El amanecer de la avenida Malecón Chillón en Comas estuvo marcado por un episodio de inseguridad ciudadana que ha consternado a la comunidad. Más de veinte impactos de bala fueron hallados en un campo recreativo, alcanzando incluso el bus del conocido cantante Antonio Domínguez Vázquez, conocido artísticamente como Toño Centella, estacionado al interior del establecimiento.
Afortunadamente, los daños fueron solo materiales, ya que en el momento del ataque no había presencia de personas, pues el lugar permanece cerrado durante las horas de descanso, de acuerdo con información del programa 24 horas de Panamericana Televisión.
“Eso ha sucedido a partir de las doce del día. Estaba exactamente presentándose. No había nadie. Todo estaba cerrado porque ellos juegan y hacen fiesta. Todo fin de semana es fiesta”, relató una vecina de la zona al citado medio.
Tras el ataque, los criminales dejaron un mensaje intimidante dirigido al cantante y a otros artistas populares. “Chacalón Junior y el Monstruo no entran al cono Norte. El viernes veinte habrá un montón de muertos”, se lee.
La preocupación en la comunidad es palpable. Las demandas de seguridad son cada vez más urgentes, especialmente cuando situaciones como estas continúan sucediendo.
“La presidenta no hace nada. ¿Cuántas veces se le ha dicho que haga, que ponga seguridad? Continúan extorsionando pero el alcalde también tiene que venir acá”, mencionó.
No es la primera vez que Antonio Domínguez Vázquez enfrenta amenazas. En marzo pasado, extorsionadores lanzaron un explosivo casero contra el vehículo de su expareja en la misma zona de Comas. Días antes, el cantante había sido objeto de amenazas por parte de grupos del cono Norte, según informó Panamericana TV.
Casos violencia
La música peruana ha enfrentado una creciente ola de violencia que ha afectado a reconocidos artistas y agrupaciones de géneros como cumbia, salsa y chicha en los últimos meses. Este tema ha generado nuevamente preocupación tras el reciente ataque el 1 de diciembre contra Armonía 10, cuyo bus fue baleado en el Callao. A pesar de que no se reportaron heridos, el incidente pudo haber tenido consecuencias más graves.
Desde amenazas de extorsión hasta casos trágicos como asesinatos, estos actos han no solo impactado a los músicos, sino que también han conmocionado al público, reflejando la creciente inseguridad en el país. El primer caso registrado fue en mayo de 2024, pero la violencia alcanzó su punto más crítico con el asesinato de Thalía Manrique Castillo, vocalista de Hermanos Guerrero, a inicios de noviembre, lo que generó una ola de indignación tanto en la población como en el sector artístico.
Este preocupante panorama destaca no solo el impacto de la delincuencia en la música peruana, sino también la necesidad urgente de medidas por parte del Estado para proteger a los artistas y garantizar su seguridad en un contexto cada vez más hostil.
Canales de ayuda ante la extorsión
Los actos de extorsión en el Perú afectan a miles de ciudadanos y ciudadanas. Las personas víctimas pueden comunicarse a través de los siguientes números para recibir asistencia de las autoridades:
- Línea 111: Servicio gratuito y confidencial para denunciar cualquier acto de extorsión de manera inmediata. Además, se puede recibir apoyo oportuno por parte de la Policía Nacional del Perú.
- 105: Línea de la Policía Nacional del Perú. El uso indebido de esta vía de comunicación puede resultar en una multa de hasta S/19,800 o la cancelación del servicio.
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