Lo que al principio se creía un atentado contra el conductor del taxi por aplicativo, terminó descubriéndose que el crimen estaría dirigido contra Andrea Vidal, extrabajadora del Congreso de la República. Esto luego de denunciarse una presunta red de prostitución al interior del Parlamento, por lo que la abogada era clave para declarar ante la Fiscalía de la Nación.
Sin embargo, falleció luego de luchar por una semana en el Hospital 2 de Mayo en la Unidad de Cuidados Intensivos. Este atentado sucedió en la intersección de la avenida Santa Catalina con San Eugenio, lo que ha puesto bajo la lupa al Legislativo.
Uno de los principales de liderar esta presunta red es Jorge Torres Saravia, exjefe de la Oficina Legal y Constitucional, quien llegó al Parlamento en el 2020 por el excongresista Luis Valdez, secretario de Alianza para el Progreso. Desde ahí, se mantuvo al Congreso hasta que salió por estas graves acusaciones.
La muerte de Andrea Vidal no solo ha indignado a la ciudadanía, sino que también destapa una presunta red, la cual era testigo clave para revelar qué había detrás de este despacho. Vidal llegó como una contratación de “confianza” por parte de Torres Saravia, pero se la quitó por parte de Recursos Humanos, según se defiende el exfuncionario.
En declaraciones con RPP Noticias, el exjefe de la Oficina Legal y Constitucional niega cualquier vinculación con esta trama que podría alcanzar a altos representantes del poder Legislativo. Además, sostuvo que acudirá a declarar al Ministerio Público luego de abrirse investigación preliminar y también al Congreso.
Hasta el momento, la Policía Nacional del Perú no ha brindado mayores detalles de la investigación del homicidio.
El contrato de Andrea Vidal
Vidal comenzó a laborar el 6 de octubre de 2023 como personal de “confianza”, pero esta culminó en setiembre de 2024, a casi un mes de cumplir un año. El semanario Hildebrandt en sus trece obtuvo testimonios claves de algunos trabajadores de este despacho, de quienes ya han mostrado temor tras el asesinato de la abogada.
Entre algunas de estas declaraciones, precisan que la joven de 27 años “no tenía una función exacta” e incluso hablaba de lo que quería conseguir de aquí a un corto plazo: comprarse una casa. Además, sus faltas eran recurrentes, pero siempre se le pagaba su mes completo, según señalan sus excompañeros. El 8 de febrero viajó a Europa sin ningún descuento en su salario, debido a que se le pagó los S/10 mil. Y regresó el 19 del mismo mes.
Los testimonios también indican que “era la engreída” del despacho, por lo que se le brindaba estas facilidades. Sin embargo, esto llegaría a su fin, y el despacho que lideraba Jorge Torres contrató a Karla Ruiz Ponce, quien al parecer cumplía la misma “función”.
Para Torres, “alguien” solicitó a Recursos Humanos el retiro de confianza a Andrea Vidal, pero que no fue él; a pesar de ser quien lideraba este despacho. Es decir, la solicitud tenía que venir de un jefe para finalizar un contrato.