestionando la posibilidad de crear una olla común junto a los vecinos de Yacila para intentar sostener a sus familias en un momento de gran necesidad por la falta de pesca. Además, pidieron a la presidenta Dina Boluarte que los ayude.
“Vamos a coordinar a ver si hacemos una olla común con todos los pescadores de aquí, la población de Yacila. Que nos escuche nuestra presidenta si se acuerda de Yacila. (...) Estamos prácticamente en la nada. Tiene que ayudarnos, por favor. Que sus palabras no queden en el aire. Tienen que ayudarnos, por favor. Que dios nos ayude”, indicó a Latina.
Pescadores también fueron perjudicados por derrame de petróleo
Además de la situación crítica generada por el oleaje anómalo en Piura, el derrame de petróleo en las playas del distrito de Lobitos, en la región Piura, también ha provocado daños en la economía de los pescadores artesanales de la zona, quienes ya no pueden realizar sus trabajos habituales debido a la contaminación de las aguas en la playa Las Capullanas y en otras cinco que fueron afectadas por la presencia de hidrocarburos a causa de un derrame de la refinería de Talara, de propiedad de Petroperú.
Infobae Perú se comunicó con Elsa Vega, presidenta de la Sociedad Nacional de Pesca Artesanal del Perú (Sonapescal) y pudo conocer que al menos 2.500 familias fueron afectadas por el desastre ambiental en Piura y que han visto perjudicados sus ingresos en días previos a las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
“Nosotros estamos preocupados. Ha impactado en los pescadores artesanales, si no también en la población. Se han afectado entre cinco y seis playas. Me he comunicado con pescadores de la zona y la situación es crítica”, afirmó Vega a Infobae Perú, quien además criticó que se haya intentado minimizar el derrame de Petroperú. “No se puede justificar lo que está ocurriendo”, indicó.
La presidenta de Sonapescal recordó la experiencia de hace unos años, cuando la empresa petrolera Repsol fue la responsable de un derrame de petróleo que hasta ahora, más de dos años después, sigue afectando a la vida de pescadores y vecinos de Ventanilla.
“Son más de 500 pescadores solo en la zona de Lobitos, pero también es la población. Son 2.500 familias en su conjunto. Los pescadores artesanales son los primeros en quedarse sin trabajo y esperamos que no ocurra más al norte. Viven del día a día y se quedan sin ingresos”, afirmó Vega a Infobae Perú.
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