Los puertos de Perú duplicarán su tráfico de carga de contenedores en los próximos 5 años, gracias la operación de nuevos terminales, como el megapuerto de Chancay, y cambios estructurales en la normativa portuaria en torno al cabotaje.
El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), a través de la Autoridad Portuaria Nacional (APN), actualizó esta semana el Plan Nacional de Desarrollo Portuario, en el cual proyectan un importante crecimiento de las inversiones en infraestructura portuaria y la competitividad del Sistema Portuario Nacional (SPN) hacia el año 2030.
De acuerdo a la APN, el movimiento de carga en general del SPN presentará una tendencia creciente para los próximos años, proyectándose un movimiento de carga de aproximadamente 156,1 millones de TM para el año 2030 entre los terminales portuarios de uso público y privado.
El principal apalancador de esta expansión es la carga contenedorizada, que pasará de una proyección de 28,9 millones de TM en 2023 hasta casi 60,9 millones de TM al final del próximo lustro. El doble de los 29,8 millones de TM proyectados para 2024.
Los movimientos de mercancía no contenedorizada, graneles sólidos, graneles líquidos y carga rodante en ese mismo periodo tendrán un crecimiento más moderado, según el estudio.
Solo en 2025, año en el que se espera culmine la marcha blanca del megapuerto de Chancay, la APN espera un importante flujo de carga contenedorizada de 46,5 millones de TM, un inusual crecimiento de 54% respecto a la proyeción del 2024.
Pero la operación de Cosco al norte de Lima, que espera iniciar operaciones comerciales moviendo 1 millón de contenedores al año, no sería el único factor determinante para este récord.
El cabotaje incrementará el flujo de contenedores en puertos peruanos
En mayo del 2024, el Gobierno de Perú aprobó la nueva Ley de cabotaje marítimo, que permitirá aprovechar el traslado de carga y pasajeros por vía marítima entre puertos nacionales, a través de navíos con bandera extranjera. Antes solo podían hacerlo barcos peruanos.
Gracias a estas modificaciones, especifica la APN, el tráfico de carga por operaciones de transbordo en los puertos peruanos se triplicarán en 2025 frente a los niveles registrados en 2024 y 2023.
De esta manera, la proyección del tráfico de carga por operaciones de transbordo pasará de 8,2 millones de TM en 2024 a 23,8 millones de TM en 2025. En el horizonte más lejano, se espera que incluso se cuadripliquen, con un pronóstico de 36,5 millones de TM en 2030.
“Se espera que, con la aprobación de nuevas normativas y disposiciones relacionadas con el cabotaje, se incremente el movimiento de carga de cabotaje”, refiere el documento.
Los otros tipos de operaciones, como descarga, embarque y reestiba mostrarán un crecimiento menos auspicioso en el periodo 2024-2030.
Además, serán los puertos de uso público los que captarán los mayores beneficios de los cambios en la Ley del Sistema Portuario Nacional para los próximos 5 años, tanto a nivel de carga contenedorizada como de operaciones de transbordo, según el Plan Nacional de Desarrollo Portuario 2024-2030.
Actualmente, el SPN está conformado por 63 instalaciones portuarias, entre embarcaderos y terminales. En el ámbito marítimo, se cuenta con 48 terminales y 1 embarcadero. En el fluvial, 14 terminales. Del total de instalaciones, 17 terminales son de uso público y 46 de uso privado.
Perú busca consolidarse como un hub logístico en América Latina
De acuerdo al análisis de la APN, el sistema portuario de Perú se encuentra en una etapa crucial de transformación, con proyecciones que apuntan a una modernización significativa para el período 2024-2030.
Entre los proyectos más destacados se encuentra el Terminal Portuario Multipropósito de Chancay, que promete posicionarse como un centro logístico avanzado y sostenible, marcando un antes y un después en el comercio marítimo del país y de la región.
Este desarrollo, junto con otras iniciativas como el Nuevo Terminal Portuario de San Juan de Marcona y el proyecto del Terminal Portuario Multipropósito en el Puerto de Chimbote, busca convertir al Perú en un hub portuario emergente en el suroeste de América Latina.
APN también destacó que uno de los pilares de esta transformación será el impulso al cabotaje, una modalidad de transporte que facilitaría el movimiento de carga y pasajeros dentro del territorio nacional.
Este enfoque no solo potenciaría los puertos locales, sino que también contribuiría a descentralizar el comercio marítimo, mejorando la conectividad entre las regiones y optimizando la logística interna del país.
Para el año 2030, se espera que el SPN haya alcanzado un nivel de consolidación significativo. Según el análisis, se prevé un aumento en el número de terminales portuarios, un mayor movimiento de carga y la apertura de nuevas rutas comerciales.
Asimismo, se anticipa un incremento en el tráfico marítimo, tanto en número como en dimensiones de las embarcaciones que arriben a los puertos peruanos. Sin embargo, este desarrollo también plantea desafíos importantes.
Debilidades y fortalezas del Sistema Portuario Nacional
Entre las principales preocupaciones se encuentran la congestión vehicular en las zonas portuarias, el aumento de la inseguridad en la cadena logística, el impacto ambiental derivado de las operaciones portuarias y los riesgos asociados a derrames de hidrocarburos.
Estas variables deberán ser atendidas de manera prioritaria para garantizar que el crecimiento del SPN sea sostenible y eficiente.
El informe subraya que el SPN cuenta con varias fortalezas que lo posicionan como un actor clave en la región. Entre ellas, destaca la ubicación estratégica de los puertos marítimos peruanos en la costa oeste de Sudamérica, siendo el Puerto del Callao el principal punto de conexión.
Además, la infraestructura portuaria moderna y la presencia de operadores de clase mundial permiten que el sistema opere bajo estándares internacionales. No obstante, también se identificaron debilidades que podrían limitar el potencial del SPN.
Entre estas se encuentran las restricciones en las vías de acceso terrestre a los terminales, la falta de coordinación entre los actores del sistema y una legislación portuaria desactualizada. Asimismo, se señaló la insuficiencia de inversiones en el desarrollo portuario fluvial y lacustre, así como la limitada conectividad entre los modos de transporte y los terminales de uso público.
Otro punto crítico es la escasa infraestructura especializada para pasajeros y el bajo nivel de digitalización en el sector portuario. Según el análisis, la falta de inversión en transformación digital y la ausencia de planes regionales de desarrollo portuario representan obstáculos para la modernización del sistema.
El informe también identificó oportunidades clave para el desarrollo del SPN. Entre ellas, destaca el interés de inversionistas nacionales y extranjeros en el sector, así como el potencial para desarrollar plataformas logísticas y zonas económicas especiales.
La automatización de procesos y la implementación de servicios digitales también se presentan como áreas de gran potencial, al igual que el impulso de la multimodalidad en el transporte.