El verano del 2025 promete temperaturas que podrían superar los 31°C en diversas regiones del Perú, especialmente hacia mediados de la estación. Sin embargo, más allá del calor, las lluvias entre enero y marzo serán el gran foco de atención para la población y las autoridades.
Según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), las precipitaciones tendrán comportamientos distintos dependiendo de la zona geográfica, lo que podría generar escenarios contrastantes a nivel nacional.
Lluvias en la costa, sierra y selva
En la costa norte y la sierra norte occidental, las lluvias estarán entre valores “inferiores a lo normal” y “normales”. Esto significa que habrá menos precipitaciones que en veranos anteriores, aunque no se descartan eventos puntuales de lluvias moderadas, típicas de esta temporada.
En contraste, en la región andina norte oriental, centro y sur, así como en la selva norte, se esperan lluvias dentro de los rangos normales e incluso por encima de lo habitual. Estas condiciones podrían generar impactos significativos en zonas agrícolas y rurales.
El Senamhi también destaca que, durante lo que resta de diciembre, continuarán las precipitaciones en la sierra del país, especialmente en la vertiente oriental. En estas áreas, se anticipa la presencia de granizo y nevadas, afectando principalmente localidades ubicadas entre los 2800 y 4000 m s. n. m. Adicionalmente, se prevén descargas eléctricas y ráfagas de viento, fenómenos comunes que pueden representar riesgos para las comunidades.
En nuestra Amazonía, las lluvias persistirán, principalmente en las zonas altas, lo que garantiza un suministro de agua vital para los ecosistemas. Sin embargo, estas precipitaciones no serán uniformes, y en algunas áreas de la selva baja podrían registrarse episodios de calor extremo con temperaturas diurnas elevadas. Este comportamiento mixto de lluvias y calor podría generar retos para los sectores agrícola y energético.
Calor, radiación y precauciones
En la costa central, Lima se prepara para un verano caluroso con cielos nublados y cubiertos durante las primeras horas del día, que irán despejándose hacia el mediodía. Las temperaturas en los distritos del oeste de la capital oscilarán entre los 21°C y 28°C, mientras que, en la zona este, más alejada del mar, los valores estarán entre los 19°C y 30°C.
No obstante, se prevé que, hacia mediados del verano, los termómetros podrían superar los 31°C, acompañados de noches cálidas y posibles lluvias ocasionales.
Por tal motivo, otro factor importante será la radiación ultravioleta (UV), que alcanzará niveles altos y extremadamente altos en todo el país. En la región andina, los índices mensuales oscilarán entre 10 y 15, con picos máximos de hasta 19, mientras que en la costa y la selva se esperan valores de hasta 15 y 14, respectivamente. Esto exige tomar medidas de protección, como el uso de bloqueador solar, ropa adecuada y evitar la exposición prolongada al sol durante las horas pico.
Adaptarse al clima cambiante
Las variaciones climáticas de este verano refuerzan la importancia de mantenerse informado. Aunque el calor invita a disfrutar de actividades al aire libre, es fundamental tomar precauciones frente a las lluvias y los altos índices de radiación. Además, el Senamhi continuará monitoreando las condiciones atmosféricas y emitiendo alertas oportunas, especialmente en regiones vulnerables a inundaciones o deslizamientos.