La imagen de Anis Samanez parece estar siendo destrozada, pues está sufriendo cada vez más el alto costo de sus acciones. A una semana de las polémicas declaraciones de apropiación cultural en el evento de moda sostenible ‘Orígenes’, además de perder el respaldo de marcas importantes como Falabella, la diseñadora peruana está viendo cómo sus amistades, que antes la apoyaban incondicionalmente, se alejan de ella.
Era de conocimiento público que, desde muy temprana edad, Anis forma parte fundamental del círculo cercano de amistades de la actriz Stephanie Cayo y su popular familia. A su vez, la modelo y exchica reality Fiorella Chirichigno también formaba parte de dicho entorno, por lo que también tenía un vínculo con la diseñadora. Muestra de esto fue la sesión de fotos que las 3 protagonizaron para la portada de la revista ‘Hola’ en el 2015, donde lucieron prendas de Samanez. La revista las definía como “inseparables”.
Sin embargo, hoy, en un giro inesperado, el panorama refleja todo lo contrario. Tras la dañada reputación de la rubia, el rechazo de múltiples figuras y los señalamientos de la líder del Colectivo Shipibas Muralistas Milka Franco, Chirichigno se pronunció y lanzó un fuerte mensaje contra quien fuera una de sus mejores amigas.
Confirma lado oscuro de Anis Samanez: “Estoy indignada”
Fiorella, quien ahora es empresaria y coach ontológica, no dudó en pronunciarse en sus redes sociales en torno al debate sobre la apropiación cultural y la indignación colectiva hacia Anis Samanez, evidenciando que no es ajena al tema.
Pese a que solían ser amigas cercanas, la influencer sorprendió al arremeter duramente contra la diseñadora, partiendo de que afirma que la conoce muy bien y cree firmemente en la versión de la artesana shipiba Milka Franco, que contó que Samanez sí la agredió verbalmente y la amenazó.
“Estoy indignada. Yo conozco a la persona a la cual se refiere, que es la diseñadora, 300% no, 1000%. Pongo mis manos al fuego por lo que dice (Milka Franco), es verdad, porque he vivido muchos momentos de cerca, he visto la calidad de persona, de ser humano…”, aseguró antes de interrumpirse a sí misma, pues no quiso expandirse más.
Chirichigno no quiso mencionar el nombre de Anis Samanez en ningún momento en todo el video, pues aseguró que se “contamina” si lo hace. “Creo que el comunicado que lanzó la señora Milka pinta perfectamente de pies a cabeza la realidad de lo que es esta persona” continuó.
Chirichigno destroza a Anis Samanez y defiende a mujer Shipiba
Enfatizó en que no sería la primera vez que Samanez se muestra de manera prepotente y soberbia, pues tiene un ego que viene cuidando y “cosechando desde hace mucho tiempo”.
“Es deleznable. Ya no es capaz de ver errores, no es capaz de asumir responsabilidades. Se ha perdido en él, para que vean lo que hace un ego tan grande, donde si lo mata, pierde todo lo que es su identidad. Y no quiere”.
También salió en defensa de Milka Franco, señalando que las agresiones de Samanez atentarían contra la salud de la artesana selvática, generándole emociones “enfermizas”.
Finalizó con un fuerte mensaje hacia su ex mejor amiga: “Con la persona que genera todo esto, la culpable, de verdad desvaría, porque vive una realidad paralela. Se inventa cosas, su versión de la realidad es totalmente distinta a toda la población”.
Milka Franco desestima versión de Anís Samanez
En un comunicado lanzado este 4 de diciembre, Milka Franco contó que contactó telefónicamente a Samanez en las últimas horas para aclarar la situación de la controversia de sus declaraciones. Según la artesana, en lugar de brindar una explicación cordial sobre los hechos, la diseñadora optó por un trato agresivo y despectivo.
“Me empezó a gritar de manera prepotente y agresiva. Me amenazó con denunciarme e incluso sugirió que yo debía ser quien debería pedirle perdón a ella”, escribió.
Según comunicó la artesana, Samanez solo visitó el taller del Colectivo Shipibas Muralistas en Barranco, nunca fue a la selva. Además, aseguró que mintió con el supuesto monto cobrado de 5 mil dólares, pues solo fueron 5 mil soles y aun así no quiso pagarlo, argumentando que solo quería inspirarse, no comprar los diseños.
A pesar de las discrepancias, algunas integrantes del colectivo aceptaron trabajar con Samanez por un precio mucho menor, S/. 400 por bordados, en total cobrando S/.1200 por una semana de trabajo.
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