Gerson Alexander Juárez Tapia, de 26 años, es el principal sospechoso del brutal asesinato de una niña de 12 años en Villa María del Triunfo (VMT). Al inicio de la investigación, Juárez intentó mostrarse preocupado y colaborativo con las autoridades, asegurando ser un simple vigilante de la zona. Sin embargo, las evidencias y la presión policial terminaron por desmentir su versión, llevándolo a confesar el crimen.
El falso vigilante: así fingía preocupación
El caso comenzó el 7 de diciembre, cuando la menor fue reportada como desaparecida tras una discusión con su madre. La búsqueda de la familia, sumada a la denuncia en la comisaría de José Gálvez, puso en alerta a las autoridades. En medio de esta situación, Gerson Juárez Tapia apareció en escena asegurando ser vigilante del área y mostrando una falsa preocupación.
Según reportes policiales y testimonios de testigos, Juárez intentó evadir sospechas afirmando que él mismo había encontrado el cuerpo de la menor “accidentalmente”. Sin embargo, el 8 de diciembre, la menor fue hallada en una vivienda precaria del asentamiento humano Los Lúcumos de Pachacámac, distrito de Villa María del Triunfo. El cadáver estaba envuelto en frazadas y alfombras y escondido bajo una cama, en lo que parece haber sido un intento desesperado por retrasar su hallazgo.
Horas antes del descubrimiento, los familiares y vecinos señalaron a Juárez como sospechoso debido a su comportamiento inconsistente y al hecho de que se encontraba cerca del lugar donde desapareció la menor. A pesar de ello, intentó participar en las búsquedas y mantener una fachada de colaborador, lo que describen testigos como un acto sobreactuado que no convenció a nadie.
Por otro lado, agentes de la División de Investigación de Homicidios notaron que Juárez ofrecía versiones contradictorias durante sus primeras declaraciones. Esta actitud, sumada al hallazgo del cuerpo en su propia vivienda, lo ubicó como el principal sospechoso, derrumbando rápidamente su coartada inicial.
De las excusas a la confesión: las pruebas que lo delataron
La estrategia de Gerson Juárez Tapia comenzó a derrumbarse cuando las autoridades rastrearon el teléfono celular de la menor, que señalaba su última ubicación en la vivienda del sospechoso. Además, la presencia de la familia y vecinos aumentó la presión sobre él.
Al verse cercado, Juárez finalmente confesó ante la Policía: “Sí, la maté, ya. Ahí está, la maté. Ayúdame, pues, jefe”. Esta declaración, sumada a las cámaras de seguridad que mostraron movimientos sospechosos en la madrugada del crimen, ha llevado a los investigadores a analizar si hubo cómplices en el asesinato.
Las imágenes de las cámaras cercanas captaron movimientos alrededor de la vivienda durante la madrugada del 8 de diciembre, lo que ha llevado a los investigadores a barajar la hipótesis de que Juárez podría no haber actuado solo. La Policía Nacional analiza esta posibilidad mientras recopila nuevas pruebas y testimonios.
Además, peritos forenses encontraron rastros de sangre y otros indicios dentro de la vivienda, reforzando la hipótesis de premeditación. La manipulación de la escena del crimen, donde el cuerpo fue ocultado bajo una cama y envuelto en telas, evidenció un intento por retrasar su descubrimiento.
El Poder Judicial ordenó la detención preliminar por siete días de Juárez Tapia, mientras la División de Investigación de Homicidios y el Ministerio Público continúan trabajando para determinar si existieron cómplices y esclarecer por completo los detalles del crimen.
Cifras alarmantes de violencia contra menores en Perú y la región
El caso de Villa María del Triunfo refleja una problemática recurrente en el país y en la región. De acuerdo con datos de la Defensoría del Pueblo, entre enero y octubre de 2023, se reportaron 101 feminicidios en el Perú, 12 de los cuales tuvieron como víctimas a menores de edad.
Asimismo, el programa Aurora del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) ha registrado que, en promedio, cada día tres niñas desaparecen en el Perú, muchas de ellas terminando en situaciones de violencia extrema.
En el ámbito regional, un informe de UNICEF advierte que América Latina es una de las zonas más peligrosas del mundo para niñas y adolescentes, con 60% de los feminicidios globales registrados en esta región.
Estos datos subrayan la urgencia de medidas preventivas y sanciones efectivas que ayuden a combatir la violencia sistemática contra menores y mujeres en el país.