Una expedición científica al Alto Mayo, en la selva amazónica del norte del Perú, ha revelado un tesoro de biodiversidad con el descubrimiento de 27 nuevas especies, entre ellas un ratón anfibio con patas palmeadas y un pez con cabeza redondeada. Este hallazgo no solo ha asombrado a los ivestigadores por la riqueza de nuevas especies, sino también por el rol clave que han jugado las comunidades indígenas locales en la investigación.
La expedición fue liderada por la ONG Conservación Internacional, en colaboración con los pueblos indígenas Awajún, quienes tienen un conocimiento profundo de los ecosistemas locales. Trond Larsen, director de la organización, expresó su asombro al decir que “descubrir tantas especies nuevas de mamíferos y vertebrados es realmente increíble, especialmente en un paisaje tan influenciado por el hombre”.
El Alto Mayo, una región protegida con una alta densidad poblacional, se enfrenta desde décadas a presiones como la deforestación y la expansión agrícola, lo que ha hecho de estos descubrimientos un recordatorio de la necesidad urgente de conservar estos ecosistemas.
Un ratón anfibio y un pez de cabeza redonda
Según detallo la cadena internacional BBC, entre las especies halladas, destaca un ratón anfibio con patas parcialmente palmeadas, un roedor semiacuático que se alimenta de insectos acuáticos. Este tipo de ratón, conocido por ser extremadamente raro, pertenece a un grupo de roedores que ha sido avistado muy pocas veces por los científicos. Además, se encontró una especie de pez con una cabeza redondeada que sorprendió a los especialistas por su forma poco convencional.
Otro hallazgo notable fue una ardilla enana, con solo 14 cm de longitud, la mitad del tamaño de una ardilla gris promedio. Esta pequeña criatura, de color castaño y muy rápida, cautivó a los científicos por su agilidad y su adorable apariencia. “Cabe perfectamente en la palma de la mano”, comentó Larsen, quien destacó la rapidez con la que salta y se esconde entre los árboles.
El descubrimiento de estas especies ha sido un testimonio del conocimiento ancestral de los Awajún, quienes ya conocían muchas de las especies antes de que los científicos las identificaran oficialmente.
Según Yulisa Tuwi, miembro del pueblo Awajún, el informe resultante de la expedición “permite a los Awajún proteger nuestra cultura, nuestros recursos naturales y nuestro territorio”. Este trabajo en conjunto con los científicos permite un mejor entendimiento y conservación de los ecosistemas del Alto Mayo.
Además de los mamíferos y peces, la expedición también identificó ocho nuevos tipos de peces, tres anfibios y diez especies de mariposas, despertando una vez más la increíble biodiversidad con la que cuenta nuestro país. Aunque algunas especies aún requieren más estudios para confirmarse como nuevas, los científicos creen que la cifra podría aumentar aún más.
Un tesoro natural de la Amazonía
Ubicado en la región San Martín, el Bosque de Protección Alto Mayo es un área natural protegida que alberga una impresionante biodiversidad. Con una extensión de 182,000 hectáreas, se extiende por la vertiente oriental de los Andes, en la cuenca del río Mayo, y juega un papel crucial en la conservación del ecosistema amazónico.
Este bosque, reconocido por su riqueza en flora y fauna, es hogar de especies en peligro de extinción como el jaguar, el oso de anteojos y el mono choro de cola amarilla. Además, las aguas de sus ríos y quebradas abastecen de agua a las comunidades cercanas y son vitales para la agricultura y el desarrollo local.