Cuidar la salud y el bienestar de las mascotas implica estar atentos a su comportamiento diario. Algunas acciones pueden parecer curiosas o incluso divertidas, pero podrían ser señales de problemas de salud que requieren atención veterinaria. Uno de los comportamientos más observados es cuando un perro se sienta y arrastra su zona anal por el suelo, una acción que puede tener varias causas.
En conversación con Exitosa, el Dr. Arjuna Icaza, médico veterinario, explica que este comportamiento es común y puede tener diferentes orígenes, desde parásitos y glándulas anales obstruidas hasta reacciones alérgicas alimentarias. Comprender las causas permite a los dueños de mascotas actuar de manera oportuna y evitar complicaciones mayores.
Según el experto, una de las causas más frecuentes del arrastre anal en los perros son los parásitos intestinales, como las tenias. Estos parásitos causan irritación en la zona anal, lo que lleva a los perros a arrastrarse por el suelo para intentar aliviar el malestar.
“Es común ver a los perros arrastrarse en parques o en las calles. Muchos propietarios piensan inmediatamente en parásitos y proceden a desparasitarlos con una pastilla antiparasitaria”, explicó el Dr. Icaza. Sin embargo, advierte que si el comportamiento persiste, se deben considerar otros factores.
¿Qué provoca que los perros se arrastren sentados?
Otra causa habitual es la acumulación de secreciones en las glándulas anales, pequeñas estructuras ubicadas a los lados del ano. Estas glándulas producen una sustancia olorosa que los perros utilizan para marcar territorio, pero si no se vacían adecuadamente, pueden inflamarse, causar dolor y provocar picazón.
“Las glándulas anales deben limpiarse con regularidad, idealmente cada 15 días o al menos una vez al mes”, señaló Icaza. El vaciado de estas glándulas suele realizarse durante las sesiones de baño en centros veterinarios.
Cuando las glándulas no son vaciadas a tiempo, su contenido puede obstruir los conductos y provocar infecciones o incluso fístulas. En estos casos, además de arrastrarse, los perros suelen mostrar otros síntomas como lamerse excesivamente la zona anal y tener dificultades para defecar. Los veterinarios recomiendan acudir a una clínica para que se realice un tratamiento adecuado, ya que intentar vaciar las glándulas sin experiencia puede causar lesiones.
Alergias alimentarias
Además de los parásitos y las glándulas anales, las alergias alimentarias son otra causa frecuente del comportamiento. Estas reacciones adversas ocurren principalmente por dietas con un contenido excesivo de proteínas o por alimentos específicos que el sistema digestivo del perro no tolera bien.
“La alergia alimentaria también puede provocar que el perro se arrastre. Esto sucede porque al momento de defecar, los alérgenos se impregnan alrededor del ano, generando picazón e incomodidad”, explicó Icaza para el citado medio.
Los síntomas no se limitan al arrastre; los perros también pueden diarreas frecuentes, por lo que se recomienda revisar la dieta de la mascota, optar por alimentos hipoalergénicos si es necesario y consultar al veterinario para identificar los alérgenos responsables. “Un ajuste en la dieta puede ser suficiente para resolver el problema en muchos casos”, agregó el veterinario.
Atención al estreñimiento de las mascotas
El estreñimiento también puede provocar que los perros arrastren su zona anal. En estos casos, las heces se acumulan en el intestino y se endurecen, dificultando su expulsión. Esto puede generar irritación anal, malestar e incluso un problema más grave conocido como fecalomas, que son masas de heces extremadamente duras que bloquean el intestino. “Una digestión muy lenta puede generar tenesmo, es decir, el esfuerzo excesivo para defecar”, explicó Icaza.
En los perros no castrados, los problemas de próstata son una causa adicional del estreñimiento. El veterinario señaló que la prostatitis, el cáncer de próstata y la hiperplasia prostática pueden dificultar la expulsión de las heces. “Algunos propietarios cuestionan por qué deben castrar a sus perros, pero la castración ayuda a prevenir problemas de próstata que pueden tener consecuencias serias, como el estreñimiento crónico”, indicó.