En Perú, la Navidad se traduce en tradiciones culinarias marcadas por el consumo de carne de pavo, un hábito que posiciona al país como líder en Sudamérica en este rubro durante las festividades de fin de año. Según datos del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), en diciembre los hogares peruanos consumirán aproximadamente 1 millón 640 mil pavos. Este consumo no solo responde a una preferencia cultural, sino también a dinámicas económicas y sociales que consolidan al pavo como el protagonista indiscutible de la cena navideña.
La preferencia por el pavo tiene razones prácticas. “Es un ave grande que alcanza para toda la familia. La puedes trozar y dura para el 24, el 25 e incluso el 26 de diciembre”, comentan algunos consumidores. A ello se suma la facilidad de preparación en diferentes estilos, como al horno con guarniciones de puré de camote o ensalada de fideos, una tradición influida por costumbres extranjeras que se han adaptado al contexto local.
Precios y accesibilidad
El costo del pavo también es un tema recurrente en los hogares. Este año, el precio promedio se encuentra entre 13 y 16 soles por kilo, lo que lo convierte en una opción menos económica frente al pollo, cuyo precio ronda los 9,50 soles por kilo. Esto lleva a muchas familias a buscar alternativas, como el pollo a la brasa, que no solo representa un ahorro, sino que también simplifica la logística de preparación.
No obstante, el pavo sigue liderando las preferencias debido a su simbolismo en las celebraciones. Además, muchas empresas facilitan el acceso a este producto mediante bonos y vales entregados a sus empleados, representando un importante porcentaje del consumo total. Según cifras del Midagri, la mayoría de los pavos consumidos en el país son de producción local, con solo un 2% importado de Chile, Brasil y Estados Unidos. Este dinamismo impulsa la economía peruana, fortaleciendo la producción avícola nacional.
Si bien el pavo domina las cenas navideñas, otras opciones ganan terreno. El cerdo ocupa el segundo lugar en las preferencias durante esta temporada, aunque a lo largo del año es la tercera carne más consumida en el país. Algunos optan por el cerdo como alternativa al pavo, ya sea por precio o por tradición familiar. En tercer lugar, el pollo completa la lista de proteínas más populares para estas fechas.
El consumo de pavo no solo es significativo a nivel local. De acuerdo con la Gerencia de Agroexportaciones de la Asociación de Exportadores (Adex), Perú exportó pavos por un valor de 2,73 millones de dólares entre enero y octubre de este año, un aumento del 38,2% respecto al mismo período en 2023. Ecuador es el principal destino de estas exportaciones, representando el 90,3% del total. Otros mercados incluyen Bolivia y Cuba, aunque en menor escala.
Perspectivas de consumo y producción
El Midagri estima que la producción nacional de pavo alcanzará los 3,89 millones de unidades este año, un incremento del 4,7% en comparación con 2023. De esa cifra, la mayor parte se destina al mercado interno, con un consumo aparente de 1,19 kilogramos por persona en promedio, lo que refleja un ligero crecimiento del 1,3% respecto al año pasado.
Además, la carne de pavo es valorada por sus propiedades nutricionales, siendo una opción rica en proteínas y baja en grasa. Según Adex, esta característica la posiciona como una alternativa saludable en las dietas familiares, especialmente en un contexto donde las celebraciones suelen estar acompañadas de alimentos más calóricos.
Por otro lado, las importaciones de carne de pavo se reducirán en 21,9% este año, totalizando 7 mil 487 toneladas. Chile, Estados Unidos y Brasil son los principales proveedores de estas importaciones, las cuales se destinan principalmente al segmento de carne trozada, con un menor porcentaje correspondiente a pavos enteros congelados.