A dos años de que Dina Boluarte asumiera cargo de presidenta de la República, el cardenal Pedro Barreto afirmó que el inicio de su gobierno estuvo “marcado por la sangre, sangre que sigue impune”.
En entrevista con RPP, el exarzobispo de Huancayo también que los asesinatos durante las protestas en contra de la mandataria “es algo que nos debe llevar a la reflexión, a unirnos a todos los peruanos para que nunca más la vida de un hermano o hermana del Perú, aquí en nuestro territorio, sea maltratado”.
¿Pedro Castillo se aprovechó de la Iglesia Católica?
Por otra parte, Barreto manifestó que si bien intentó en vano ayudar al expresidente Pedro Castillo a través del Acuerdo Nacional, aseguró que “valió la pena”.
“Al ser invitado por él para ir a Palacio, lógicamente era una forma de decir que hay un acercamiento. Eso se notaba, pero (...) le dije claramente que el Acuerdo Nacional es la forma de cómo salir adelante, porque el acuerdo nacional tenía seis puntos clarísimos de apoyo para salir adelante. (...) Le dije al presidente que pudiera ir y tuvimos la reunión con Max Hernández (secretario del Acuerdo) y con Óscar Maurtua que era ya exministro de Pedro Castillo, para ayudar”, sostuvo.
También señaló que se reunió con el ahora vacado exjefe de Estado porque buscaba “el bien del país a cualquier precio”.
“Yo al menos quería ayudarle a él, pero después me di cuenta de que la corrupción era clarísima y yo dije públicamente (...) que Pedro Castillo era un estorbo para la democracia”, precisó.
Crisis de la política mundial
En otro momento del diálogo, el cardenal comentó que así como existe una crisis de confianza en la política peruana, también sucede lo mismo en otros países del globo.
“Se está hablando del problema político en Francia, estamos hablando de Venezuela, de Bolivia, de Ecuador, Colombia, es decir el mundo está convulso, y esto no es ninguna novedad, ya San Juan 23, al comienzo del Concilio Vaticano Segundo decía que estaba la situación bien complicada y que la iglesia tenía que unirse para responder a estos grandes desafíos”, explicó.
En ese sentido, acotó que la política peruana debe ser evangelizada. “La política es buscar el bien común. Todos somos políticos, incluyendo los cardenales. Todos somos políticos porque nos interesa el bien común, de la ciudad y no podemos, desde nuestra fe, eximirnos de esta crítica, ayudar a que la democracia sea auténtica, que represente la voluntad popular”, subrayó.
Cardenal Castillo es nombrado cardenal
El arzobispo de Lima, Carlos Castillo, fue nombrado cardenal por el Papa Francisco en una ceremonia solemne en el Vaticano.
Este evento, que tuvo lugar en la Basílica de San Pedro, marca un hito en la historia de la Iglesia Católica peruana, ya que Castillo se convierte en el sexto cardenal del país. Durante el Consistorio público, recibió el capelo rojo y el anillo cardenalicio, símbolos de su nueva responsabilidad dentro de la Iglesia.
Con 74 años, se une a un grupo selecto de cardenales peruanos, entre los que se encuentran figuras destacadas como Pedro Barreto, exarzobispo emérito de Huancayo, y Juan Luis Cipriani.
La ceremonia coincidió con la reapertura de la catedral de Notre Dame, y reunió a 21 prelados de diversos continentes. Al ingresar al Colegio Cardenalicio, Castillo asume el rol de consejero del Papa, una posición que implica ser una figura de confianza en la toma de decisiones cruciales para la Iglesia.
Además, tendrá una función decisiva en la elección de un nuevo Papa. Si el actual sumo pontifice renuncia o fallece antes de que Castillo cumpla 80 años, él podrá participar en el cónclave para elegir al sucesor.