El titular del Ministerio del Interior, Juan José Santiváñez, cumplió con lo que —según el capitán Junior Izquierdo Yarlequé— prometió no hacer: encargarse de ‘René’. Con el pretexto de renovación de cuadros, Harvey Colchado fue pasado al retiro. En respuesta, el coronel se dirigió a la Policía Nacional del Perú (PNP) y dio detalles de su posición respecto a la noticia.
A través de un mensaje trascendido y publicado por EpicentroTV, cuestionó que quienes anteriormente se mostraron a favor del trabajo realizado al frente de la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac) y lo condecoraron, hoy le dicen que ya no lo necesitan. Asimismo, haciendo referencia no solo a la institución sino a las presuntas acusaciones de que el titular del Mininter buscaba ocupar la cartera a toda costa y en reiteradas ocasiones, expresó: “que sepan que para subir no vale todo”.
“Sabíamos que esta guerra contra el cáncer corruptivo en el poder traería represalias y hoy se han materializado. Se ha instrumentalizado instituciones para que el statu quo se fortalezca, para que lo ilegal prevalezca. [...] “Que todos sepan que hay Policías que no se venden, que no se arrodillan, mucho menos a intereses ilícitos”, sostuvo.
A ello, se sumó un recuento de su vida policial, desde que se desempeñó en la Dirección Contra el Terrorismo (DIRCOTE) hasta que llegó a la Diviac. “Cuando trabajé en la DIRCOTE, pensé que allí estaba mi futuro policial, ya que en el año 1997, el terrorismo como tal, alzado en armas, solo operaba en los valles del Alto Huallaga y el VRAEM. Allí advertí que si bien eran muy peligrosos, también supe que solo eran remanentes que por su contubernio con el TID, se mantenían operando, había que combatir por ello al TERRORISMO y la TID, por eso DIRCOTE ya no era suficiente para lo que había que hacer”, inició.
“Por ello, el destino me hizo aterrizar años después en la DIVINESP-DIRANDRO, me sentí como pez en el agua, investigando organizaciones dedicadas al TID que financiaban el TERRORISMO; los combatimos, capturando y abatiendo a sus principales mandos terroristas, como también a los narcos cabecillas, logrando con ello pacificar el Alto Huallaga. [...] Pero también advertí que el TID corrompía soterradamente a los funcionarios de los tres poderes del Estado, había entonces que ATACAR LA CORRUPCIÓN, esa HIDRA que infesta como un cáncer el Perú. Allí, nos dieron la oportunidad de crear a la DIVIAC, que a puro pulso con jóvenes policías se enfrentó a nivel nacional a las mafias de corrupción”, continúo.
Al hablar de la labor en la Diviac y el enemigo enquistado en todas las esferas, mencionó que pese a que “pisa duro y fuerte, no le agachamos la cabeza en ningún momento, pues estaba en juego el legado de nuestros héroes y mártires”. “Todo ello me generó odios de por vida de muchas tiendas políticas: me desterraron el 2021 a Chiclayo y sacaron a 97 oficiales de la DIVIAC en represalias por solo seguir con nuestro ideología que se resume en: ‘hacer lo correcto sin miedo’”, agregó.
“Para el 2022, cuando la amenaza de la corrupción llegó al gobierno, con noticias de corrupción en obras del Ministerio de Transportes, con un ministro que se había fugado, coroneles que pagaban para ser generales, congresistas que vendían sus votos para manejar ministerios, nos convocaron en el EFICCOP y con un grupo jóvenes, pero con alta experiencia en evidenciar crímenes asociativos, efectivos DIVIAC, enfrentamos un cáncer corruptivo que se había infestado en el poder de turno. Amenazas e intentos de destituciones fueron el día a día; sin embargo, su caída fue el resultado de las investigaciones desarrolladas por buenos policías. En esos días los aplaudieron, los levantaron en hombros y hasta los condecoraron”, sentenció.