El derrame de petróleo en la playa Las Capullanas, ubicada en el distrito de Lobitos, en Talara, Piura, ha desatado una emergencia ambiental que pone en peligro a diversas especies de fauna marina, muchas de ellas consideradas como vulnerables.
El evento, cuya verdadera magnitud aún se evalúa, ya ha ocasionado daños graves en el ecosistema marino-costero, mientras las autoridades trabajan para mitigar sus efectos. Entre los principales afectados se encuentran las tortugas golfina (Lepidochelys olivacea), peces, cangrejos, delfines y otros organismos que habitan la zona.
El Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), en colaboración con instituciones como la Municipalidad Distrital de Lobitos, la Policía Nacional del Perú (PNP), la Dirección General de Capitanías y Guardacostas (Dicapi), y la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (FEMA), ha desplegado brigadas para atender la emergencia. Equipos multidisciplinarios de veterinarios y biólogos se encuentran en la zona de Las Capullanas, trabajando en el rescate y rehabilitación de la fauna afectada con un protocolo especializado aprobado por el Serfor para este tipo de desastres.
Especies amenazadas por el derrame en Lobitos
Las tortugas golfina, una especie clasificada como “vulnerable” según la legislación peruana, están entre las más afectadas por el derrame. Estas tortugas anidan en las playas de Piura y Tumbes, y su presencia en las áreas contaminadas incrementa el riesgo de mortalidad debido al contacto con hidrocarburos. Según el Serfor, las tortugas golfinas se encuentran en peligro de extinción y se estima que solo 1 de cada 1.000 crías que salen del nido logra llegar a la adultez. Roberto Seminario Trelles, administrador técnico de Serfor en Piura, confirmó:
“A la fecha se ha reportado la afectación de algunas crías de tortuga golfina (Lepidochelys olivacea), además de recursos hidrobiológicos como, cangrejos, peces, recursos bentónicos, entre otros. Recordemos que la tortuga golfina, especie de fauna silvestre categorizada como “Vulnerable” según el D.S. 004-2014-MIDAGRI anida en las playas de Piura y Tumbes, desde julio a enero principalmente”.
Adicionalmente, desde el día sábado, se ha registrado la muerte de delfines en la zona, según denuncias de pescadores locales, quienes encontraron cuerpos varados cubiertos de petróleo. “Ahora está con puro petróleo el agua. Hay animales muertos. Dijeron que iban a recibir gente para limpieza, pero hasta ahora no llega nadie. Ya se encuentra un delfín cerca y hay otro más al fondo. Hay otros animalitos más muertos. Hasta ahora no (he visto autoridades o trabajos de limpieza)”, relató un pescador que se acercó a la zona para apoyar en labores de limpieza.
El litoral de Piura en peligro
El desastre ambiental en Lobitos ocurrió durante las maniobras previas al embarque de hidrocarburos en el buque Polyaigos, en el terminal submarino de la Refinería Talara, operada por Petroperú. Según investigaciones iniciales, un fallo técnico en las válvulas de seguridad habría provocado el derrame.
Las inspecciones iniciales realizadas por Serfor abarcaron un tramo de 3 a 4 kilómetros de litoral que incluye Las Capullanas y otras playas aledañas. Los hallazgos preliminares destacan el daño a zonas críticas de hábitats marinos, como áreas de anidación de tortugas y hábitats de especies bentónicas. La contaminación no solo amenaza a la biodiversidad, sino también a las comunidades locales, muchas de las cuales dependen directamente del mar para su subsistencia.
Las autoridades investigan la causa del derrame y evalúan las responsabilidades legales. Por su parte, Petroperú informó que la situación fue controlada de manera “inmediata” e implementó protocolos de limpieza para mitigar los daños a la playa más afectada. A pesar de ello, restos de crudo fueron detectados en playas lejanas a Las Capullanas, como Cabo Blanco.
En 2022, tras el derrame de petróleo en La Pampilla, Serfor ha implementado su “Guía para el manejo de fauna silvestre ante eventos de derrame de hidrocarburos en el ámbito marino costero”, que detalla procedimientos de rescate, atención, rehabilitación, liberación y toma de muestras de animales afectados, vivos o muertos. Este protocolo se está utilizando para darle atención prioritaria a la fauna afectada por este desastre ambiental.