Los Colegios de Alto Rendimiento (COAR) en Perú se han convertido en una de las principales apuestas educativas del país para potenciar el talento de los estudiantes más destacados. Diseñados para jóvenes de secundaria con un rendimiento académico sobresaliente, estos centros ofrecen una formación integral que combina excelencia académica, desarrollo personal y preparación para el futuro. Con un enfoque en el aprendizaje intensivo y la innovación educativa, los COAR buscan formar líderes capaces de contribuir al desarrollo del Perú y enfrentar los desafíos del mundo globalizado.
A través de un video publicado en YouTube por el canal Carlos Pineda COAR, un exmiembro de estos colegios respondió a varias de las preguntas más comunes sobre la vida dentro de estas instituciones. En el video, se abordan temas como las largas horas de estudio diarias, la cantidad de tiempo que los estudiantes dedican al descanso, si se permite el uso de celulares y otros aspectos clave de su rutina. Este testimonio ofrece una mirada cercana y auténtica al día a día de quienes forman parte de esta experiencia educativa única.
¿Cómo es la vida dentro del COAR?
La vida en el Colegio de Alto Rendimiento (COAR) combina una intensa rutina académica con oportunidades para el desarrollo personal y social. Los estudiantes tienen días estructurados que comienzan desde temprano con actividades de aseo personal y desayunos organizados, seguidos por clases que inician alrededor de las 7:30 am. Durante el día, cuentan con pausas activas y recreos frecuentes, lo que les ayuda a mantenerse enfocados y reducir el estrés. Además, las residencias son espacios confortables, diseñados para promover el descanso y la convivencia, con habitaciones compartidas para cuatro estudiantes que incluyen baño privado.
El youtuber Carlos Pineda destaca la importancia de estos momentos: “Los profesores hacen pausas activas durante las clases, hay bastantes tiempos de recreo, entonces eso fomenta que nosotros estemos libres, que nosotros no estemos estresados. Es bastante agradable”.
Los talleres extracurriculares son otro pilar fundamental en el COAR. En su tiempo libre, los estudiantes pueden participar en talleres de deporte como fútbol, básquet o vóley, y actividades creativas como teatro, música, dibujo y robótica. También hay espacios para el desarrollo intelectual, como ajedrez y debate, e incluso apoyo personalizado en ciencias o laboratorios, dependiendo de los intereses del estudiante. Todo esto crea un ambiente que fomenta tanto el aprendizaje académico como el crecimiento integral.
¿Cómo es el ritmo académico en el COAR?
El COAR es conocido por su exigente nivel académico, con jornadas de estudio que alcanzan las 10 horas diarias. Según los estudiantes, esta carga es manejable gracias a las estrategias de los profesores, quienes organizan los horarios de manera equilibrada. Las asignaturas más importantes incluyen inglés, matemáticas, ciencias y humanidades, pero también se dictan cursos exclusivos como Teoría del Conocimiento, enfocados en el desarrollo crítico y el Bachillerato Internacional.
El vloguero enfatizó que, a pesar de la carga de estudio, el ambiente se mantiene dinámico: “Estudiamos diez horas por día, muchachos. Pero los profesores hacen pausas activas, hay bastantes tiempos de recreo, y eso nos ayuda mucho a no estresarnos. Además, tenemos la ventaja de llevar cursos que no todos los colegios llevan”.
Además del rigor académico, se promueve la autoorganización mediante sesiones de autoestudio al final del día, donde los estudiantes tienen tiempo para completar tareas y preparar sus proyectos. Esta disciplina fomenta el aprendizaje independiente, clave para su éxito en evaluaciones nacionales e internacionales. Gracias a este modelo, muchos alumnos logran dominar un nivel avanzado de inglés y están capacitados para acceder a becas e intercambios en el extranjero.
¿Qué servicios complementarios ofrece este centro de estudios?
El bienestar de los estudiantes es una prioridad en el COAR. La alimentación está cuidadosamente planificada por un nutricionista y consta de cinco comidas diarias que incluyen desayuno, almuerzo, cenas y refrigeradores. Las opciones de comida son variadas y completas, diseñadas para mantener a los estudiantes bien alimentados y en óptimas condiciones para enfrentar las exigencias académicas.
Carlos Pineda explica que la alimentación es una de las ventajas que destaca dentro del COAR: “Nosotros dentro del hogar tenemos un nutricionista. Él es el encargado de que nosotros estemos bien saludables básicamente... la comida es extensa, no se repite y siempre es variada”.
Por otro lado, las residencias están organizadas por género y cuentan con seguridad en todo momento para garantizar la tranquilidad de los estudiantes. Las instalaciones ofrecen espacios para el descanso, el estudio y la interacción social, creando un equilibrio ideal entre el trabajo y el tiempo personal. Este enfoque integral asegura que los jóvenes no solo se destaquen en lo académico, sino que también disfruten de una experiencia enriquecedora durante su estancia en el COAR.