Estos últimos días del año, la percepción de los ciudadanos es que el tráfico de vehículos en las calles de Lima ha empeorado notablemente. Ante esta situación que ya lleva décadas, la congestión vehicular, el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) ha realizado el cálculo de cuánto cuesta al país esta tara.
“Para 2023, se estima que una persona pierde en promedio S/3,8 mil al año en Lima. Considerando la Población Económicamente Activa Ocupada (PEAO) urbana, el costo total de esas pérdidas en Lima se estima en aproximadamente S/ 20 mil millones (alrededor de 2,0 por ciento del PBI) en 2023″, revela el BCR en su último reporte de inflación del año.
Así también, en el informe, elaborado con diversas fuentes, no solo se detalla las causas del caos vehicular, su origen, sino también lo que se pierden en horas y cómo ha empeorado el tráfico en Lima.
Perú pierde S/20 mil millones por congestión
El BCR ha analizado los costos que implica la congestión vehicular para la sociedad peruana. Esto implica tanto aquellos directos como los indirectos. Los dos tipos de costos que se estimaron fueron:
- El costo asociado al combustible adicional consumido durante las horas de congestión
- El valor económico de las horas perdidas en los desplazamientos en condiciones de tráfico congestionado.
Así, en conjunto, se estima que el tráfico un costo anual de la congestión del tráfico en Lima es de alrededor de 2,4 por ciento del PBI del país, pero solo en ese segundo punto involucra un monto de S/20 mil millones en pérdidas.
Los costos de la congestión vehicular
Por un lado, el BCR señala que uno de los costos consecuencia de la congestión vehicular es el mayor gasto en combustible adicional consumido en hora punta frente a horas de tráfico libre. ”En términos diarios se calcula como la multiplicación del sobreconsumo de combustible por el precio promedio de combustible y el tamaño del parque automotor circulante, y luego este costo diario se pasa a términos anuales considerando la intensidad del uso del vehículo (en días)”
Así, en Lima este costo se estima en S/10,9 millones por día y S/3,3 mil millones al año, equivalente a aproximadamente al 0,4 por ciento del PBI, revela el BCR.
Pero, por el otro lado, la congestión vehicular también implica una pérdida de horas trabajadas, las que se gastan en el tráfico. “El costo de las horas adicionales utilizadas en desplazamientos se estimó considerando el tiempo anual que una persona pierde debido a la congestión al trasladarse hacia su centro de trabajo. Se calcula como el número de viajes diarios por persona multiplicado por el tiempo promedio extra de viaje como consecuencia de la congestión. Esta cifra, que representa las horas anuales de trabajo perdidas en el tráfico, se multiplica por la mediana de la remuneración por hora y se obtiene el valor económico que representa esta pérdida para un trabajador”, explica la entidad con respecto a su cálculo.
De esta manera, se estimó que, para el 2023, una persona pierde en promedio S/3,8 mil al año en Lima; y considerando la Población Económicamente Activa Ocupada (PEAO) urbana, el costo total de esas pérdidas en Lima se estima en aproximadamente S/20 mil millones (alrededor de 2,0 por ciento del PBI).
Las razones del caos vehicular
Una encuesta de Lima Cómo Vamos reveló que ha habido un aumento en el tiempo promedio de traslado al centro de labores. Mientras en el 2015, el 58% de la población limeña tardaba más de 30 minutos en llegar a su destino, este porcentaje se incrementó a 63% de los encuestados en 2021.
“Este incremento podría estar asociado a la saturación de las redes viales, ocasionada por el crecimiento sostenido del parque automotor en Lima y el estancamiento en la expansión de la infraestructura vial. En 2015, en Lima existían 1 mil 113 vehículos por cada kilómetro de red vial disponible, cifra que aumentó a 1 mil 387 en 2023″, detalla el BCR.
Así, el informe del BCR también cita una investigación de Claudia Bielich, donde se indica que “la problemática del transporte público en Lima se agudizó a partir de la promulgación del Decreto Legislativo 651 en 1990, que liberalizó la oferta de servicios de transporte público. Este fenómeno, agravado por prácticas de conducción inadecuadas implementadas por conductores que intentaban adaptarse a un sistema cada vez menos regulado, generó un círculo vicioso que incrementa la congestión vehicular”.
Del mismo modo, se resaltan las causas más relevantes de la congestión vehicular en el mundo:
- Incremento del parque automotor circulante
- Insuficiente infraestructura vial
- Crecimiento urbano no planificado
- Sistemas de transporte masivo inadecuados
- Prácticas de conducción inapropiadas, agudizadas en algunos casos por la informalidad
- Control deficiente por parte de las autoridades