Marisa Godínez ya no está Tras la puerta: la humorista gráfica de Monos y Monadas publica sus dibujos por la liberación femenina

La primera historietista del Perú publica lo que algún momento creyó que eran imágenes silenciosas sobre su vida íntima. Sus dibujos hechos sobre el mundo puertas adentro: el doméstico, cuestiona la opresión al cuerpo femenino, aquel único espacio que la sociedad ha destinado violentamente a las mujeres

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Marisa Godínez publica Tras la puerta, dibujos que desafían los roles tradicionales que impone la sociedad a las mujeres desde su nacimiento. La maternidad, el matrimonio y la subordinación sexual en imágenes. (Foto: Infobae/Maria Alejandra Gonzáles)
Marisa Godínez publica Tras la puerta, dibujos que desafían los roles tradicionales que impone la sociedad a las mujeres desde su nacimiento. La maternidad, el matrimonio y la subordinación sexual en imágenes. (Foto: Infobae/Maria Alejandra Gonzáles)

Marisa Godínez no tenía idea de que sus imágenes trazadas con plumilla y tinta china sobre su situación como mujer iban a decir tanto. “¿A quién le podría interesar cómo vivía o lo que sentía una en su casa?”, escribe en el prólogo de Tras la puerta, su reciente libro, que reúne viñetas propias de su mundo más íntimo, que cuestionan la maternidad, el matrimonio y la subordinación sexual, como aquel único camino al que empuja violentamente la sociedad.

Dibujos publicados en la revista de sátira política Monos y Monadas entre los años 70 y 80, que salen a denunciar la opresión al cuerpo femenino, petrificado por las normas sociales, que destinan a la mujer al cuidado del hogar, de los hijos y del marido. Permanecer ahí, silenciosa, es estar condenada a vivir tras la puerta. Desde ahí se enuncia Godínez, la primera historietista y humorista gráfica en Perú.

“Los dibujos de este libro salieron de ese lugar solitario, sin esperanza, sin recompensa y sin rescate. Son imágenes silenciosas”, revela. Sin embargo, aquellos están muy lejos de calificarse como silenciosos. En algún momento los señaló como un grito de auxilio ante su dolor por las exigencias. En Día de la Madre, dibujo hecho en 1979, escribe:

(...)

Existe un manual de instrucciones

para adiestrar a un ser humano que nace con vagina

Ser sumisa, maternal, abnegada

sacrificada, suicida

La promesa de la felicidad

(...)

Día de la madre (1979). Plumilla y tinta china sobre cartulina. (Foto: Instagram Marisa Godínez)
Día de la madre (1979). Plumilla y tinta china sobre cartulina. (Foto: Instagram Marisa Godínez)

Antes de ella, las mujeres estaban excluidas de la producción de humor; y las tiras cómicas estaban protagonizadas por hombres. Por lo que se la considera la primera mujer autora de cómics. “Así, dicen” expresa Godínez con una sencillez que brotan de sus hoyuelos.

Marisa dibujaba su mundo, como esposa, madre e hija. Sin embargo, luego de más de 40 años de las publicaciones de sus viñetas, se realiza ciertos cuestionamientos: ¿Qué más es la mujer? “También es niña. Nace niña”, se responde. El propósito de esta publicación también es indagar en la infancia femenina. “Cómo preparan a las niñas para aceptar un destino tan injusto, por excluyente, cómo no les construyen su autoestima, cómo les enseñan a poner los intereses y los sueños de otros antes que los propios”, escribió la artista hace un año en un testimonio personal para Pikara Magazine.

“Aprendí desde niña el lenguaje del silencio”, sentencia Godínez al iniciar Tras la puerta. Y es, justamente, que con esa niña tiene cuentas pendientes que arreglar, ahora que ha encontrado su identidad tras encontrarse con la militancia feminista. Para sanar parte de su infancia es que realiza este libro, que reúne sus imágenes, su voz.

Niña atrapada (1978). Plumilla y tinta china sobre cartulina. (Foto: Instagram Marisa Godínez)
Niña atrapada (1978). Plumilla y tinta china sobre cartulina. (Foto: Instagram Marisa Godínez)

La Niña Atrapada, una pequeña de ojos tristes con cerco de púas en la cabeza, encerrada, para que crezca con los límites correspondientes. Y se repite.

Godínez apuesta por ser crítica, ser conscientes sobre por qué hay esa diferencia que vemos desde niños. Conciencia que nade de una pregunta tan simple: por qué ella tenía que hacer las camas de sus hermanos. “Si miramos críticamente cada uno y compartimos, se va creando conciencia. Yo creo que hemos avanzado un poco, pero. Todavía falta mucho. Falta mucho”, sostiene.

Los ojos en los dibujos de María Godínez

“Yo creo que eso me representaba y también muchas mujeres de mi generación. Es una mirada de ausencia de algo, desesperanza. Yo recuerdo haber sentido eso. Esta es toda mi vida”, apenas a sus 25 años.

Entonces los ojos trazados en sus dibujos representaban esa mirada de pesar, infelicidad. Godínez salió embarazada a muy temprana edad. Se dio cuenta de que la maternidad detuvo su juventud, continuar su vida universitaria y social. Pensaba en que ya no había retorno en cuanto a sus proyectos personales y desarrollo individual

”Es un ticket de ida nomás. ¿No hay a dónde ir o quién a quejarme? Es más, finges (felicidad). Y cuando te sientes mal, te sientes mal por sentirte mal. Culpable. Te prometen que si haces todo para lo que te han criado vas a ser feliz, porque en ese sitio tienes que buscar tu felicidad. Y cuando no lo encuentras. ¿Qué haces? Aguantar”.

Es mentira,

no se corta el cordón umbilical

Queda anclada en el estómago

se enreda con las tripas

se retuercen juntos

Godínez fue la primera historietista del Perú, en un mundo dominado por hombres. Sus viñetas se publicaron en la revista Monos y Monadas en los años 70 y 80. (Foto: Archivo: Marisa Godínez)
Godínez fue la primera historietista del Perú, en un mundo dominado por hombres. Sus viñetas se publicaron en la revista Monos y Monadas en los años 70 y 80. (Foto: Archivo: Marisa Godínez)

Atravesar la puerta

“Muchos de los dibujos me los explico para la niña que fui. El recordar que no tuve una infancia feliz”, confiesa Marisa.

Sus dibujos tan íntimos al ser expuestos logran tocar a otras mujeres. Hay gente que se acerca y me abraza, relata. Le dicen, “yo pasé por lo mismo” Entonces, me sigo asombrando con el poder de las imágenes. Es impresionante. Entonces algo debo poner en ello para que llegue a una persona y creo que simplemente nos pasa a muchas.

“Entonces cuando tú ves eso, algo te hace acordar a tu niña, algo te pasó, algo. Compartimos muchas cosas, historias. La mujer. Creo que tenemos muchas cosas en común. Es cuestión de conversar. Apoyarnos y compartir. Aprender a compartir para salir de eso”

“Invito a todas las mujeres que salgan ya. No necesariamente, físicamente tras la puerta. Porque yo creo que tras la puerta llevamos muchas que no nos atrevemos. Yo por ejemplo por crianza soy muy miedosa. Pero una vez que me hice consciente, dije por miedo nunca voy a dejar de hacer algo. Me esfuerzo, me cuesta trabajo, por ejemplo, dar entrevistas.

Siempre he sido más bien perfil bajo. Por ejemplo, me dan miedo los precipicios, pero si tengo que hacer un viaje en carro y en precipicios, me voy nomás. Esa es mi lucha conmigo misma. Cada una ve su camino, cada una ve por dónde puede salir. Pero sí, creo que debemos arreglar cuentas cada una de nosotros y analizar. Tomar conciencia. ¿Qué cosas nos han metido en la cabeza no nos ayudan y qué destrezas tenemos que adquirir?

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