La muerte reciente de Nilo Burga, presidente de la compañía Frigoinca, ha generado múltiples interrogantes. Su cuerpo fue encontrado en un hotel de Magdalena del Mar la noche del miércoles 25 de diciembre, en circunstancias que aún no han sido esclarecidas.
Según el abogado del empresario, César Eucástegui, se baraja la hipótesis de un suicidio, apoyada en la existencia de una carta que Burga habría dejado en su vehículo antes de ingresar al lugar donde murió. “Lo ha hecho una tercera persona, pero lleva su firma”, indicó el letrado sobre el documento, el cual ya está en manos del Ministerio Público.
Eucástegui mencionó que Burga estaba bajo tratamiento psicológico tras sufrir un allanamiento y detención preliminar, eventos que habrían agravado su situación emocional. Las investigaciones continúan, buscando explicar su deceso y su papel en el escándalo de Qali Warma.
Resultados de la necropsia
En medio de las diversas teorías que se construyen sobre la muerte de Nilo Burga, el diario La República logró acceder al certificado de necropsia del empresario de 65 años.
Según este medio, el documento indica que Burga falleció a causa de un shock hipovolémico debido a la pérdida abundante de sangre provocada por heridas ocasionadas con un arma blanca (cuchillo) en la nuca, el pecho y el abdomen.
“Los han silenciado”
El presidente de la Comisión de Fiscalización y Contraloría del Congreso de la República, Juan Burgos, decidió emitir un pronunciamiento en conjunto sobre las muertes de Burga y Andrea Vidal, extrabajadora del Parlento que tenía información de una supuesta red de prostitución dentro del Palacio Legislativo y fue asesinada hace unos días en circunstancias aún sin esclarecer
“Es sospechoso y me apena que haya ocurrido, como ha ocurrido la forma que ha muerto Andrea Vidal. Aparentemente, los han silenciado”, mencionó antes de ingresar a la sesión donde se citó a Jorge Torres Saravia, acusado de ser el líder de esta organización criminal dentro del Congreso.
Caso Frigoinca
Frigoinca es conocida por producir las conservas “Don Simón”, cuestionadas por supuestamente contener carne de caballo y haber provocado intoxicaciones en escolares de Puno y Cajamarca.
Este caso detonó un escándalo que salpicó incluso a altos funcionarios del gobierno, como el ministro de Desarrollo e Inclusión Social, Julio Demartini, y el vocero presidencial, Freddy Hinojosa. Según el Ministerio Público, Burga lideraba una presunta red criminal que pagaba sobornos a funcionarios de Qali Warma para asegurar la distribución de estos productos.
El testimonio de Noemí Alvarado, excolaboradora de Frigoinca, resultó clave en el caso. Alvarado denunció haber coordinado pagos ilícitos bajo las órdenes de Burga y aseguró temer por su vida.
“Me va a silenciar. Lo conozco y sé de lo que es capaz”, declaró a Cuarto Poder. Esta revelación puso en evidencia las prácticas de la organización, incluyendo la fabricación de conservas con carne de desecho.
¿Quién era Nilo Burga?
Nilo Burga, natural de Chepén, La Libertad, es señalado como la figura clave tras la empresa de conservas Frigoinca, a pesar de no figurar como accionista o propietario en registros oficiales. Según un informe de Punto Final, Burga ha estado bajo el radar de las autoridades por su presunta implicación en actividades ilícitas.
En 2016, la Dirección de Investigación de Lavado de Activos de la Policía Nacional lo señaló como líder de un esquema de lavado de activos. Este involucraba empresas vinculadas a su entorno familiar, que operaban bajo estrategias para evadir impuestos, facturarse entre sí y exportar productos, como carne de burro, sin control estatal.
El caso, que apuntaba a un esquema de defraudación al Estado, fue archivado por la fiscal Elizabeth Peralta, actualmente investigada por presuntos nexos con la red de Andrés Hurtado, alias ‘Chibolín’.
Escándalo de Qali Warma
El escándalo de corrupción remeció al programa Qali Warma tras descubrirse una red de sobornos que favorecía a la empresa proveedora de conservas Frigoinca. Según un reportaje del programa Punto Final, la compañía habría realizado pagos ilícitos a funcionarios para manipular reportes de intoxicaciones masivas y ocultar la distribución de alimentos de baja calidad.
Las investigaciones apuntan a que Frigoinca no solo sobornó a Ronald Loza, representante de la Dirección Regional de Salud (Diresa) en Puno, sino también a seis trabajadores de diferentes regiones. Entre los implicados se encuentran Deyvis Espinoza (Lima), Yvonne Espinoza (Lambayeque), Stallin Mera (Loreto), Fernando Herrera y José Floriano (Cajamarca), y Luis Álvarez (Áncash), quienes se desempeñaban como especialistas alimentarios encargados de elaborar menús y gestionar la solicitud de productos en sus jurisdicciones.
Además, conversaciones extraídas del teléfono de Noemi Alvarado, empleada de Frigoinca, revelaron cómo coordinaba con los funcionarios para encubrir casos de intoxicación. Estas actividades contaban con el conocimiento de Michael Burga, director comercial de Frigoinca, y su padre, Nilo Burga, presidente del directorio de la empresa.