En un mundo donde el acceso a internet se ha convertido en un lujo inaccesible para millones de personas, el economista peruano Karim Rifai ha decidido cambiar las reglas del juego. Su creación, Uayki, es un sistema revolucionario que no necesita internet para funcionar y está transformando la manera en que las comunidades rurales acceden a la era digital.
Con este dispositivo, del tamaño de una pequeña caja que cabe en la palma de una mano, Rifai ha llevado conectividad a más de 16 regiones del Perú y países como Guatemala y Guinea Ecuatorial. “Uayki”, una palabra quechua que significa “hermano” o “amigo”, es precisamente eso para las comunidades a más de 4,000 metros sobre el nivel del mar o en el corazón del Amazonas.
El sistema es una red inalámbrica que, alimentada incluso con energía solar, emite una “nube” digital capaz de conectar dispositivos antiguos y modernos. Su biblioteca digital contiene más de dos millones de recursos: desde libros y audiolibros hasta cursos certificados. Y lo mejor de todo: el acceso para los usuarios es completamente gratuito.
“Tenemos una tecnología que involucra hardware y software. Uayki es un kit como una cajita muy pequeña que una vez encendido puede funcionar hasta con energía solar. Cabe en la palma de mi mano, es portátil y consume un mínimo de energía. Una vez que Uayki se encienda en algún salón, biblioteca, centro comunitario o en cualquier ubicación a más de 4000 m.s.n.m e incluso en el corazón del Amazonas emite una nube con un área de cobertura de aproximadamente un campo de fútbol y puede conectar a los usuarios en alta velocidad para que puedan navegar sin problemas”, explicó para la Agencia Andina.
Educación y comunidad en el centro de la innovación
Uayki no solo elimina esta barrera al ofrecer contenido curado para educación y empleabilidad, sino que también permite personalizar los recursos según las necesidades de cada escuela o comunidad.
El costo inicial es de entre 5,000 y 7,000 dólares, aunque significativo, es una solución mucho más económica que establecer una red de internet en zonas rurales. Además, su vida útil supera los cinco años y la empresa proporciona soporte técnico continuo, asegurando que el sistema siga siendo útil y accesible con el tiempo.
“Se trata de una solución de pago, pero mucho menos costosa que conseguir una red de internet en zonas rurales. Además, en Uayki no existe contenido que pueda comprometer al usuario. Curiosamente el 40% del tráfico de Internet es pornografía, redes sociales, juegos de apuestas en línea, contenido alineado al morbo o violencia entre otros tipos de actividades. El problema no es que falta información, a veces hay mucha en internet y es más fácil encontrar la mala que la buena”, señala.
Más allá de las fronteras
El impacto de Uayki no se queda en el Perú. Su alcance internacional ha comenzado en Guatemala y Guinea Ecuatorial, donde ya está cambiando vidas al llevar educación digital en español a comunidades olvidadas. Los planes a futuro son ambiciosos: expandirse a Brasil, Argentina y otras regiones de África y Asia en los próximos cinco años.
Karim Rifai sueña con un mundo donde no existan fronteras para el conocimiento. “Nuestro lema es ‘todos conectados’, porque creemos que el acceso a la tecnología es una herramienta esencial para reducir la desigualdad”, afirma.
Un reconocimiento bien merecido
Por esta visión transformadora, Rifai ha sido incluido en la lista de los “35 Innovadores menores de 35 años” de la prestigiosa MIT Technology Review en español. Este reconocimiento no solo celebra el impacto de Uayki, sino también la capacidad de la innovación peruana de liderar en soluciones globales.
Con Uayki, el acceso digital ya no es un privilegio, sino un derecho que está llegando a las comunidades que más lo necesitan. El sistema no solo conecta dispositivos, sino también esperanzas y oportunidades, construyendo un futuro donde todos estén verdaderamente conectados.