La conmemoración del bicentenario de la República del Perú no solo invita a reflexionar sobre los hechos históricos que marcaron su independencia, sino que ofrece una oportunidad para redescubrir a quienes contribuyeron al desarrollo del país en el convulso siglo XX. En una entrevista con Infobae Perú, Pedro Cateriano Bellido, compilador de una obra que reúne las biografías de destacados peruanos del siglo pasado, compartió sus reflexiones sobre la importancia de estos personajes y el contexto que enfrentaron.
El libro, titulado Peruanos ejemplares del siglo XX, es un esfuerzo colaborativo entre la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC) y Editorial Planeta. Cateriano explicó que esta edición no solo busca rescatar figuras históricas, sino también fomentar una comprensión integral de la evolución política, social y cultural del Perú. “La lectura no solo hace libre a la persona, sino que le permite formarse juicios de valor”, señaló, destacando la importancia de conocer la vida y obra de quienes marcaron el rumbo del país.
Diversidad de perspectivas históricas
La selección de personajes incluye a figuras como Julio C. Tello, considerado el padre de la arqueología peruana, quien dedicó su vida a reivindicar las culturas prehispánicas y sus aportes al patrimonio nacional. Según el expremier, “su lucha por los grupos minoritarios y su defensa de las culturas originarias aún resuenan en el presente, cuando el Perú sigue enfrentando desafíos relacionados con la discriminación étnica, lingüística y cultural”.
El libro también explora la visión de José María Arguedas, cuya obra literaria y antropológica reflejó el Perú profundo y la riqueza de su diversidad cultural. A través de biografías como la de Víctor Raúl Haya de la Torre, José Carlos Mariátegui y Mario Vargas Llosa, se aborda la influencia ideológica y política de pensadores cuyas ideas trascendieron fronteras.
“El pensamiento de Mariátegui tuvo un impacto significativo en la izquierda latinoamericana, mientras que Haya de la Torre introdujo conceptos como el antiimperialismo y la justicia social a través del aprismo”, detalló Cateriano. En contraste, Vargas Llosa se consolidó como defensor de la “cultura de la libertad”, una faceta que, según el compilador, merece ser entendida en el contexto de sus aportes a la literatura y el pensamiento político.
Arte y cultura como pilares de la identidad peruana
La obra también incluye figuras menos conocidas pero de gran trascendencia, como Tilsa Tsuchiya, pionera en la pintura surrealista en el Perú. El abogado y politólogo recordó el asombro que generó la inclusión de su rostro en billetes nacionales, lo que evidenció un desconocimiento generalizado sobre su legado. “Cuando el Banco Central de Reserva imprimió un billete con su rostro, muchos se preguntaron quién era. Este libro ayuda a comprender la relevancia de su legado artístico”, señaló el abogado y político.
Blanca Varela, celebrada como una de las grandes voces de la poesía hispanoamericana, y Fernando de Szyszlo, precursor de la pintura abstracta en el país, también tienen su lugar en esta recopilación. Ambos simbolizan el impacto de la cultura peruana en el escenario mundial.
Héroes del pasado y su relevancia contemporánea
El legado de figuras como José Abelardo Quiñones, quien sacrificó su vida por la patria, es un recordatorio del heroísmo y compromiso que marcaron el siglo XX. Cateriano destacó personajes como Fernando Belaunde Terry y José Luis Bustamante y Rivero, ambos expresidentes, demostraron que el servicio público podía estar guiado por principios de honestidad y vocación de servicio.
Sin embargo, contrastó estas cualidades con la realidad política actual, marcada por escándalos y corrupción. “Hoy enfrentamos una crisis institucional sin precedentes, pero el legado de estos personajes muestra que es posible superar momentos de adversidad con valores y convicciones democráticas”, afirmó.
En el ámbito económico, el libro rescata a personajes como Luis Banchero Rossi, un empresario visionario que posicionó al Perú como potencia en la industria de la anchoveta. “En una época sin globalización ni libre comercio, Banchero negociaba con el mundo usando el fax y trabajando de madrugada. Su historia parece sacada de una novela”, comentó el ex premier.
Desafíos del presente y miradas hacia el futuro
El contexto actual del Perú, caracterizado por la inseguridad y la desconfianza en las instituciones, obliga a reflexionar sobre los retos que enfrentaron estos personajes en su tiempo. Cateriano destacó que, a pesar de las diferencias, el siglo XX también estuvo marcado por períodos de inestabilidad y golpes de Estado. “El siglo pasado fue un esfuerzo continuo por reconstruir el país tras la Guerra del Pacífico y establecer una democracia funcional”, añadió.
La corrupción y la falta de principios en la clase política actual fueron puntos recurrentes en su análisis. “Este Parlamento encubre actos delictivos y genera desconfianza. Es necesario recuperar valores como la honestidad y la defensa del orden democrático, que fueron pilares en la vida de muchos de los personajes del libro”, afirmó.
En cuanto a posibles figuras representativas del siglo XXI, mencionó a Kimberly García, bicampeona mundial de atletismo, como un ejemplo de perseverancia y excelencia. También destacó a Gastón Acurio por su contribución a la gastronomía peruana y su impacto en la proyección internacional del país. “Ambos son ejemplos de cómo el talento y el compromiso pueden colocar al Perú en el escenario internacional”, destacó.
Un llamado a la reflexión histórica
La obra compilada por Cateriano invita a las nuevas generaciones a redescubrir el pasado para entender el presente y construir el futuro. Cada personaje representado en el libro encarna valores que trascienden su tiempo, desde la defensa de la identidad cultural hasta el compromiso con la justicia social.
Este libro no solo es un homenaje a las grandes mentes y corazones del Perú del siglo XX, sino también una herramienta para comprender los complejos desafíos que el país ha enfrentado y sigue enfrentando. La historia, según Cateriano, no solo nos pertenece, sino que también nos interpela.