La llegada de la época de Navidad y Año Nuevo no tiene el mismo significado para todos. En particular, para el Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú (CGBVP), estas fechas representan un incremento en las emergencias atendidas, muchas de las cuales podrían evitarse con medidas de prevención y conciencia ciudadana.
Desde el 25 de diciembre hasta la fecha, el CGBVP registró 241 emergencias a nivel nacional, de las cuales 92 corresponden a incendios. Este aumento, del 20% respecto al promedio anual, pone de manifiesto los riesgos asociados a las celebraciones de fin de año.
Según el comandante Leónidas Telenta, director de la oficina de Comunicaciones del CGBVP, las emergencias incluyen rescates, manejo de materiales peligrosos y otras situaciones críticas, siendo Lima, Callao, Ayacucho e Ica las regiones más afectadas.
Un llamado a la responsabilidad ciudadana
El incremento de emergencias durante las fiestas decembrinas no es una coincidencia. Factores como la sobrecarga de tomacorrientes, el uso inadecuado de velas y la manipulación de pirotecnia sin supervisión adecuada han generado situaciones de alto riesgo en los hogares peruanos.
Además, las rejas instaladas en las calles para resguardar las cuadras, aunque útiles para la seguridad, muchas veces dificultan el acceso de los bomberos durante un incendio, agravando las consecuencias de estos incidentes.
“El desorden y la falta de previsión son nuestros mayores enemigos”, señala el comandante Telenta. A pesar de las constantes campañas de sensibilización, la ciudadanía parece no tomar conciencia hasta que ocurre una tragedia.
“El incendio de Mesa Redonda en 2001, que cobró la vida de más de 300 personas, debería ser un recordatorio permanente de los peligros que enfrentamos en estas fechas”, enfatiza.
Recomendaciones clave para evitar tragedias
Ante este panorama, el CGBVP reiteró una serie de recomendaciones para reducir el número de emergencias:
- Tomacorrientes: No sobrecargar enchufes y evitar conectar múltiples artefactos eléctricos en un solo punto. Las luces navideñas deben adquirirse en establecimientos autorizados, desconectarse tras dos o tres horas de uso y reemplazarse si presentan daños visibles.
- Velas: Utilizarlas con extrema precaución. Se recomienda colocarlas en platos con agua para minimizar el riesgo de incendios en caso de que caigan. Esto es especialmente importante en zonas donde la electricidad es limitada y las velas se usan como fuente de iluminación.
- Cocinas: Verificar regularmente el estado de las válvulas de gas y mangueras, ya que tienen fecha de vencimiento. Evitar dejar hornillas encendidas sin supervisión y, ante cualquier emergencia, llamar al 116 para contactar a los bomberos.
- Pirotecnia: Restringir su uso a adultos responsables y nunca permitir que niños la manipulen. La venta irresponsable de pirotecnia a menores sigue siendo un problema crítico que contribuye a numerosos accidentes.
- Rejas: Mantener un acceso claro y rápido en caso de emergencia. Si se instalan rejas en puertas y ventanas, las llaves deben estar siempre disponibles y al alcance.
El impacto de las llamadas falsas
Además de las emergencias reales, el CGBVP enfrenta otro desafío: las llamadas falsas. Según Telenta, un 5% de las aproximadamente 3.000 llamadas diarias a nivel nacional son bromas o mal uso de la línea de emergencia. Este comportamiento no solo pone en riesgo la vida de quienes realmente necesitan ayuda, sino que también sobrecarga un sistema ya exigido al máximo durante estas fechas.