La certificación de documentos históricos sobre el pisco por parte de la UNESCO generó una renovada discusión en torno al origen de esta bebida bandera. Estos manuscritos, fechados entre los años 1587 y 1613, fueron hallados recientemente en el Archivo General de la Nación (AGN) y reconocidos como parte del Programa Memoria del Mundo de la UNESCO, en el marco de su valor cultural y antigüedad.
El Comité Regional para América Latina y el Caribe del Programa Memoria del Mundo de la UNESCO registró los manuscritos como un testimonio de la producción y comercio del aguardiente de uva que más tarde recibiría la denominación de pisco. Entre los documentos se encuentran referencias a la producción en el puerto de Pisco y su transporte hacia destinos como el Callao, Arica y mercados internacionales. La importancia de este registro radica en la preservación de un patrimonio documental clave para comprender las dinámicas comerciales y culturales del periodo virreinal.
“Por tal motivo, son registros que contextualizan los inicios del cultivo de la uva, la producción del vino y el aguardiente que se dio de forma paralela con el proceso de colonización española desde fines del siglo XVI en adelante; por lo que, tienen una enorme transcendencia histórica, social y cultural en la Villa de Valverde de Ica porque después de un proceso histórico y cultural, se denominaría más adelante como aguardiente de pisco o de uva hasta llegar a su actual denominación de Pisco, conocido mundialmente”, afirma la misma página de la Unesco.
Una disputa que no tiene fin
El jefe del Archivo General de la Nación, Nicolás Díaz Sánchez, resaltó el arduo trabajo realizado para registrar estos manuscritos en el Programa Memoria del Mundo. “Es una noticia para celebrar. Detrás de esta inscripción hay un trabajo de largo aliento del equipo de especialistas del AGN. Lo que sigue es promover el reconocimiento de estos documentos a nivel mundial. Eso debe hacerse en el primer semestre del 2025,” afirmó Díaz.
Se debe tener en cuenta que la Unesco no define la procedencia exclusiva de los productos documentados ni resuelve disputas sobre denominaciones de origen. “El patrimonio documental incluye, además de manuscritos impresos y documentos valiosos en bibliotecas y acervos, productos audiovisuales, reproducciones digitales y tradiciones orales que tienen un valor significativo para comprender la historia social, política y hasta científica de una comunidad, cultura, país o para toda la humanidad. Un ejemplo es el registro de la Memoria del Mundo de la UNESCO,” indica la organización en su página oficial.
Hace unos días, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile emitió un comunicado en el que indicó que este registro no tiene implicancias sobre disputas históricas o comerciales. “La inscripción de los documentos peruanos tiene como objetivo promover la visibilidad y preservación de la memoria documental latinoamericana y caribeña. No obstante, este reconocimiento no otorga derechos de propiedad intelectual o exclusividad sobre denominaciones de origen”, precisó la Cancillería chilena.
El valor cultural e histórico del registro documental
Aunque el presidente de la Academia del pisco, Johnny Schuler, calificó este reconocimiento como un avance significativo para el Perú. “Esto es la incorporación de estos testimonios a la Memoria del Mundo de la UNESCO. Es muy importante para nosotros este reconocimiento. Estos documentos testimonian la elaboración de lo que al final se llamó pisco, pero que en principio era llamado aguardiente”, declaró Schuler a Canal N. Además, destacó que el nombre “pisco” proviene del puerto desde donde se exportaba esta bebida, situado al sur de Lima.
El conjunto documental incluye cuatro manuscritos principales. Entre ellos se encuentra la “Carta de pago entre Manuel de Azante y Jorge Capelo” de 1587, que menciona calderas y aguardiente en el marco de un litigio comercial. Asimismo, la “Escritura de compañía entre Juan Corzo y Andrea Candia” de 1589 describe acuerdos de comercialización de vino y aguardiente desde el puerto de Magdalena de Pisco. El “Testamento de Manuel de Azante” de 1605 incluye inventarios con materiales esenciales para la producción del aguardiente, mientras que el “Testamento de Pedro Manuel el Griego” de 1613 documenta aspectos relacionados con la producción, comercio y almacenamiento de esta bebida en el Virreinato del Perú.
Detalles técnicos y significado cultural del pisco
Schuler respondió a estas declaraciones con una postura enfática. “Debemos defender la denominación afuera, porque aquí no va a cambiar nada. Tenemos la razón, los documentos, la cartografía y los historiadores. Esto es del Perú, es peruano. Papelito manda. A nosotros nos falta una mesa de trabajo ajena a cambios políticos y que se dedique a compaginar todo,” puntualizó.
Los manuscritos también mencionan detalles técnicos sobre la producción del aguardiente de uva, incluyendo el uso de calderas como herramienta clave en el proceso de destilación. Asimismo, describen las transacciones económicas asociadas a su comercio, reforzando la tesis de que la denominación de origen está estrechamente vinculada con la ciudad de Pisco y sus alrededores.