Las fiestas de Navidad y Año Nuevo es sinónimo de reuniones familiares, deliciosas comidas y momentos de alegría compartida. Sin embargo, una práctica común que se repite en muchos hogares es el consumo de alcohol como parte del festejo. Esta costumbre, instaurada en la dinámica de las celebraciones, puede tener consecuencias negativas tanto para la salud física como para las relaciones interpersonales.
Miguel Hinojosa Mendoza, psicólogo de la Dirección de Salud Mental del Ministerio de Salud (Minsa), ha sido claro al advertir que ninguna festividad justifica el consumo de bebidas alcohólicas. Según el especialista, esta práctica representa un riesgo significativo, ya que puede desencadenar problemas que impactan la vida personal, familiar, laboral y social.
“El consumo de alcohol no solo afecta la salud física, sino que también tiene repercusiones psicológicas y sociales que pueden ser devastadoras”, afirmó Hinojosa.
Los riesgos detrás del consumo de alcohol
El consumo de alcohol está asociado con una amplia gama de problemas de salud, desde enfermedades crónicas hasta accidentes fatales. Entre los riesgos señalados por el Minsa se encuentran enfermedades del corazón, afecciones hepáticas, hipertensión arterial, accidentes cerebrovasculares y trastornos mentales como la ansiedad y la depresión. Además, cada vez que se consume alcohol, se incrementa el peligro de sufrir accidentes automovilísticos, lesiones, homicidios o incluso suicidios.
Jorge Pizarro Sánchez, encargado de la Unidad de Hospitalización de Salud Mental y Adicciones (UHSMA) del Hospital María Auxiliadora, resaltó que el consumo de alcohol es una práctica frecuente en el Perú. Sin embargo, advirtió que muchas personas no identifican con claridad cuándo el consumo ocasional se convierte en dependencia.
“La línea entre el consumo social y la dependencia es muy delgada. Muchas personas no son conscientes de que han desarrollado tolerancia o un síndrome de abstinencia hasta que ya están atrapadas en el alcoholismo”, explicó Pizarro.
El impacto del alcohol en la salud mental
El especialista también mencionó un fenómeno conocido como patología dual, donde el alcohol se utiliza como un mecanismo para enfrentar trastornos psicológicos subyacentes. “Si alguien sufre de fobia social y descubre que al beber alcohol puede superar el miedo y sentirse el alma de la fiesta, es probable que desarrolle una dependencia. Esto lo lleva a consumirlo no solo por gusto, sino por necesidad”, detalló Pizarro.
El tratamiento del trastorno por consumo de alcohol es posible, pero requiere un compromiso a largo plazo. Pizarro destacó que el proceso implica tanto medicación como terapia, ya sea individual o grupal, y subrayó la importancia del soporte familiar. “El tratamiento es un trabajo de por vida, donde la familia juega un papel crucial en el éxito del proceso”, agregó.
Recomendaciones y apoyo para quienes lo necesiten
Para aquellos que enfrentan problemas con el consumo de alcohol o desean orientación, el Ministerio de Salud ofrece servicios de consejería en salud mental. Las personas interesadas pueden comunicarse a la línea gratuita 113, opción 5, o acudir al centro de salud más cercano.
Expertos indicaron que, en estas fiestas, es importante reflexionar sobre las costumbres que acompañan nuestras celebraciones y recordar que la verdadera alegría radica en los momentos compartidos, no en las sustancias que los acompañan.