El derrame de petróleo en Piura registrado el pasado 20 de diciembre en la costa de Talara ha desencadenado una crisis ambiental de gran magnitud, afectando tanto al ecosistema marino como a las comunidades costeras que dependen de él. En respuesta, el Ministerio del Ambiente (Minam) declaró una emergencia ambiental de 90 días en Lobitos mediante la Resolución Ministerial 00443-2024-Minam, estableciendo un plan estratégico que busca mitigar los impactos del desastre y restaurar la zona afectada.
En este plan, se estipula que los pescadores artesanales, severamente perjudicados por la contaminación, recibirán un apoyo directo para mitigar las pérdidas económicas y reactivar sus actividades a futuro. La entidad FONDEPES ha dispuesto la suspensión de pagos de créditos por un periodo de seis meses para quienes se encuentren afectados por el derrame, ofreciendo un alivio inmediato a sus economías familiares. Además, se han planificado programas de capacitación técnica y cursos de formalización, destinados a fortalecer las competencias de los pescadores y garantizar su sostenibilidad laboral.
¿Cómo se llevará a cabo el Plan de Acción para controlar los efectos del derrame?
El Plan de Acción Inmediato y de Corto Plazo diseñado por el Minam se divide en tres ejes fundamentales: calidad ambiental, salud y fortalecimiento institucional. Cada uno de estos pilares aborda aspectos clave para la recuperación del área, desde la limpieza de las zonas contaminadas hasta la atención de las poblaciones afectadas y el control de los recursos hidrobiológicos.
En el ámbito ambiental, Petroperú, como entidad responsable del derrame, está encargada de realizar la limpieza continua del área impactada, abarcando el mar, los sedimentos y otros elementos contaminados. Estas acciones estarán sujetas a una estricta supervisión por parte del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), que verificará el cumplimiento de las medidas impuestas en plazos que varían entre 25 y 80 días hábiles.
Medidas para la población y el ecosistema
Las comunidades costeras cercanas a Talara han sido directamente afectadas por el derrame, tanto en su salud como en su calidad de vida. Según el plan, los centros de salud en Talara y Lobitos implementarán vigilancia epidemiológica para monitorear posibles efectos en la población expuesta al hidrocarburo. Paralelamente, se realizarán sesiones educativas para informar a la ciudadanía sobre los riesgos de exposición y las medidas preventivas necesarias.
La calidad sanitaria de las playas también será una prioridad. Cinco playas han sido declaradas no aptas para los bañistas, mientras que otras siete, incluidas Cabo Blanco y Punta Veleros, serán monitoreadas para garantizar su seguridad. Estas medidas buscan proteger a los ciudadanos y recuperar la confianza en estas zonas como destinos turísticos.
El impacto del derrame se extiende a la biodiversidad marina, especialmente en áreas protegidas como la Reserva Nacional Mar Tropical de Grau. Aquí, el monitoreo biológico será liderado por instituciones como SERFOR e IMARPE, que evaluarán el estado de las especies afectadas y desarrollarán estrategias de manejo para su recuperación.
El plan incluye una vigilancia permanente de las acciones de Petroperú. Entidades como OSINERGMIN y la Capitanía de Puerto de Talara realizarán inspecciones para garantizar la seguridad de las operaciones y verificar la integridad de las infraestructuras portuarias. Además, se ha establecido un seguimiento semanal para evaluar el cumplimiento de las obligaciones de la empresa respecto a la atención del derrame.
Medidas del Plan de Acción Inmediato y de Corto Plazo
Eje 1: Calidad Ambiental
- Limpieza de la zona afectada: Continuar con las acciones de limpieza de mar, sedimentos y otras áreas contaminadas. Correcta disposición del material contaminado.
- Supervisión del cumplimiento de medidas: Verificación del cumplimiento de las medidas administrativas y preventivas impuestas a Petroperú. Evaluación ambiental de las zonas marino-costeras intervenidas.
- Monitoreo ambiental: Vigilancia de la calidad del agua de mar en los meses de enero, febrero y marzo de 2025. Monitoreo biológico-ambiental en las zonas marino-costeras entre Punta Arenas y Lobitos.
- Manejo de fauna silvestre: Monitoreo y manejo de la fauna marina afectada. Registro y disposición final de los especímenes recuperados.
Eje 2: Salud
- Vigilancia epidemiológica: Identificación de personas expuestas al derrame mediante vigilancia en centros de salud de Talara y Lobitos.
- Sesiones educativas: Realización de sesiones informativas sobre riesgos y medidas de exposición dirigidas a la población, actores sociales y autoridades.
- Atención médica: Provisión de atención integral a las personas afectadas por el derrame.
- Control sanitario de playas: Declarar cinco playas como “no aptas” para bañistas debido a la contaminación. Monitoreo de siete playas recreativas en Talara para evaluar su seguridad.
Eje 3: Institucional
- Control de recursos hidrobiológicos: Realización de mediciones organolépticas (frescura, olor, trazas de hidrocarburos) en mercados y desembarcaderos afectados. Fiscalizaciones orientativas para pescadores, administradores de desembarcaderos y comerciantes.
- Suspensión de pagos: Otorgar suspensión de pagos de hasta seis meses a pescadores artesanales afectados que tengan créditos vigentes.
- Capacitación de pescadores: Implementar cursos de formalización y formación técnica para pescadores artesanales.
- Patrullajes de supervisión: Apoyo mediante patrullajes terrestres y marítimos para garantizar la ejecución de actividades en la Declaración de Emergencia Ambiental.
Supervisión y cumplimiento
- Verificación de infraestructura: Supervisión de la integridad de la línea submarina norte y sur del Terminal Multiboyas de Petroperú.
- Control de operaciones portuarias: Inspecciones sobre el despliegue de barreras de contención en operaciones portuarias.
- Seguimiento a Petroperú: Evaluación semanal de las acciones realizadas por Petroperú para atender la emergencia.