La presidenta Dina Boluarte culminará este año 2024 como la mandataria menos popular de Sudamérica, con 76,4% de aprobación.
De acuerdo con CB Consultora, la mandataria se mantiene en la última posición del ranking que aglomera a 10 países de la región. En la primera posición se mantiene el político libertario Javier Milei, mientras que la jefa de Estado peruana es superada incluso por el líder del régimen autoritario venezolano, Nicolás Maduro. Este el listado completo en cuanto a aprobación:
- Javier Milei (51,8%), en Argentina
- Luis Lacalle Popu (49,8%), en Uruguay
- Santiago Peña (46,7%), en Paraguay
- Daniel Noboa (44.4%), en Ecuador
- Lula da Silva (44.3%), en Brasil
- Gabriel Boric (40,2%), en Chile
- Gustavo Petro (39,9%), en Colombia
- Luis Arce (33,6%), en Bolivia
- Nicolás Maduro (29,5%), en Venezuela
- Dina Boluarte (19,7%), en Perú
Otras encuestadoras dan 3% a Boluarte
La presidenta ha alcanzado un preocupante mínimo histórico en su nivel de aprobación, situándose en apenas un 3 % a nivel nacional, según los resultados de la última encuesta realizada por Datum para El Comercio. Este dato, publicado el domingo 15 de diciembre, refleja una continuidad en la tendencia negativa que ya se había anticipado en los sondeos del mes anterior. La desaprobación ha escalado hasta un alarmante 95 %, consolidando un escenario de rechazo generalizado hacia su gestión.
De acuerdo con lo reportado por el diario, las expectativas de mejora en la percepción pública tras la realización de la Cumbre APEC no se materializaron. En noviembre, el primer ministro Gustavo Adrianzén había expresado confianza en que dicho evento internacional contribuiría a cambiar la opinión de los ciudadanos sobre el gobierno.
Sin embargo, los resultados de la encuesta más reciente contradicen esa proyección, dejando en evidencia que el impacto de la cumbre no fue suficiente para revertir la crisis de legitimidad que enfrenta la administración de Boluarte.
Acusación a encuestadoras
Dina Boluarte ha generado controversia tras sus recientes declaraciones en un evento público en Carabayllo, donde afirmó que algunas empresas encuestadoras habrían intentado contactarla para solicitar beneficios económicos a cambio de mejorar su imagen en los sondeos de opinión.
Estas acusaciones, realizadas el pasado viernes, han provocado una respuesta inmediata por parte de Guillermo Lolli, director de estudios de opinión de Ipsos, quien calificó las afirmaciones como irresponsables y exigió que se presenten pruebas que respalden dichas acusaciones.
Lolli expresó su preocupación por las declaraciones de la mandataria, señalando que estas podrían tener como objetivo desviar la atención de los problemas más urgentes que enfrenta el país. Entre estos, mencionó la crisis del agua en Piura, el incremento de la criminalidad, los casos de violencia contra mujeres y las denuncias que involucran a exfuncionarios públicos.
El director de Ipsos también destacó que la desaprobación de la jefa de Estado, que la posiciona como la presidenta más impopular de los últimos 40 años, no es un fenómeno aislado ni reciente. Según explicó, esta tendencia negativa se ha mantenido constante a lo largo de su gestión y podría persistir hasta el final de su mandato en 2026. Aunque reconoció que las encuestas tienen un margen de error de aproximadamente un 3%, subrayó que la desaprobación de la mandataria podría incluso alcanzar niveles nulos, lo que sería un hecho sin precedentes en la historia política del país.
En sus declaraciones, lamentó que la mandataria no parezca comprender el impacto de su baja aprobación en la percepción ciudadana. El especialista también enfatizó que las encuestas reflejan la opinión pública y no responden a intereses particulares, por lo que acusaciones como las realizadas por la presidenta no solo carecen de fundamento, sino que también afectan la credibilidad de las instituciones dedicadas a medir la opinión ciudadana.