Familia de SMP deja la industria textil por inseguridad, pero ahora es extorsionada en su nuevo negocio

La seguridad es un derecho fundamental para toda sociedad, pero en los últimos tiempos, muchos hogares en Lima se han visto enfrentados a situaciones extremas de extorsión que vulneran esta premisa básica. En el distrito de San Martín de Porres, una familia que se dedica al alquiler de habitaciones ha sido víctima de un violento ataque que ha puesto en peligro no solo sus propiedades, sino sus vidas.

Hace apenas dos días, los miembros de esta familia vivieron una experiencia que los marcará por siempre. Delincuentes armados irrumpieron en su hogar y dispararon contra la puerta principal. La huella de esta actividad delictiva es palpable: varios impactos de bala dejaron su impronta, lo que evidencian la gravedad de la situación.

Con una larga tradición en el negocio textil, la familia decidió dar un giro hacia la renta de habitaciones tras las amenazas constantes que los trabajadores del sector enfrentaban. Sin embargo, su transición a este nuevo emprendimiento no ha garantizado la tranquilidad esperada.

El ataque ocurrió mientras los ocupantes dormían. “Estábamos durmiendo cuando se escucharon los disparos. Pensábamos que era un robo, pero luego de 10 minutos nos llegó un video con una amenaza directa”, relató el afectado.

Lo que agrava la situación es la precisión con la que los delincuentes tienen detalles sobre los integrantes de la familia. “Ellos tienen toda la información: nombres, cómo se movilizan, dónde están más vulnerables”, enfatizó y alertó sobre el nivel de organización y conocimiento que los delincuentes poseen.

A pesar de las denuncias formales ante la comisaría Sol de Oro y la Dirincri en la avenida España, la respuesta de las autoridades ha sido insuficiente, según denuncia la familia.

“Desde la madrugada hasta ahora no ha pasado ni un solo patrullero por aquí. Nos sentimos completamente indefensos”, afirmó con conversación con el citado medio.

La inseguridad ha llegado a un punto crítico, que llevó a esta familia y otras similares a exigir un cambio urgente. “Pido a las autoridades, al ministro del interior y a la presidenta Dina Boluarte que se pongan una mano en el pecho y comprendan nuestra situación. Queremos vivir tranquilos, pero estamos en constante peligro”, señaló.

La creciente ola de extorsiones afecta a miles de personas. Los afectados pueden comunicarse a los siguientes números para recibir asistencia de las autoridades:

Línea 111: Servicio gratuito y confidencial para denunciar cualquier acto de extorsión de manera inmediata. Además, recibirán ayuda rápida por parte de la Policía Nacional del Perú.

105: Línea de la PNP. El uso indebido de esta línea puede resultar en una multa de hasta S/19.800 o la cancelación del servicio.

• Es vital grabar y conservar cualquier mensaje o comunicación recibida de los extorsionadores, ya que esto puede ser clave para la investigación policial.
• Bajo ninguna circunstancia se debe proporcionar información personal, familiar o financiera a los extorsionadores, ya que esto puede agravar la situación.
• Es natural sentir miedo, pero ceder a la intimidación solo fortalece a los delincuentes. Es importante mantenerse sereno y buscar ayuda inmediata.
• Es crucial no negociar con los extorsionadores ni realizar ningún depósito bancario o entrega de dinero, ya que cualquier pago solo alienta a los criminales a continuar con sus acciones.