El Estado peruano está a punto de recuperar más de un millón de dólares gracias a una reciente decisión judicial en Luxemburgo. Según informó la Corte Superior de Justicia de Lima, el tribunal del país europeo declaró admisible el decomiso y adjudicación de 1′099,623.64 dólares, más los intereses acumulados, provenientes de una cuenta bancaria a nombre de James Eliot Stone Cohen, empresario prófugo vinculado al exasesor presidencial Vladimiro Montesinos.
El dinero, que se encontraba en las arcas del Unión Bancaire Privée, fue detectado gracias a una labor coordinada de Cooperación Judicial Internacional entre Perú y Luxemburgo, marcando un paso significativo en los esfuerzos por recuperar fondos desviados por la organización criminal liderada por Montesinos durante el régimen del dictador Alberto Fujimori.
Un proceso de repatriación en marcha
La Corte Superior de Lima informó que la entrega del monto al Estado peruano está en su etapa final. Sin embargo, aún resta definir la modalidad en que se realizará el traslado del dinero, un detalle que será determinado por el tribunal de Luxemburgo. Una vez establecido, se notificará al Perú para proceder conforme a los protocolos internacionales.
Este decomiso es parte de un esfuerzo continuo para recuperar activos ilícitos depositados en el extranjero. Desde 2019, la justicia peruana ha logrado repatriar 9′719,670.74 euros provenientes de Luxemburgo y 16´380,538.54 dólares de Suiza, todos ellos relacionados con cuentas bancarias asociadas a la red criminal de Montesinos.
Los fondos decomisados en Luxemburgo son solo una fracción de los recursos desviados durante el régimen de Fujimori. Esta recuperación subraya el impacto de la cooperación internacional en la lucha contra la corrupción, permitiendo que el Perú recupere dinero que había sido ocultado en complejas redes financieras globales.
Del poder absoluto a una caída internacional
De mirada desafiante y semblante impenetrable, Vladimiro Montesinos, conocido por sus allegados como “El Doc”, marcó una de las etapas más oscuras de la política peruana. Desde su ascenso al poder como asesor de Alberto Fujimori, hasta su estrepitosa caída, su vida estuvo rodeada de espionaje, corrupción y controversias que llevaron al colapso de un régimen.
Nacido el 20 de mayo de 1945 en Arequipa, Montesinos estudió Derecho y Sociología, trazando un camino que lo llevó a convertirse en el jefe del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) en 1990. Desde esa posición, se convirtió en la mano derecha de Fujimori y pieza clave en la estrategia del régimen para combatir el terrorismo, enfrentándose a Sendero Luminoso y el MRTA.
El arquitecto de una red de corrupción
Durante la década de 1990, Montesinos alcanzó la cúspide de su poder, construyendo una compleja red de corrupción que operaba desde una pequeña sala, conocida como “la salita del SIN”. Allí, entre reuniones clandestinas, maletines de dinero y cámaras ocultas, el asesor tejió su red de influencia, sobornando a políticos, empresarios y figuras públicas con miles de dólares, los llamados “verdes”.
El desenlace comenzó en septiembre del 2000, cuando se difundió el primer “vladivideo”. En la grabación, Montesinos entregaba 15 mil dólares al congresista opositor Alberto Kouri para que se uniera a las filas de Fujimori. Esta revelación desató una cadena de escándalos que expuso la magnitud de la corrupción y marcó el inicio del fin del régimen fujimorista.
Con cientos de cintas caseras que documentaban sobornos y negociaciones ilícitas, Montesinos quedó al descubierto, demostrando que su obsesión por el control y el espionaje había sido también su mayor vulnerabilidad.