Diego Zegarra, el escritor que retrató las manifestaciones de violencia detrás de un partido de fútbol de manera sutil

En diálogo con Infobae Perú, el autor reflexiona sobre la necesidad de tratar las diversas facetas de la violencia, incluso si ello implica ir más allá de la simple celebración del deporte.

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El novel escritor retrató las
El novel escritor retrató las manifestaciones de violencia detrás de un partido sin recurrir a lo grotesco. (Composición Infobae: Diego Zegarra)

El fútbol, como uno de los deportes más populares del mundo, despierta pasiones incontrolables que, en ocasiones, desbordan los límites de lo racional. Este fenómeno, lleno de emociones intensas, es el eje central de “Hasta el último aliento”, un conjunto de relatos de Diego Alonso Zegarra que explora las múltiples facetas de este deporte. A través de sus cuentos, el autor visibiliza las realidades más crudas que se esconden tras las victorias y derrotas.

A lo largo de la entrevista concedida a Infobae Perú, el autor reflexiona sobre la necesidad de tratar estos temas, incluso si ello implica ir más allá de la simple celebración del deporte. Desde que empezó a escribir los cuentos, tuvo un objetivo definido: provocar una reflexión sobre las sombras que acompañan la pasión futbolera.

La inclusión de personajes como ‘Kikín’, quien se queda sin aire en los últimos momentos de un partido, y ‘Caballo’, detenido por la policía en medio del juego, son solo algunos ejemplos de cómo Zegarra conecta el fútbol con las experiencias humanas más complejas.

El novel escritor retrató las manifestaciones de violencia detrás de un partido sin recurrir a lo grotesco ni al sensacionalismo. Su narrativa evita la exageración y la dramatización extrema.

Diego Zegarra estudió Ciencias de
Diego Zegarra estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Lima. (Diego Zegarra)

―Sabemos que, antes y después de los partidos de fútbol, es común que se registren actos de violencia entre las barras de los equipos. ¿Tuviste en cuenta esta realidad al momento de escribir tus cuentos, considerando cómo la pasión por el fútbol puede desbordar en comportamientos agresivos?

―Lo consideré parcialmente, ya que suele haber enfrentamientos entre barras antes y después de los partidos de fútbol, como mencionas. Pero, yo quería retratar la violencia desde el lado cotidiano. La violencia no se limita al ámbito de un estadio; también se manifiesta en los círculos más cercanos, como entre amigos o dentro de la familia.

―Tus cuentos abordan diversos tipos de violencia que se esconden detrás de un partido de fútbol, mientras celebran al mismo tiempo el deporte. ¿Por qué decidiste no enfocarte exclusivamente en la celebración del deporte, un tema que podría haber captado la atención de los hinchas de un equipo en particular?

―De alguna forma, el fútbol encuentra su celebración en el minuto a minuto y en la riqueza de su jerga; sin embargo, ese no era el propósito que buscaba. Sentí la responsabilidad de abordar temas que rara vez se discuten, ya que suelen quedar ocultos tras la pasión deportiva. Consideré necesario sacarlos a la luz para visibilizarlos y que el lector pueda comprender que, alrededor del fútbol, existen diversas manifestaciones de violencia.

―En “Valla invicta”, la protagonista es una mujer apasionada por el fútbol, hasta el punto de soñar con ser arquera profesional. ¿Cómo fue el desafío de representar su perspectiva?

―En el cuento “Valla invicta”, que tiene como protagonista a una arquera, fue desafiante porque no sabía cómo pensaba o actuaba una mujer frente a ciertas situaciones. Afortunadamente, tuve la oportunidad de conversar con muchas amigas, y una en particular me ayudó a mejorar el relato. Recuerdo que una de ellas me mencionó cómo, al entrar a una farmacia, se sentía nerviosa. Por otro lado, el relato “Hasta el último aliento” es muy cercano a mí. Si bien los eventos narrados no ocurrieron, me inspiré en los recuerdos de cuando acompañaba a mi papá a los partidos que jugaba con sus amigos del colegio.

―En “Hasta el último aliento”, dos personajes llaman la atención: ‘Kikín’, quien se queda sin aire en los últimos momentos del partido, y ‘Caballo’, detenido por la policía en medio del juego, cuyo destino permanece incierto. ¿Por qué decidiste no revelar el desenlace de ambos?

―Yo quería dejar en el aire el destino de ‘Kikín’, aunque se puede interpretar que enfrentaría problemas de salud debido a su adicción al tabaco. En cuanto a ‘Caballo’, incluir la intervención de policías fue una decisión premeditada para justificar la ausencia del jugador. Sin embargo, esa ausencia también podría haberse explicado de manera más sencilla, como un malestar estomacal, algo que ya se había mencionado antes. Como señalas, el personaje queda en un limbo porque no se revela por qué los agentes se lo llevaron. Creo que, de haberlo explicado, la trama habría perdido naturalidad y se sentiría forzada.

―Has abordado diversas formas de violencia relacionadas con un partido de fútbol o “fulbito”. Sin embargo, existen otras manifestaciones de violencia, quizá más crudas, que se reflejan en los medios de comunicación, como asesinatos y asaltos.

―En los 11 cuentos, he intentado abordar varios temas de violencia como la violencia familiar, la homofobia, entre otros. Además, dentro de esas historias también aparecen microviolencias: comentarios o actitudes que, aunque se alejan del marco del fútbol, se insertan en la cotidianidad.

Libro “Hasta el último aliento”
Libro “Hasta el último aliento” de Diego Zegarra. (Diego Zegarra)

―Sé que te apasiona el fútbol, especialmente el rol de arquero. ¿En algún momento consideraste la posibilidad de seguir una carrera profesional en el deporte?

―Nunca me di la oportunidad de probarme por miedo a lesionarme; preferí no exponerme y prioricé mis estudios. Creo que el temor a las repercusiones del deporte hizo que lo dejara de lado. Antes de interesarme por la literatura, quería ser periodista deportivo, pero me desencantó al ver cómo se transformaba en un show. Este libro, en cierto modo, es una revancha: la oportunidad de canalizar esa pasión por el fútbol, que siempre he tenido, y unirla a las palabras, algo que había intentado hacer a través del periodismo deportivo.

―Tu interés por la literatura ha sido un aspecto central en tu formación. ¿Cómo comenzó tu pasión por este campo? ¿Fue durante tu tiempo en la Universidad de Lima donde realmente tomó forma?

―Sí. En la Universidad de Lima hay espacios que fomentan la literatura. Por ejemplo, tomé un curso de literatura con Jorge Eslava, que resultó ser muy revelador, ya que en ese momento la literatura apenas comenzaba a seducirme. Al estudiar con él, me di cuenta de que no solo era un hábito, sino un verdadero estilo de vida. Esa fue mi primera aproximación. Luego, en un curso de Expresión Escrita, descubrí que no solo me estaba empezando a gustar leer, sino también escribir. Más tarde supe de un espacio en la universidad llamado Taller de Narrativa y Poesía, donde tanto alumnos como egresados pueden compartir sus textos semanalmente. Fui una vez, cuando César Nieri ya lo dirigía, y, como quien no quiere la cosa, me quedé durante siete años ininterrumpidos. En ese taller conocí a personas, principalmente alumnos de la universidad, talentosas.

―¿Cuál es tu opinión sobre los creadores de contenido literario en las plataformas digitales? ¿Qué crees que se podría hacer para enriquecer y elevar la calidad de los contenidos que generan?

―Creo que hay personas que valoran ciertos contenidos que, a veces, carecen de profundidad. Por ejemplo, un booktuber puede decir: “Leí este libro y te lo recomiendo”, pero no explica la trama ni lo que realmente se esconde detrás de la obra. A mí, como amante de la literatura, me gustaría saber cómo se relacionan los personajes dentro de una novela. Como ya se ha dicho, la literatura te permite vivir otras vidas, y creo que, como creadores de contenido, nuestra responsabilidad es acercar esas vidas a los internautas, no solo mostrarles la portada del libro.

―Dado tu entusiasmo por la literatura, ¿se puede inferir que tienes planes de publicar otro libro en el futuro cercano?

―Actualmente estoy cursando una maestría en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Para titularme, necesito presentar un proyecto. Al principio, pensé en un segundo libro de cuentos, pero dentro de la maestría me decidí a explorar el género de la novela. Por lo tanto, es muy probable que mi próximo proyecto sea una novela, la cual debería estar lista en unos dos años. Además, la maestría es importante para mis aspiraciones de dedicarme a la docencia, ya que necesito el título para ello. De hecho, ya he sido asistente de cátedra en la Universidad de Lima.

―Desde tu experiencia y perspectiva, ¿consideras que es viable vivir exclusivamente de la literatura en el contexto actual?

―Sabemos que vivir de la literatura es muy difícil y que siempre hay que cubrir las necesidades básicas. Sin embargo, es algo muy bonito que esa oportunidad llegue a través de la enseñanza.

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