En Lurigancho-Chosica, en el departamento de Lima, un hombre fue detenido tras intentar abusar sexualmente de su sobrina de 16 años. El hecho ocurrió el último miércoles 18 de diciembre, momentos después de que los padres de la joven salieran de la casa para llevar a otra de sus hijas al colegio.
El acceso del agresor al hogar fue captado por cámaras de seguridad. Sin imaginar lo que ocurriría, la víctima abrió la puerta y fue inmediatamente agredida por su tío. El sujeto utilizó un machete para forzarla a entrar, y la amenazó. En el video de seguridad se escucha la súplica de ayuda de la adolescente, quien afortunadamente logró salir de la vivienda y pedir auxilio.
El agresor huyó, pero no escapó lejos, ya que fue interceptado por vecinos cerca del colegio Virgen del Carmen. La comunidad, furiosa ante el intento de abuso, intentó linchar al individuo. Sin embargo, la intervención oportuna de la Policía Nacional del Perú evitó que el linchamiento se concretara, y el sospechoso fue llevado a la Dirección de Investigación Criminal (Divincri) del distrito.
El acusado resulta ser el medio hermano del padre de la joven, lo que genera aún más preocupación para la familia, temerosa de posibles represalias si el agresor es liberado. Las autoridades tienen un plazo de 48 horas para definir la situación legal del sujeto.
Durante su defensa, el hombre alegó padecer alteraciones mentales como estrategia para evadir responsabilidades penales, un argumento que el padre de la menor rechazó vehementemente, afirmando que es falso y buscando justicia para su hija. La comunidad y la familia están alarmadas por el incidente y exigen se asegure la culpabilidad del detenido para prevenir futuros actos de violencia y garantizar la seguridad de la víctima.
54 casos de abuso sexual infantil se denuncian cada día
De enero a septiembre de 2024, los Centros de Emergencia Mujer (CEM) atendieron 46,113 casos de violencia contra menores de edad, de los cuales 16,447 (35.67 %) fueron de violencia sexual, lo que equivale a un promedio diario de 54 casos. Estas cifras evidencian la magnitud de un problema que vulnera su dignidad y su derecho a vivir libres de violencia.
La Defensoría advierte que una parte de esta violencia permanece oculta debido a su normalización, como el acoso escolar, los castigos físicos y el acoso sexual, especialmente cuando no generan daños visibles. Erradicar estas percepciones equivocadas requiere intervenciones concretas y permanentes que prevengan afectaciones a la integridad física, psicológica y sexual de la niñez.
El organismo también subraya que las condiciones de desigualdad en el acceso a servicios básicos afectan especialmente a menores en zonas rurales y urbanas marginadas, limitando su acceso a educación, salud, protección y alimentación, lo que compromete su desarrollo integral. Además, los efectos del cambio climático agravan estas vulnerabilidades al generar enfermedades, interrupción de servicios, escasez de alimentos y agua, y desempleo para sus familias, especialmente en áreas rurales y periurbanas.
Frente a este panorama, la Defensoría del Pueblo exige al Estado garantizar una protección especial y reforzada para niñas, niños y adolescentes. Esto implica la implementación de acciones planificadas y articuladas entre los niveles de gobierno y sectores competentes, enfocadas en garantizar el interés superior del menor, tal como establece la Convención de los Derechos del Niño.
La institución reitera su compromiso con la defensa y promoción de los derechos de la niñez en todo el país, supervisando las funciones de las entidades estatales y desarrollando iniciativas como el programa “Rompiendo Cadenas” y la supervisión de las Defensorías Municipales de Niñas, Niños y Adolescentes. Estas acciones buscan contribuir a la protección efectiva de los derechos de este grupo poblacional en condiciones de alta vulnerabilidad.