Un problema de creciente incomodidad entre los vecinos de Santiago de Surco y la Fuerza Aérea del Perú (FAP) se posicionó como uno de los temas abordados durante la reciente conferencia de prensa tras el Consejo de Ministros. En este contexto, el ministro de Defensa, Walter Enrique Astudillo Chávez, se refirió a las críticas vertidas por el alcalde del distrito, Carlos Bruce, quien cuestionó la falta de diálogo con las autoridades militares sobre las operaciones en la base aérea de Las Palmas.
El burgomaestre, en entrevista con RPP, manifestó su preocupación por la falta de respuesta a sus reiterados pedidos de reunión para tratar los vuelos de aviones militares desde la base aérea. “Ellos no han querido dialogar. He mandado cartas, no hemos recibido respuesta. Ahí lo dejaremos hasta que la gente que está a cargo del manejo de asuntos del Estado entienda en su cabeza que lo mejor para el ciudadano es lo que tiene que guiarnos a todos los servidores públicos. El que crea otra cosa se ha equivocado de función y no debería estar en el Estado”, expresó con un tono crítico hacia las instancias responsables.
Respuesta del ministro de Defensa
En respuesta, el ministro de Defensa señaló que el Gobierno mantiene una política de diálogo constante con la ciudadanía y aseguró que invitará al alcalde de Surco a una reunión para discutir el tema. “En efecto, yo también he escuchado las declaraciones del alcalde y también del viceministro de Política para la Defensa, y voy a invitar al alcalde de Surco para conversar”, afirmó Astudillo.
El titular del Mindef destacó la importancia estratégica de la base aérea de Las Palmas, señalando que constituye un “activo crítico” para el país. Según explicó, en caso de emergencia, esta base tiene la capacidad de reemplazar de manera inmediata al Aeropuerto Internacional Jorge Chávez.
“Existen normativas, existen intereses del país. Yo, por ejemplo, le podría mencionar de manera anticipada... que la base de Las Palmas se constituye en un activo crítico muy importante para el país”, puntualizó, destacando que cualquier decisión sobre la base debe considerar el bienestar de la sociedad en su conjunto.
Impacto de los vuelos militares en la población
Por su parte, Carlos Bruce indicó que, aunque el diálogo es clave para encontrar soluciones, se está evaluando proponer la posibilidad de trasladar la base aérea a otro lugar. Sin embargo, reconoció que dicho cambio no sería inmediato debido a la necesidad de construir una nueva sede. “Es una posibilidad, pero eso no se haría mañana, pues para que eso ocurra debería haber una base alternativa y se tendría que hacer de manera paulatina”, explicó.
En los últimos dos meses, los vuelos militares a baja altitud desde la base aérea de Las Palmas han generado un aumento en las quejas de vecinos de Surco y distritos cercanos. Los residentes manifestaron su malestar por el ruido, las maniobras cercanas a edificios y viviendas, y los posibles riesgos asociados. En redes sociales, los ciudadanos compartieron mensajes expresando su preocupación, con comentarios como: “Siento que se va a caer”. Otros, con tono irónico, describieron los vuelos como una “alarma eficiente” para levantarse temprano.
Además del ruido, algunos vecinos señalaron que las operaciones afectan la vida cotidiana en diversos aspectos. Padres reportaron que los estruendos provocan el llanto de niños pequeños y alteran a las mascotas, mientras que otros mencionaron que las maniobras activaron alarmas de vehículos. Este conjunto de molestias ha intensificado la presión para que las autoridades implementen medidas que reduzcan el impacto de estas actividades.
Posición de la Fuerza Aérea
La FAP, en declaraciones previas, explicó que las maniobras forman parte de entrenamientos rutinarios necesarios para la preparación operativa de sus pilotos. Según precisaron, estas actividades se llevan a cabo bajo estrictos protocolos de seguridad, aunque esto no ha sido suficiente para disipar las preocupaciones entre los vecinos.
Las regulaciones vigentes permiten la operación de aeronaves militares en zonas urbanas próximas a bases aéreas como Las Palmas, siempre que se respeten requisitos de altitud mínima y se minimicen las molestias para la población civil. Sin embargo, los residentes han cuestionado si estas normas se están cumpliendo de manera adecuada. Por ello, exigen que se evalúe la posibilidad de modificar las rutas o horarios de los vuelos para mitigar los inconvenientes.